jueves, 12 de mayo de 2022

La casa de Francisco Martínez-Negrete y Laura Cornejo en Av. Coyoacán 911.



Edificada por 1936 en el entonces aún “Parque California” –parte de las propiedades de la familia Cornejo al lado del Camino a Coyoacán y contra esquina de la Hacienda de Francisco de Borja y del Ex Galgódromo de la Colonia del Valle–, la casa -aunque intervenida- es magnífico ejemplo de la novedosa arquitectura de absoluta vanguardia que la mancuerna tapatía de Luis y Francisco Martínez-Negrete comenzaban a edificar en la Ciudad de México…

Los Martínez-Negrete –ingeniero civil uno y arquitecto el otro–, tendrían una destacada carrera y serían recordados por su muy extensa producción residencial en Lomas de Chapultepec, así como edificios de oficinas y departamentos de vanguardia, destacando el que entregaron en 1935 con diseño “Decó”, en el Nº28 de la calle dedicada a López, apenas a unos pasos de la Alameda.




Don Francisco de Asís Martínez-Negrete y Palomar (1894-1971) estudió al igual que su hermano Juan Nepomuceno en el Instituto de San José (Colegio Jesuita) en Guadalajara; para 1911, Francisco se trasladó a la Ciudad de México a fin de estudiar en el Colegio Militar Chapultepec, pero en 1913 –seguramente a raíz de los problemas políticos– saltó a la Escuela Libre de Ingenieros de Guadalajara, donde terminó la carrera de 4 años, recibiendo el título de Ingeniero Civil.



La familia Martínez-Negrete es de larga raigambre tapatía, y su relevancia alcanza a varias generaciones incluyendo en la estructura a la familia Palomar (familia materna); nuestro ingeniero fue nieto de Francisco Martínez-Negrete Alba (1848-1912) y María del Refugio Cortina Santana (n.1849), que habitaron en Guadalajara, en la confluencia de las avenidas 16 de Septiembre y Madero. Aquella casa se edificó para don Francisco Martínez-Negrete y Ortiz de Rozas (1797-1874), bisabuelo de nuestro Francisco, llegado de Villa de Lanestosa, Vizcaya -España-, y que aparecería como socio de don José Palomar para la fundación de la fábrica textil de “Atemajac” y de papel de “El Batán”; además, fue uno de los fundadores de la fábrica textil La Experiencia y pasando el tiempo, asumió el control total de aquella empresa...


Pilar de la familia, en 1850 don Francisco Martínez-Negrete y Ortiz de Rosas se había asociado con don José Palomar y Rueda al fundar la fábrica textil de Atemajac y en la siguiente década –al contraer matrimonio sus hijas–, los yernos Manuel Fernández del Valle y José María Bermejillo se integran a la empresa y estructura familiar.

Así, los yernos Fernández del Valle se agruparon en una compañía que llevaba su nombre y participación en el Banco de Jalisco y en la fundación de la Compañía Industrial de Jalisco (1889) que controlaría las fábricas Río Blanco, Atemajac y la Escoba, además de la fábrica de papel el Batán.




Primogénito de Francisco Martínez-Negrete Cortina (1869-1944) y Ana Palomar Corcuera (1873-1939, hija de don Agustín Palomar y García-Sancho, y Concepción L. Corcuera y Luna), Francisco de Asís (n.1894) sería al paso del tiempo hermano de José María (n.1895), Juan Nepomuceno (n.1896), Luis (1897-1904), José María (1898-1987), María del Refugio (n.1900), Francisca (n.1904) y Alfonso (n.1903), todos Martínez-Negrete y Palomar (hay algunas divergencias entre fuentes acerca de nombres y fechas).

Abajo, don Francisco Martínez-Negrete Cortina y Ana Palomar Corcuera, padres de Francisco Martínez-Negrete Palomar, por 1898.


Terminados sus estudios, el ya ingeniero Francisco Martínez-Negrete y Palomar incursionó en la edificación residencial, trabajando con el arquitecto Pedro Castellanos Lambley – uno de los más prolíficos arquitectos tapatíos– en la Casa Quiñones, edificada Av. La Paz 2231 esquina con Av. Unión –Colonia Lafayette– en Guadalajara. Con Castellanos, Martínez-Negrete edificó una casa –con resabios “Decó”– que fue de los primeros ejemplos de arquitectura moderna en la ciudad, y de indudable influencia para la carrea de Francisco.



