miércoles, 9 de enero de 2013

Casa Braniff–Ricard en Paseo de la Reforma




En el número 27 del Paseo de la Reforma, sobre un terreno de poco más de 4,300 m² y 50 metros de frente a lo que había sido el Paseo de la Emperatriz, se edificó en 1888 la casa del empresario Thomas Braniff Woods y su esposa, doña Lorenza Ricard Werdalle…

Arriba, una toma de la “Compañía Mexicana de Fotografía”, fechada en 1911; abajo, una imagen del Paseo de la Reforma en 1897, donde a la derecha aparece el inconfundible contorno de la Casa Braniff.



Don Thomas Braniff Woods (1830-1905, hijo de Thomas Braniff S. y Anna Woods) fue un importante personaje en la historia de México, aunque su aportación ha sido casi olvidada…



Nos dice Eulalia Ribera Carbó que “el conocido empresario Thomas Braniff, hijo de inmigrantes irlandeses nacido en Staten Island -Nueva York- había llegado a México en 1863 contratado para trabajar en la construcción del Ferrocarril Mexicano.
Braniff era empleado de la Smith Knight & Company, cuando ésta firmó un convenio con la empresa creada por Antonio y Manuel Escandón para continuar los trabajos de la instalación de las vías mexicanas en tiempo del Segundo Imperio. Thomas Braniff aprovechó su puesto para introducir y vender mercancía extranjera de lujo y después, una vez derrotado el régimen monárquico de Maximiliano de Habsburgo y restaurada la república en 1868, supo amoldarse como accionista y más tarde como director en la empresa que finalizó las obras del Ferrocarril Mexicano.”



Le tocó vivir el Imperio de Maximiliano y como ingeniero superintendente de la construcción del ferrocarril, participar como asesor de Luis Bolland Kuhmackl en el trazo y nivelación del Paseo de la Emperatriz (hoy Paseo de la Reforma); Thomas Braniff mostró simpatía por la monarquía y se dice que cuando en 1866 el Segundo Imperio entró en crisis, en secreto escoltó a la emperatriz Carlota de Córdoba a Veracruz (donde entonces se concluía la obra del Ferrocarril).



Desde el puesto de director de Ferrocarriles que recibió en 1874 y conservó hasta poco antes de su muerte, edificó muchas de las estaciones ferroviarias que dieron importancia al sistema –como ejemplo, aparece arriba la estación de Mérida, proyecto de Hall- además de que supo entablar provechosas relaciones con importantes protagonistas del poder, facilitándose su actividad económica y su ascenso social con una participación política de apoyo al naciente régimen de Porfirio Díaz.

Y sigue Eulalia Ribera Carbó: “Thomas Braniff tocó muchas teclas de la economía mexicana. La mayor parte de sus capitales los invirtió en la industria participando con acciones y construyendo o comprando fábricas por todo el país; pero también colocó fortuna en los bienes raíces, en la banca, en préstamos a empresas y personas, y en menor cantidad en el comercio, en los ferrocarriles, en la minería y el campo. En 1881,… Braniff construyó en Orizaba la fábrica textil de San Lorenzo y, ocho años después, fue el primer accionista en la formación, junto con los empresarios barcelonetas, de la Compañía Industrial de Orizaba, S.A. (CIDOSA).”
“Fue durante el régimen de Porfirio Díaz que Thomas Braniff formó y consolidó su gran fortuna y con el tiempo, se convirtió en uno de los empresarios más importantes del país; y al igual que él, sus descendientes sostuvieron el régimen, junto con otras familias de la burguesía porfirista.”



Lorenza Ricard Werdalle (1845 Biarritz, Pyrénées-Atlantiques, Francia -1934 Buenos Aires, Argentina), resultó instrumental en la relación de su esposo con la comunidad Barceloneta (con la que la familia Braniff tendría acercamiento durante el porfiriato); arriba, Lorenza Ricard de Braniff en 1868.