Francisco Martínez-Negrete y Palomar contrajo nupcias en 1924 con Laura Cornejo Canalizo (1899-1986, hija de don Carlos C. Cornejo y Carlota Canalizo) y fijó luego residencia en la Ciudad de México, en el Nº2 de Revillagigedo. Parte de los convenios matrimoniales, incluía la entrega de un terreno en la calle de López, a fin de construir ahí un edificio para renta de departamentos, así como el traspaso de la mitad de un amplio terreno “campestre” (la otra mitad se entregó a Alfonso Cornejo, hermano de Laura), en lo que había sido el “Jardín California” –a un lado del casco de la hacienda de San Francisco de Borja– zona que ya para entonces formaba parte de la Colonia del Valle…

Para 1926 –cuando decidieron edificar una casa en el “Jardín California” –, la pareja vivía ya en la calle de Cozumel Nº68, y ya ahí nació –en el Hospital inglés– Laura Martínez-Negrete y Cornejo el 17 de mayo de 1925.


En su descomunal crecimiento, la ciudad de México ha desbordado por completo los términos que por más de 300 años marcaron sus límites; para ilustrar, arriba reproduzco un fragmento del magnífico plano –parte de la Colección Orozco y Berra, Nº2161– fechado en 1866 y firmado por Román Cañedo como “Plano topográfico para señalar el camino de fierro de México a Tlalpam” en que se distingue arriba (al norte) la mancha urbana de la ciudad de México y abajo (al sur) el “Pedregal”, frente al que se nota la zona del poblado de Coyoacán (la calle urbanizada es lo que ahora llamamos Francisco Sosa); la gran calle vertical es lo que ahora conocemos como Calzada de Tlalpan y a la izquierda se distingue la mancha urbana del pueblo de Tacubaya, muy cerca de Chapultepec -con su cerro-. Con un asterisco, he señalado el casco de la Hacienda de San Francisco de Borja, sitio aledaño al que se edificaría la casa Martínez-Negrete/Cornejo y cuyos límites –en su período de apogeo– se extendían desde Mixcoac hasta las cercanías de Tacubaya, llegando al oriente a las cercanías de Santa Cruz Atoyac y los límites de la actual colonia Narvarte.

Aquella hacienda de San Francisco de Borja –que en general se conoce simplemente como “San Borja”–, se consolidó cuando la Compañía de Jesús adquirió ranchos y terrenos lindantes y la pronunció hacia 1683, incluyendo los poblados de origen prehispánico, San Lorenzo Xochimanca y Tlacoquemécatl; a pesar de las dificultades para proveerla de agua, durante varias décadas los jesuitas la forjaron como hacienda altamente productiva, hasta que Carlos III decidió decretar la expulsión que se ejecutó entre la noche del 31 de marzo y la mañana del 2 de abril de 1767. Luego de aquella remoción, los bienes y tierras pasaron a manos del “Fondo de Temporalidades” y puestos en subasta cuando en 1782 el primer marqués de Selva Nevada –don Manuel Rodríguez de Pinillos y López Montero– compró la hacienda San Francisco de Borja y el rancho de Jesús del Monte. Menos de cuarenta años después y por disposición de la II marquesa –doña Josefa Rodríguez de Pinillos y Gómez Rodríguez de Pedroso–, “San Borja y sus anexos” se vendieron al coronel Pedro Antonio de Acevedo que la entregó luego a sus hijas y sus descendientes.


Arriba, el “Plano de la hacienda de San Borja” croquis firmado por el ingeniero Jacobo Mercado con fecha 1888 y que pertenece a la Mapoteca Orozco y Berra de la Dirección General de Información Agropecuaria, Forestal y de Fauna Silvestre de la secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos. De lo delineado, apenas el casco de la hacienda sobrevive –aquí ya asimilado al “Rancho de los Amores”– aunque aún pervive el trazo diagonal que se marca como “Camino de Mixcoac para el rancho de los Amores” y que ahora llamamos Avenida Porfirio Díaz.