Del matrimonio, nacieron siete hijos: Jorge T. Braniff Ricard (1868-1954), Oscar J. Braniff Ricard (ca 1876-197), Tomás Braniff Ricard (1878-1942), Arturo Braniff Ricard (1880-1970), Lorenza Braniff Ricard (1882-1975, marquesa de Mohernando al casar con Luis Bermejillo y Martínez-Negrete), Alberto Braniff Ricard (1884-1966, reconocido aviador) y Rafael Braniff Ricard. Abajo, la marquesa de Mohernando Lorenza Braniff de Bermejillo y Martínez-Negrete en una pintura de Flardegrand…



Del interesantísimo libro de Percy F. Martin “Mexico of the Twentieth Century” publicado en NYC en 1908, reproduzco la página 73, que ilustra claramente a Mr. Thomas así como la fotografía que ahí aparece…







Desde 1866, el señor Braniff había recibido como Reconocimiento Imperial un “dominio llano de 500 varas” en el Paseo de la Emperatriz que para 1876 se consolidó con varias propiedades que el matrimonio adquirió sobre el Paseo Degollado, y que para 1880 ya se llamaba Paseo de la Reforma. En 1886, don Thomas encargó al arquitecto inglés Charles James Scultorp Hall –miembro del Royal Institute of British Architects y que ganaría fama como autor del edificio para el Ayuntamiento de Puebla en 1897 y las estaciones ferroviarias de San Luis Potosí, Aguascalientes, Mérida y Monterrey— un proyecto de exhibición para su residencia en el recién remodelado Paseo de la Reforma, donde para 1888 se inició la construcción sobre un terreno que llegó a alcanzar los 4,300m² con la fusión de dos predios con frente a la calle del Ejido (o Patoni, hoy Avenida de la República). Abajo, en un fragmento del “Plano de la Ciudad de México” para 1892, levantado por Manuel María Contreras, Presidente del Ayuntamiento de la ciudad, aparecen marcados los terrenos de la casa Braniff.





El proyecto, que Israel Katzman cataloga como “Eclecticismo Afrancesado” y que guarda relación con la arquitectura que producían Cudell & Blumenthal en Chicago o Richard Morris Hunt en Nueva York, marcaría un parteaguas en la arquitectura de la Ciudad de México, que con sus altas mansardas rematadas al estilo inglés, provocaría la adhesión estilística de profesionales como Antonio Rivas Mercado, Eleuterio Méndez, Emilio Dondé, Manuel Gorozpe, Hugo Dorner y Mauricio M. Campos.

Arriba, una fotografía de la residencia Mc.Cormick en Chicago, diseñada por Cudell & Blumenthal en 1876; abajo, la casa de doña Lorenza Ricard viuda de Braniff en una fotografía de Guillermo Kahlo tomada en 1910, justo frente a la escultura dedicada a Manuel Cepeda, colocada para embellecer el paseo por el estado de Yucatán en 1890.


La obra de Epitacio Calvo, moldeada en los talleres de la Fundición Artística Mexicana, está dedicada a Manuel Cepeda Peraza defensor de la república en época de Benito Juárez. Liberó la Ciudad de Mérida el 15 de junio de 1867 y fue declarado Benemérito del Estado de Yucatán.

Dice la placa: "Militar valiente y distinguido. Luchó por la causa liberal. Gobernó su estado con talento y patriotismo".
En la imagen de arriba, la escultura de Cepeda frente a la casa Braniff, de la que se distingue el porche y la casa de servicio. Abajo, la casa Braniff en 1889.



En su libro de 1997 “El Paseo de la Reforma –Crónica de una época (1864-1949)–”, Ignacio Ulloa Del Río elaboró una magnífica tira que ilustra el entorno urbano del Paseo; como parte de esos dibujos mostraba la “Residencia de la familia Braniff en 1888, Paseo de la Reforma 27 y 29” que ayuda a entender las características compositivas del proyecto del arquitecto Carlos Hall.




La imponente construcción de 34 habitaciones y grandes jardines circundantes fue, junto con el palacio del señor Feliciano Cobián (en el Paseo de Bucareli), ejemplo de la urbanización que se esperaba para el nuevo siglo, en una ciudad que debía abrazar el modelo de “Ciudad Jardín”…
Abajo, en una fotografía de Kahlo, la sección del jardín y colindancia oriente de la casa; el balcón cobijaba un portico de carruajes que podían acceder desde una de las dos entradas sobre el Paseo de la Reforma.