De haber interés en profundizar en la historia de la hacienda, me permito sugerir el magnífico libro de María del Carmen Reyna con la historia de esa hacienda: “Formación y desintegración de la Hacienda de San Francisco de Borja” que se puede consultar en la página de la mediateca del INAH en: (Ver)  



Arriba y abajo, fotografías de un fragmento de lo que aún se conserva de aquel casco del S.XVIII, que forma ahora parte del internado para niñas “Gertrudis Bocanegra de Lazo de la Vega”, sucesor del “Internado para Hijos del Ejército” creado en 1935 cuando se expropió para ese fin lo que había sido el colegio religioso "San Borja”; el edificio colinda ahora hacia el Sur con las instalaciones de Radio Educación (que fuera parte del vergel de la Hacienda) y hacia el Oriente con la Escuela Secundaria Diurna No. 38 “Josefa Ortiz de Domínguez” y con la Secundaria Técnica No. 14 “Cinco de Mayo” (parte de los macheros y patios originales).



Al paso del tiempo, la que había sido enorme propiedad de “San Borja” fue dividida en ranchos –de los Amores, Colorado, de los Pilares– y parcelas de menor dimensión para disponer su venta; para mediados del S.XIX la “Compañía Colonia California S.A.” promovió la comercialización de Terrenos Campestres en torno al parque –lo que había sido el vergel– en un desarrollo con más de 400 mil metros cuadrados, pero la aventura no alcanzó suficiente éxito, hasta que a manos del ingeniero Guildebardo Cordero se relanzó como “La nueva colonia Del Valle S.A.”, solicitando en 1910 el permiso correspondiente ante el Ayuntamiento…

Abajo, el fragmento superior del magnífico plano anónimo “Nueva Colonia del Valle S.A.”, en que se presenta el trazo propuesto para esa colonia por 1910; al norte –arriba–, aparecen las colonias Roma y Escandón, mientras que al poniente –a la izquierda– los límites de algunos ranchos y propiedades que habían formado parte de la vieja hacienda; abajo, aparece el poblado de Mixcoac, e interrumpiendo el trazo el poblado de "Tlacoquemeca". Nótese que la Avenida de los Insurgentes (como prolongación de la Avenida Veracruz en la Colonia Roma) aún no tiene el trazo continuo que adquiriría para 1920. Un asterisco marca el sito donde para 1936 se edificaría la casa, en terreno propiedad de don Carlos C. Cornejo.


Aunque en la propuesta, el rasgo de la retícula ortogonal para el fraccionamiento de 428 mil 408 metros cuadrados se esforzó por ser regular (con manzanas de 25,000m², de 100 x 250m), el resultado final establecería manzanas de dimensiones casi únicas, aunque las avenidas Norte/sur distribuyeran la retícula con intervalos de 100m casi constantes.

Así, “La nueva colonia Del Valle S.A.” ofreció desde 1911 un fraccionamiento campestre, con lotes de 2,500m² como mínimo, en los que el propietario debía edificar una sola casa-habitación y dedicar el resto al cultivo de árboles frutales y hortalizas. Además de abastecer de agua y servicios, la Compañía implementó el paso de un tranvía eléctrico que comunicaba la ciudad con Coyoacán –desde Av. Chapultepec pasando por Av. Veracruz (ahora Insurgentes) llegaba al poblado de Coyoacán por lo que hoy llamamos Av. México– y esa amplia avenida con su vía férrea, se transformaría en la que hoy conocemos como la Avenida Coyoacán de la Colonia del Valle. Las operaciones de la empresa menguaron durante el mandato del presidente Madero y quedaron prácticamente detenidas desde 1913, aunque para 1921, las ventas parecieron repuntar…


Arriba, un fragmento del “Plano de la Ciudad de México formado por la Dirección de Catastro con sus datos más recientes” para 1929, que formó parte del Atlas General del Distrito Federal, en el que destaca -con línea oscura- la Av. Coyoacán, y donde he señalado como referencia el sitio donde se edificaría la casa Martínez-Negrete / Cornejo, con frente a Av. Coyoacán.
Resulta interesante hacer notar que ya aparece la Avenida de los Insurgentes y que las manzanas desde Eugenia hasta Pilares y desde Insurgentes hasta Santa Rita aún tienen las amplias dimensiones (cercanas a 25,000m²) del diseño original y no han sido subdivididas…

Desde 1926 varios grupos habían adquirido grandes terrenos en la colonia, destacando el “Club Deportivo Suizo de México”, que para ese año había ya comprado una propiedad en la esquina de las ahora calles Gabriel Mancera, Eugenia y Nicolás San Juan, donde la mesa directiva edificó desde 1927 una casa club y sus canchas deportivas –y es el terreno que a la fecha ocupa el Colegio Suizo de México, aunque compartiendo ahora el sitio con una tienda Soriana– que aparecen en la imagen de abajo. Algo similar sucedió con los Hermanos Maristas y su Colegio Francés, que desde 1918 buscaban ampliar el “Colegio Francés Morelos”, y adquirieron un amplio terreno entre las calles de Heriberto Frías, Torres Adalid, Nicolás San Juan y Concepción Béistegui, donde desde 1946 abrieron la nueva escuela que ahora conocemos como C.U.M.



También en 1926 se inauguró el nuevo “Galgódromo de la Asociación Mexicana de Carreras de la Colonia del Valle”, que tendría su primera temporada oficial en 1927 y que se estableció en la manzana limitada por las calles que ahora llevan los nombres de Ángel Urraza, Amores, Matías Romero y Av. Coyoacán. El predio había sido adquirido por don José Rodríguez M. asociado con don Carlos C. Cornejo, que además obtuvieron un par de predios en las manzanas aledañas.

En abril de 1928 se anunciaba que bajo la tutela de la “Compañía Mexicana de Carreras” iniciaba la temporada de galgos –probablemente deberíamos decir Lebreles– y El UNIVERSAL Ilustrado advertía que competirían 250 de los “más finos y veloces ejemplares” ….


Arriba, las gradas del Galgódromo (¿Canódromo?) de la Colonia del Valle en 1928; la arboleda que se ve atrás –que aún era conocida como “Jardín California” y correspondía al vergel de la vieja hacienda de San Francisco de Borja– limitaba la manzana que ahora está definida por las avenidas Ángel Urraza, Coyoacán y Amores, cruzada por Martín Mendalde. Abajo, otra toma del óvalo del “Galgódromo de la Asociación Mexicana de Carreras” en 1928; como referencia, la arboleda que se ve atrás limitaba la manzana que ahora está definida por las calles Amores, Matías Romero y Gabriel Mancera, cruzada por Manuel López Cotilla.


Los diarios anunciaban que las “Carreras de Galgos (Greyhounds) serían una ¡Gran Parada con 250 de los más finos y veloces ejemplares del mundo, perfectamente entrenados para perseguir la liebre eléctrica!” mientras que un artículo en El Universal apuntaba que “el galgódromo tiene un patio donde viven 250 galgos de carreras; todas las mañanas se les saca a caminar hora y media para mantener ágiles los músculos del animal”.


Y agregaba el anuncio:
Habrá carreras de galgos todas las noches a las 8:30 p.m. exceptuando los Lunes y Domingos. Matinées todos los sábados, domingos y días festivos a las 4:00 p.m. NOTA: Los trenes “Mixcoac” y camiones “Colonia del Valle” lo conducirán al Galgódromo de la Asociación, bajándose en la parada “California” …


Gran triunfo alcanzaría aquella pista que atrajo a multitudes que ya en 1929 desbordaban la capacidad de gradas y para el fin de la década, las carreras de lebreles habían pasado a ser un entretenimiento de gran reputación; el 4 de julio de 1930, la colonia americana residente en la Ciudad de México celebró en el galgódromo el día de independencia –fiesta a la que sonadamente asistieron doña Josefina Ortiz de Rubio acompañando al presidente Pascual Ortiz Rubio y Mr. Dwight Whitney, embajador de Estados Unidos–; días después, el 14 de julio de 1930 también, hubo otro evento similar en que la colonia francesa residente en la Ciudad de México festejó –como lo hacía desde 1880– la “Toma de la Bastilla en 1789”.


Aunque el óvalo de la pista ocupaba buena parte de la manzana –las carreras son generalmente de 500 metros (546 yardas) o de 630 metros (690 yardas) y duran entre 25 y 31 segundos–, la sección poniente recibía el amplio edificio de gradas, y la porción sur se dedicaba a las perreras y servicios complementarios y en la imagen de abajo, puede verse el muro que separaba la pista –usada aquí para una carreta de obstáculos aprovechando solo un tramo recto de la pista– y la torre de agua para abastecer las perreras.



El lunes 14 de diciembre de 1931 las gradas del Galgódromo se volvieron cenizas luego de un inesperado incendio que las consumió por completo; aunque por algún tiempo el ovalo de carreras había permanecido cerrado –aprovechado esporádicamente para carreras de caballo sin jinete, evocando el Hipódromo de La Condesa que había cerrado sus puertas desde 1921– Rodríguez y Cornejo decidieron abandonar la empresa y prepararon un nuevo plan de negocio en lo que ya se conocía como el “Ex-Galgódromo”.