Al interior, la residencia presentaba amueblados de notable eclecticismo, muy a tono con la moda imperante; luego de la muerte de don Thomas en 1905, la casa sirvió durante los festejos del Centenario en septiembre de 1910, como residencia a la legación japonesa que encabezaba el Barón Yasuda Uchida con la representación de Su majestad el Emperador del Japón...



Gracias al libro “Crónica Oficial de las fiestas del Primer Centenario de la Independencia de México”, publicado en 1911 por la Secretaría de Gobernación y bajo la dirección de Genaro García, podemos tener una idea clara de la apariencia de algunas de las habitaciones de la casa, en magníficas fotografías tomadas por Guillermo Kalho; abajo, las páginas 8 y 9 del libro.




Dos fotografías del gran salón, que hacía las veces de salón de baile, articulaba el eje central y más largo de la casa; la imagen de arriba que pertenece al SINAFO, permite ver los notables jarrones de la manufactura de Sèvres, además de espejos, sillones, brocados y lámparas que adornaban el espacio y la fotografía de abajo da una idea de la amplitud de la habitación, que a manera de “enfilade” ligaba las distintas habitaciones para hacer el recorrido aún más memorable. (Nótense los tapices…)





Arriba, el “salón de damas”, amueblado a la manera “bourgeoise”, con bucólicas escenas que recuerdan y enaltecen la vida en el campo; abajo el “comedor íntimo” (McC) con la mesa reducida para recibir a solo cuatro comensales.



Durante el proceso revolucionario, en la casa “se albergó” don Eulalio Gutiérrez y parece ser que ahí, entre amenazas y gritos, se dio la escisión entre Villa y Zapata. Don Vito Alessio Robles nos dice que hizo “… una visita al presidente, que caminaba con extrema precaución en esos pisos de parquet recién lustrados, y sobre los tapetes orientales de los lujosos salones cuyos muros estaban cubiertos de pinturas… Al saludarlo me dijo: ¡Cuidate! No te vayas a resbalar en éstos tales por cuales pisos. Yo tengo que andar como si anduviera caminando sobre huevos.”




Arriba, un par de fotografías del pasillo que conectaba las diversas habitaciones de la planta baja con el espacio de la escalera, sitio donde destacan los lampadarios de cariátide. Abajo, puede verse la Casa Braniff en 1912 cuando los terrenos laterales ya habían sido edificados y donde aparece a la izquierda la casa del señor Ignacio Calo (Reforma 35 y 33) así como a la derecha el edificio de departamentos propiedad de la familia Acevedo (Reforma 21 y 23); al extremo derecho, se puede ver parcialmente la casa de don José Solórzano.



Abajo, en una fotografía de la Compañía Mexicana de Aerofoto, fechada en 1926, puede verse en primer plano la Plaza de la República con la estructura del Palacio Legislativo que se transformaría en monumento a la Revolución y arriba a la derecha el Paseo de la Reforma; en el óvalo rojo se marca la casa Braniff-Ricard y la amplia arboleda de su jardín.



Luego de la Decena Trágica, don Venustiano Carranza entra en conflicto con las fuerzas de Villa y Zapata; el 5 de septiembre rompe con Zapata, que tres días después en el Cuartel General de Cuernavaca, promulga un decreto para ejecutar el artículo 8 del Plan de Ayala, donde se disponía que aquellos individuos que se opusieran a la Revolución de Ayala, sufrirían la incautación de sus bienes, ya fueran rurales o urbanos (Era la primera vez que se contemplaba la expropiación de predios urbanos). Los jefes carrancistas hicieron lo propio y confiscaron propiedades urbanas y en la Ciudad de México se alojaron en las mansiones de distinguidas familias del porfiriato. Nada menos que don Álvaro Obregón hizo suya la mansión de Alberto Braniff en el paseo de la Reforma…



Para 1927 la casa regresó a la administración de los apoderados de la familia, aunque habiendo sufrido algunos daños; en 1932 el terreno se vendió y la casa fue demolida; en la imagen de abajo, puede verse la casa durante el proceso de demolición, cuando ya se habían retirado las tejas de las mansardas y de procedía a la destrucción del inmueble. Más abajo, en una fotografía de Manuel Ramos fechada el 18 de noviembre de 1938, aparece casi terminado el edificio de uso mixto que se edificó en el terreno.