Desde 1933 aparecieron anuncios en diarios y revistas promocionando el “Fraccionamiento Jardín Colonial”, donde “A la sombra de los conquistadores” podía usted construir su propia casa en una zona en que se “…disfruta de una atmósfera diáfana, aire puro,… y como fondo imponente la hermosa vista de nuestros legendarios volcanes…”


“Pero ahora, no como entonces, este Fraccionamiento tiene abundante agua que llega por enormes tubos de 31cms. Su drenaje moderno, expresamente construido, es independiente. Sus calles nuevas están pavimentadas por los 4 costados con macadam bituminoso de 30 cms. El alumbrado eléctrico es de tipo ornamental. Cuenta con un amplio boulevard central, jardines, palmeras… y una urbanización completa. Frente a esta Fraccionamiento, pasan los mejores tranvías y autobuses de la capital.”


En la pista del canódromo y sus gradas, ahora había una calle interior, pasajes y 66 lotes…
Jardín Colonial, Av. Coyoacán 1000. - Ex-Galgódromo



Arriba, en una toma oblicua de la Compañía Mexicana de Aerofoto fechada en 1936, aparece la Colonia del Valle con la avenida Coyoacán al centro, amplio trazo por el que corría el tranvía México-Coyoacán; se distinguen además Mayorazgo (ahora Adolfo Prieto) y Amores, atravesadas por -de sur a norte o abajo hacia arriba- las calles Tlacoquemécatl, De los Pilares, Matías Romero, Calle del Triángulo (ahora Ángel Urraza), San Borja y otras más; un asterisco señala el sitio donde Francisco Martínez-Negrete y Laura Cornejo habían ya edificado su casa.

Como complemento, abajo aparece otra fotografía de la misma secuencia, en la que al centro se distingue el “Fraccionamiento Jardín Colonial” con la calle que ahora llamamos Martín Mendalde y una docena de casas ya edificadas; nótese que la calle no está abierta hacia el sur (abajo), terreno en que habían estado las perreras del Galgódromo (aún se distingue la “torre de agua”) y que don José Rodríguez M. conservó para sí. Arriba al centro de la imagen, he señalado el “Jardín California”, sito en que Alfonso Cornejo y los Martínez-Negrete habían ya edificado sus casas en la heredad de don Carlos C. Cornejo...


Es claro que la parte norte de aquella manzana –limitada por las calles de Mayorazgo (ahora Adolfo Prieto), Del Triángulo (ahora Ángel Urraza), Coyoacán y Matías Romero– conservaba aún parte de la densa arboleda de lo que había sido del vergel del rancho San Francisco de Borja y el punto en que el “Camino a Mixcoac” (ahora avenida Porfirio Díaz, en honor al hijo del presidente Díaz) llegaba a la hacienda formando un agradable acceso bordeado por añosa arboleda, al grado de que en las descripciones del terreno, invariablemente se hace referencia a “la sombra de un fresno gigantesco –descrito entre los árboles notables de México–”.



Como referencia, acudo nuevamente al “Plano de la Ciudad de México formado por la Dirección de Catastro... para 1929", que formó parte del Atlas General del Distrito Federal, en el que destaca -con línea oscura- la Av. Coyoacán, y donde he señalado como referencia el sitio donde se edificaría la casa Martínez-Negrete / Cornejo, con gran jardín hacia la Av. Coyoacán y a lo largo de la Calle del Triángulo.


Así, el terreno de los Cornejo estaba limitado al norte por esa 6º calle del Triángulo (ahora Ángel Urraza), El Camino a Coyoacán y paso del tranvía al oriente (ahora simplemente Av. Coyoacán)y la calle de Matías Romero al poniente –sin llegar a la 12º Calle del Mayorazgo (ahora Adolfo Prieto)–; la calle de Roberto Gayol que parte en dos la manzana, aún no existía; según entiendo, el terreno tenía un acceso frente a la calle Porfirio Díaz –que llevaba directamente a Mixcoac– por lo que la propiedad original debió tener cerca de 10,000m² y una parte sería aprovechada por los Martínez-Negrete / Cornejo.

En mayo de 1937, en el Nº10 de la revista SOCIAL –que con sus plateadas portadas costaba 50 Cts.–, aparecía don Francisco Borja Bolado como director y publicaba una entrevista a la Baronesa de Von Collenberg, notas acerca del “Baile del Club Banana” y las bodas Cusi/Escandón, Ordoñez/Bringas y Tazzer/Llamosa, así como reuniones y fiestas diversas, destacando el “Baile de la Coronación” que la Colonia Británica de México organizó “…en el University Club para festejar la coronación de S.M. el Rey Jorge VI y S.M. la Reina Elizabeth”…


Además de aquel sugestivo contenido, aparecía una descripción de la casa Martínez-Negrete/Cornejo donde el articulista –que no parece haber sido el propio Borja Bolado que andando el tiempo se encargaría de la sección– nos cuenta:
“Por señalada cortesía de sus dueños, SOCIAL ofrece a sus lectores, en esta ocasión, varios aspectos de la espléndida residencia moderna que, en el gran Parque California, heredad de la familia Cornejo, construyó y la ocupa el arquitecto don Francisco Martínez-Negrete en compañía de su esposa, doña Laura Cornejo de Martínez-Negrete.
A la sombra de un fresno gigantesco –catalogado entre los árboles notables de México–, la casa de los señores Martínez-Negrete levanta su construcción modernísima rodeada de jardines. Amplísimos ventanales, curvas y rectas, cortinas en tonos claros, he aquí los temas principales de la fachada de la casa.”


Al mirar la imagen, no puedo evitar recordar el limpio diseño que para el “grupo de casas para directores” preparó Walter Gropius en el conjunto escolar de la Bauhaus en Dessau por 1925 y que desgraciadamente serían destruidas durante la guerra…


No insinúo que haya elementos copiados, pero queda claro que la influencia de esa nueva arquitectura de vanguardia estaba presente en la mente de los Martínez-Negrete; podría dar contexto a la casa de la Colonia del Valle, cotejando la fachada que aparece en SOCIAL con la registrada en una fotografía cuyo negativo al margen indica: “Tipo de las primeras casas en la Col. Del Valle y Col Roma Sur”, fechado en 1935; la casa era diseño de los arquitectos Juan Galindo y Vicente Mendiola y es buen representante de lo que se edificaba en aquellos grandes terrenos campestres que desde 1921 comenzaron a subdividirse…


Y sigue con la casa Martínez- Negrete/Cornejo el artículo de SOCIAL:
Al entrar, un pasillo de comunicación al living-room, al hall y al comedor. Como fondo, sobria y graciosamente realizada, una escalera en espiral que conduce a la planta alta de la residencia.


De inmediato pienso en la “Villa Savoye” de Le Corbusier, una de las contribuciones más importantes a la arquitectura moderna en el siglo XX, terminada en 1929 y de la que seguramente los Martínez-Negrete tenían noticia y decidieron festejar...



La limpieza de las formas, dictados funcionales y mínimos elementos ornamentales aún no eran universos de diseño comunes en México, y salvo diseñadores de absoluta vanguardia como el arquitecto Juan O’Gorman -en sus casas para Luis Enrique Erro primero y los Rivera después-, se seguían los cánones académicos del siglo pasado o corrientes ornamentales que hacían más apetitoso el funcionalismo que iba a prevalecer.

Y continúa la descripción de SOCIAL en 1937:
Estamos ahora en el living-room. Pintura mural muy suave (marfil). Al fondo, gran espejo de continuidad, uniendo el gran mueble corrido que comienza con el sofá librero, continúa con el radio, la chimenea y termina con otro librero. Mesa baja de centro, en madera de Primavera, en su color natural, lo mismo que el mueble principal. Vasos con flores. Una lámpara. Nada más.


Me resulta interesante el “Nada más” como parte de la descripción, un guiño de admiración ante la simplicidad de diseño, que evoca lo que en Alemania –para la Bauhaus Masters' Housing, en Dessau– diseñaban Lucia Moholy y László Moholy-Nagy como “Estancia” por 1925, con varios innovadores muebles de Marcel Breuer. Desafortunadamente, el conjunto de casas diseñado por Gropius serían destruidas durante la guerra, y a pesar de haber sido reedificadas, no han recreado la atmósfera original; no dudo que los Martínez-Negrete conocieran y admiraran el trabajo de Gropuis, Le Corbusier, Moholy-Nagy, Brewer y Mies Van der Rohe, aunque aquí llaman más la atención Wilhelm Wagenfeld y Carl Jacob Jucker…


Lo que más me sorprende en ese living-room de la casa Martínez-Negrete, es la “lámpara Bauhaus”, objeto que en buena medida encarna aquella idea de que “la forma sigue a la función”, gracias al uso de formas geométricas simples (base circular, eje cilíndrico y pantalla esférica), que Wagenfeld y Jucker lograron con "la máxima simplicidad y, en términos de tiempo y materiales, la mayor economía". Todos los elementos de la lámpara son visibles y acusan su función; además, la pantalla de vidrio opaco -un tipo que se usaba comúnmente para iluminación industrial-, difunde mejor la luz.