Abajo, en una imagen de Google-maps de 2011, puede verse el Paseo de la reforma en el tramo que va desde Avenida Juárez y de la república (arriba derecha), hasta la glorieta a Colón al cruce con Atenas e Ignacio Ramíres (abajo izquierda); arriba a la izquierda aparece el Monumento a la Revolución y al centro, la manzana triangular limitada por Reforma (antes paseo de la Emperatriz), Av. De la República (antes Patoni) y José María Lafragua (antes Camino de la Penitenciaría); marcado en un óvalo verde la fracción sur del terreno en que estuvo la casa Braniff-Ricard y que ahora ocupa el edificio “Reforma 27” diseñado por Alberto Kalach y edificado por ICA, al cuidado de Benito Ruíz de Velazco.



Abajo, perspectiva del Paseo de la Reforma y el edificio de departamentos “Reforma 27”, edificado en el terreno donde se edificó en 1888 la casa Braniff-Ricard, con proyecto del arquitecto Charles James Scultorp Hall.



En el Panteón Francés de la Piedad, se conserva -deteriorado- el espectacular monumento funerario que la Familia Braniff erigiera -con peculiar influencia neoclásica- bajo la designación de Thomas Braniff Woods.



Este Blog se ha hecho gracias al apoyo incondicional de Julieta Fierro; está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado y de las que existe poca información publicada. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea mayor información, haga favor de contactarme e indicar el dato que requiere. Si utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–. Conforme haya más entradas (ya hay más de 50), aparecerán en el índice a la derecha de ésta página…




También se puede encontrar un índice general en: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2016/02/indice-de-grandes-casas-de-mexico.html

















jueves, 3 de enero de 2013

La casa Baranda – Luján.




Edificada entre 1920 y 24 (aunque inaugurada hasta 1929) en la esquina de las calles de Orizaba y Puebla, justo contra esquina al templo de La Sagrada Familia de la Colonia Roma, la casa de don Joaquín Baranda Mac Gregor y su esposa la señora Dolores Luján Zuloaga, sigue siendo un hito importante dentro de nuestra ciudad… Arriba, un detalle del acceso a la casa (*2); abajo una vista desde el balcón norte, en que aparece la Sagrada Familia de la Colonia Roma (*2).



Hijo de don Joaquín Baranda Quijano (que fuera Diputado por Campeche, electo en 1872 gobernador de su estado por dos períodos y en 1881 electo senador por el Distrito Federal; Ministro de Justicia e Instrucción Pública por más de 20 años y cuyos restos reposan en la Rotonda de las Personas Ilustres) y doña Elvira Mac Gregor, Joaquín Baranda Mac Gregor (1878-1941) fue el mayor de seis hijos y recibió el título de abogado en 1903; en 1904 casó con la distinguida y acaudalada Dolores Luján Zuloaga. Abajo, dos fotografías de doña Dolores Luján, una el día de su boda (Casasola) y otra alrededor de 1925 (*1).



La fortuna de la familia Luján Zuloaga se afirmaba en el comercio de algodón cultivado en sus extensos sembradíos de Chihuahua. Don Ramón Remigio Luján y su esposa Marta Zuloaga Irigoity tuvieron 8 hijos: Jesús, José María, Julio, Abraham, Dolores Luján de Baranda, Teresa Luján de Creel, Carmen Luján de Burns y María Luján de Terrazas.