La lámpara se produjo en el taller metalúrgico de la Bauhaus luego de su reorganización bajo la dirección de László Moholy-Nagy en 1923. El taller promovía el uso de nuevos materiales y favorecía la producción en serie bajo un enfoque colaborativo, más que individual. Los intentos iniciales de comercializar la lámpara en 1924 no tuvieron éxito, paradójicamente porque la mayoría de sus piezas aún se ensamblaban a mano en la Bauhaus. Hoy, la lámpara es ampliamente producida por Techno-lumen de Bremen, Alemania, y generalmente se la percibe como un ícono del diseño industrial moderno…

Sigamos con la descripción de SOCIAL en 1937:
Abajo, el hall, intermedio con el comedor. Los grandes ventanales curvos dan la grata impresión de tener el jardín dentro de la casa. Cortinas muy claras. Dos jardineras interiores, como prolongando el jardín. Banca central. Muebles ligeros, metálicos y de madera. Otra mesa de primavera. El piso de mosaicos en tapete, contrastando con el color del decorado.


Las amplias vistas hacia el sur y oriente deben haber hecho de este espacio uno de los sitios favoritos de la casa, y la sencillez decorativa lo hacen aún más atractivo; no solamente sorprende la esfera de cristal/florero -que aparece también en otras varias imágenes- sino llaman la atención las dos sillas: una, variación de la “Chaise MR Van Der Rohe”, producida de 1927 a 1931 y fabricada por Knoll; la otra, una “Silla RODO” (Director), diseño de Paul Rodocanachi diseñada entre 1931 y 1932.

Mirando hacia el lado contrario de la habitación, el texto de SOCIAL nos dice en sintético texto:
El piso de mosaicos en tapete, contrastado con el color del decorado. Muebles metálicos, tubulares, que dan ligereza y brillantez al conjunto. Obsérvese que la supresión de puertas y paredes divisorias permite que la planta baja, casi en su totalidad sea a la manera de un gran salón que sólo interrumpen, formando rinconcitos íntimos y gratos, las cortinas o el mobiliario.


Nuevamente en la imagen, muebles de clara influencia Bauhaus que recuerdan los diseños de Robert Slezák en la mesa del acceso y lo que fabricaba Mauser Werke en el modernísimo diván; al paso del tiempo, los Martínez-Negrete dejarían un amplio catálogo de muebles diseñados en el despacho, inventario que luego ampliaría Francisco Martínez-Negrete y Cornejo.

Y continúa la descripción:
Sigue abajo un ángulo del estudio del arquitecto Martínez-Negrete. Chimenea de tabiques curvados, en su color. Paredes con tela de yute, seccionadas con molduras en rojo lacre.


Perspectiva del estudio desde la puerta de entrada. A la derecha, ventanal sobre el parque. Al fondo, tras la mesa de trabajo, librero moderno con valiosas colecciones de obras profesionales de autores nacionales y extranjeros cercanos al arquitecto y su señora. En ésta, como en todas las piezas de la casa, sus dueños han conseguido magníficas realizaciones de iluminación natural que permiten, además, un constante recrear la vista en el espléndido decorado del parque que circunda la casa.



El texto de SOCIAL termina con una mirada a la zona privada de la casa:
En la alcoba principal: Muebles de avellano en su color. Decorado mural muy claro. Una gran ventana al parque. En la cabecera del lecho, fondo de tela gruesa en tablones anchos, planchados. Tapicería de los muebles a tono con el decorado. Tapetes de lana, blancos. En los burós, sustituyendo los compartimientos inferiores, lugar para los libros preferidos.



Lamento que las fotografías no sigan; casi quisiera ver tomas de baños y cocina, espacio que seguramente tendría algunas similitudes con la que para la Casa Harnischmacher -en Wiesbaden- diseñó Marcel Brewer en 1932…
Abajo, una foto de “Wolf und Lotte” que en 1933 fotografió la cocina de la casa Harnischmacher.