Cuando a principio del S. XX comienza a mutar la fisonomía de la Ciudad de México, las zonas residenciales dan pie a urbanizar los “potreros” hacia el Oriente del Bosque de Chapultepec. Mientras en Europa la Primera Guerra Mundial cambia el orden político internacional, en México, el movimiento revolucionario crea también nuevos esquemas políticos. En esa etapa se desarrolla la Colonia Roma, por lo que muchos de sus terrenos y construcciones se vieron afectados y delegaron su desarrollo; uno de esos, se ubica en la confluencia de las calles de Orizaba y Puebla cuyo predio fue adquirido en el año de 1914 por el matrimonio Baranda/Luján.



Existen datos de planos de cimentación trazados por el ingeniero M. Rebolledo y otros del arquitecto Manuel Gorozpe fechados en febrero y marzo de 1920, por lo que es factible asumir que la construcción de la casa se inició en ese año aunque no se concluiría sino hasta 1925. Aunque en el período trabajaban dos ingenieros Rebolledo (Manuel y Miguel) es posible suponer que el diseño es de Miguel, ya que ambos –Rebolledo y Gorozpe– participaban desde 1910 en la edificación del templo dedicado a la Sagrada Familia y a cargo de la Compañía de Jesús que pausadamente se construía en un terreno donado por las familias Lascurain y Orrin (fraccionadores de la Colonia Roma) también en la esquina de Orizaba y Puebla.



El proyecto definitivo de la casa Baranda-Luján, estaría a cargo del arquitecto Manuel Gorozpe Morán, laureado por el diseño, ampliación y reconstrucción del Palacio Municipal del Distrito Federal (1906) por encargo del gobernador de la Ciudad de México don Guillermo De Landa y Escandón (ver: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2012/11/la-casa-de-don-guillermo-de-landa-y.html). Arriba, un fragmento del “Plano del sistema de drenaje de la Ciudad de México para 1914” en que se ha marcado el terreno en cuestión; después, el arquitecto Manuel Gorozpe en una fotografía de 1900 (*1).



La notable residencia, en tres niveles de ecléctico diseño, se levantó en un terreno de poco más de 1,200 m² y recuerda los bocetos iniciales que se usaron en las propuestas para el Palacio Municipal del Distrito Federal, con fachadas revestidas de “piedra blanca” de Pachuca –que con el paso del tiempo ha adquirido tonos dorados- labrada en todas superficies. Un ochavo responde al “pain coupé” del trazo de la colonia y crea el acceso que da cuenta del templo en la contra esquina; hacia el interior, a la diagonal del acceso se responde con un vestíbulo oval y una amplia terraza abierta hacia el jardín. Arriba, la fachada principal en una imagen tomada en 1941; abajo la fachada norte y la terraza abierta hacia el jardín. Nótese la escalera de doble rampa y el garage cubierto que se forma gracias a la terraza…



El diseño de Gorozpe albergó la totalidad de los servicios en el semisótano y agregó innovaciones tecnológicas como un elevador y la instalación de doble drenaje que separaba aguas negras y pluviales; al interior, además de los múltiples clósets (en un período en que se utilizaban armarios), sorprendían en áreas públicas y privadas los revestimientos de madera y mármol, los tapices, yesería y vitrales, así como el gran vestíbulo de planta hexagonal que armoniza con el corredor volado de piso alto, elíptico y la cúpula que corona la estancia. Abajo, un fragmento del plano de 1919 para la casa Baranda/Luján con la firma de Gorozpe (*1).





Durante el régimen del general Lázaro Cárdenas, se inicia una política de reparto de ejidos en la Comarca Lagunera y doña Dolores Luján vio afectadas sus posesiones al ser expropiadas por el nuevo gobierno. Ese suceso, aunado al deterioro en la salud de don Joaquín, influyó en la decisión de rentar la casa de 1940 a 1945 cuando es ocupada por la Embajada de Brasil. No he encontrado imágenes del interior de la casa previas a ése período, pero adjunto algunas fotografías que muestran el interior cuando funcionaba como sede de la representación Brasileña. Es interesante hacer notar que fue también en ese período en que se cambió el nombre a la muy cercana “Plaza Roma” por “Plaza Río de Janeiro” como reciprocidad a la rebautizada plaza “Ciudad de México” en Río y que en 1940 recibiera una copia de la estatua de Cauhtémoc (obra de Miguel Noreña).