El Arquitecto Luís Martínez-Negrete egresó de la Universidad Nacional de México en 1932 y contrajo nupcias con María-Emilia Deffis en 1933.Ya desde 1935, la mancuerna de Francisco y Luis Matínez-Negrete habían entregado el “Edificio Rex” en el Nº28 de la Calle López, edificio de departamentos que se conserva como buen ejemplo del Decó en México y muestra que en la década del 30’ la pareja ejecutaba diseños para obras de muy variada apariencia.


También del período –1937-1940– están varios edificios de departamentos –como el de la esquina de Sadi Carnot y Antonio Caso Nº72– y varias casas en la Colonia Hipódromo-Condesa –como la que aún sobrevive en la calle de Aguascalientes Nº147 (información que agradezco a Iñaki Herranz M.)–, además de dos grandes residencias en Paso de la Reforma Nº453 una –ya destruida– y Boulevard de la Virreyes Nº605 la otra; edificadas ambas también en esa década y en estilo “Colonial/Nacionalista”, son muestra del amplio repertorio compositivo que el despacho podía ofrecer a los potenciales clientes.


Arriba, la casa del Paso de la Reforma Nº453 diseñada por el despacho Martínez-Negrete en 1937–desgraciadamente destruida–, mismo año en que terminaban la casa del “Jardín California”.

Para 1945, se dio un cambio importante en la Colonia del Valle, cuando varias de las manzanas del diseño original se dividieron a fin de crear predios de menores dimensiones y con nuevo acceso; la manzana del “Parque California” sería dividida por la calle dedicada a Roberto Gayol, mientras que se dio continuidad a Martín Mendalde y abrieron las cerradas Bartolache, Matías Romero y López Cotilla.


La casa Martínez-Negrete / Cornejo tenía ahora acceso por el Nº10 de Roberto Gayol, en que se edificó una nueva fachada alineada a la banqueta y muy sobrias líneas.

En la década siguiente, siendo ya jefe de proyectos don Julio de la Peña Lomelín –de 1938 a 1953–, “Martínez-Negrete y Asociados” alcanzaría lugar destacado en el diseño arquitectónico en México, con diseños tan relevantes como el edificio para “Square D de México SA” de 1946 –en la Avenida Coyoacán esquina con San Lorenzo (intervenido)– y el edificio para “Funeraria Gayosso” –en la calle de James Sullivan esquina con Rosas Moreno– intervenido, pero perfectamente reconocible.



Otra obra relevante por considerar en la obra de los Martínez-Negrete, es el Hotel BAMER/Banco Capitalizador de Ahorro –de 1949–, edificado frente a la Alameda y sobre Avenida Juárez Nº52 esquina con Luis Moya. El edificio de 18 pisos tuvo diseño de interiores de Arturo Pani y por años fue considerado el mejor hotel de la Ciudad; sobrevivió a los sismos y ahora -renovado y con nueva fachada- alberga departamentos.




Don Francisco de Asís Martínez-Negrete Palomar murió el 18 de abril de 1971, en su casa de la Ciudad de México, a los 77 años. La casa tenía ya como dirección en Roberto Gayol Nº8, atrás de la casa grande del Jardín California. Sería enterrado en el Panteón Jardín.


Al paso del tiempo se vendieron varias secciones del gran terreno de la casa, sitio en que se construyeron los edificios con frente a Av. Coyoacán Nº929, 921 y 917 así como Roberto Gayol Nº30.

La casa de 1936 aún se conserva, aunque rodeada de nuevas construcciones, dentro de un predio de 1,236m² y con frente a la Avenida Coyoacán Nº911…



Este Blog se hace gracias al apoyo incondicional de Julieta Fierro; está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado y de las que existe poca información publicada. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea mayor información, haga favor de contactarme e indicar el dato que requiere. A menos que se indique lo contrario, las imágenes provienen de mi archivo, que incorpora imágenes originales recopiladas al paso del tiempo, así como el repertorio de mi padre y parte del archivo de don Francisco Diez Barroso y sus imágenes de Kahlo; en general, he editado las imágenes a fin de lograr ilustrar mejor el texto. Si se utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–.



Conforme haya más entradas (¡Ya hay más de ciento treinta!), aparecerán en el índice de la parte superior derecha de esta página…



También se puede encontrar un índice general en: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2016/02/indice-de-grandes-casas-de-mexico.html