Arriba, el gran vestíbulo de planta hexagonal visto desde la escalera y abajo la escalera principal, donde se adivina en el descanso un magnífico vitral que presenta una perspectiva en sepia de la iglesia Jesuita de San Francisco Javier en Tepotzotlán, ejecutado en Madrid por los talleres Maumejean.




Arriba, el vitral de la escalera principal y abajo –visto desde el exterior- uno de los vitrales del comedor (*1). Además del extraordinario vitral neocolonial de la escalera principal, a principio de los años treinta la casa recibió un par de vitrales de estilo Decó en el comedor, ejecutados por Gaétan Janin en los “Ateliers d’art” de Billancourt de París y que representan bucólicas escenas de estanques y follajes. La construcción de casi 2,300 metros2 tiene pisos de parquet de maderas finas, chimeneas labradas de mármol fino, tapices de seda en las paredes y herrajes de bronce en escaleras y barandales. Los pisos de las logias y terrazas son de pasta de granito con la técnica de cloissoné. Originalmente desde la terraza descendía una escalera de mármol hacia el jardín de la parte trasera.Una de las peculiaridades poco comunes de la edificación, es que puede visitarse y se ha mantenido con mínimas alteraciones (a pesar de haber perdido todos sus muebles), por lo que no es necesario ahondar en descripciones y detalles. ¡Les conmino a visitar La Casa Universitaria del Libro!



En abril de 1945 el Centro Asturiano de México, A. C. adquiere la casa (Dolores Luján viuda de Baranda vende al Centro Asturiano por $750,000 pesos la residencia), destinándola a sus actividades sociales y culturales; transformaron las habitaciones en salas de dominó, billar, boliche, salón de baile, banquetes, auditorio y restaurante. Años después en 1951, se construyó un edificio de cinco niveles en la sección oriente del jardín que albergaría la biblioteca, un salón de televisión (novedad de la época), así como un nuevo salón de baile y de banquetes, según diseño del arquitecto Manuel Gárate Valdés. Abajo, en una imagen de Google-maps de 2010, los cruces de las calles de Orizaba y Córdoba con Puebla; se ha marcado la casa Baranda y abajo a la izquierda, puede verse la iglesia de la sagrada Familia. También es interesante observar en la imagen, las similitudes que existen entre la casa Baranda y la casa en la esquina de Puebla y Córdoba…



Con el tiempo las instalaciones de la casona, como le llamaban los asturianos, resultó insuficiente y en 1985 cambian su domicilio a una nueva sede en polanco, quedando la casa a disposición de la Junta directiva con el interés de apoyar a alguna institución de cultura mexicana; en 1986, la Universidad Nacional Autónoma de México firma un contrato de comodato que otorga a esta casa de estudios el uso del inmueble y para el 10 de diciembre de 1986 se inaugura La Casa Universitaria del Libro, como un nuevo foro de extensión universitaria y escenario de difusión y promoción de libros y conferencias (además de reubicar la librería del “Conjunto Aristos” en Insurgentes, cuyas instalaciones se dañaron luego del sismo de 1985). Abajo, el “Centro Asturiano” de Polanco.






Este Blog se ha hecho gracias al apoyo incondicional de Julieta Fierro; está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado y de las que existe poca información publicada. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea mayor información, haga favor de contactarme e indicar el dato que requiere. Si utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–. Conforme haya más entradas (ya hay más de 50), aparecerán en el índice a la derecha de ésta página…



También se puede encontrar un índice general en: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2016/02/indice-de-grandes-casas-de-mexico.html





Las imágenes que aparecen con (*1) pertenecen al libro con texto de Schroeder Cordero Arturo “Una mirada cercana – CASA UNIVERSITARIO DEL LIBRO” que se publicó en 2002 con ISBN 970-32-0111-3. . Las imágenes que aparecen con (*2) pertenecen al libro “La Casa del Cóndor y del Águila” con fotografías de Pedro Rojas publicado en 1992 e ISBN 68-36-2584-3