viernes, 10 de febrero de 2023

La casa de don Carlos Slim Helú en Manhattan, Nueva York.


Puesta en venta a principio de 2023, la que fuera Casa Duke –conocida también como Mansión Duke-Semans o Casa Benjamin N. y Sarah Duke–, es una típica gran residencia de la época dorada en los EEUU dentro de Manhattan, construida en el Nº1009 de la Quinta Avenida esquina con la calle 82 -este- en el Upper East Side, justo frente a The Metropolitan Museum of Art de Nueva York. Fue edificada entre 1899 y 1901 como parte de un conjunto diseñado por la firma de Welch, Smith & Provot en estilo Beaux-Arts y adquirida por don Carlos en 2010.


Don Carlos Slim Helú es conocido en México por encabezar al grupo “CARSO” y por su primer lugar como fortuna económica –poco más de 81 mil millones de dólares en 2022–, seguido por Germán Larrea, Ricardo Salinas y Alejandro Bailleres; con su familia, es la decimotercera mayor fortuna a nivel mundial, con cerca de la mitad de los recursos que se considera acumula el primer puesto, ocupado por Jeff Bezos.



Carlos Slim Helú nació en la Ciudad de México, el 28 de enero de 1940; hijo de Julián Slim Haddad –nacido Khalil Salim Haddad Aglamaz en el Líbano de 1888, bajo el yugo del imperio otomano– y de Linda Helú Atta –nacida en Parral, Chihuahua, en 1902–, ambos cristianos maronitas; en la Ciudad de México, don Julián Slim llegó a ser el propietario de la afamada mercería “La Estrella del Oriente” en la calle de Capuchinas, ahora Venustiano Carranza, en el Centro Histórico. Para 1926, Julián y Linda contrajeron matrimonio y cuatro años más tarde, nació su primera hija: Nour; para 1932, nació Alma seguida por Julián, José, Carlos y finalmente Linda. Así, seis hijos en total conformarían la familia Slim-Helú.




En los años 30’, don Julián adquirió para familia una residencia en la avenida México –esquina con la calle Laredo– frente al parque del nuevo fraccionamiento “Insurgentes Hipódromo”, casa en la que habitó la familia hasta que Carlos cumplió siete años, tiempo en que mudaron residencia al fraccionamiento Chapultepec-Polanco, a una casa que había sido edificada en 1941 por el ingeniero Félix Trigos Allende para la señora Esther Taunenbaum de Grunstein (Ver).


La casa en Calderón de la Barca Nº51 esquina con Luis G. Urbina, sería residencia de la familia Slim desde 1947, sitio en que habitó Carlos durante sus estudios en la Preparatoria número Nº1 –en San Ildefonso– y donde conoció a la que sería su esposa (Soumaya Domit), que llegó a vivir justo enfrente, al otro lado del parque. Arriba la casa Slim-Helú en la esquina de Calderón de la Barca y Luis G. Urbina; abajo la casa vista desde el balcón de la residencia de la familia Domit-Gemayel en la esquina de Emilio Castelar y Calderón de la Barca (Ver).


Carlos Slim Helú se tituló como ingeniero civil en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde en 1963 presentó la tesis con título “Aplicaciones de programación lineal a algunos problemas de ingeniería civil” y recibió el título ese mismo año, institución donde además impartió álgebra y programación lineal por algún tiempo.


Doña Linda Helú era amiga íntima de la señora Lili Gemayel de Domit y su familia que residían al otro lado del parque, particularmente adoraba a Soumaya –nacida en 1948–, la pequeña que se transformaría en su nuera. Así, Carlos Slim y Soumaya Domit contrajeron matrimonio el 28 de abril de 1966, luego de conocerse desde que ella era un bebé; Marcial Maciel ofició la misa en la que Carlos se casó con Soumaya: ella tenía casi 18 años y él 25.


Soumaya Domit Gemayel fue una hermosa muchacha que se transformó en una mujer generosa y amante del arte, y que sirvió como pilar fundamental al desarrollo de su esposo, abriéndole las puertas del arte y la conciencia social. Eventualmente, el matrimonio procrearía seis hijos: Carlos Jr., Marco Antonio, Patrick, Soumaya, Vanessa y Johana Slim Domit.


Para la década del 70, don Carlos edificó para la familia una residencia en el nuevo fraccionamiento “Bosques de las Lomas” –con inmejorable vista–, en terrenos que habían sido propiedad de Juan Torres Vivanco y fueron desarrollados desde 1968 por Octaviano Longoria y Carlos Trouyet; la casa de líneas modernas se apegaba a las ideas innovadoras del ingeniero Slim, pero tenía una muy singular característica que no necesariamente resalta ante el observador casual…


Construida la casa en un predio con cerca de 1,565m² en el Nº71 de Bosque de Granados –hacia el que tiene un frente de apenas 20m–, el terreno revelaba una imponente pendiente hacia las calles de Bosques de Jazmines y Moras que lo hacía casi imposible de aprovechar; encantado por el reto y queriendo beneficiarse de la magnífica vista hacia el norte (mirando hacia Lomas de Tecamachalco, Lomas de Chapultepec y Polanco), don Carlos levantó una impresionante estructura de concreto que crea una plataforma sobre la que se desplanta una construcción que parece haber sido concebida para un terreno totalmente llano…


En la casa se cuentan seis habitaciones en una sola planta, jardines y esa vista excepcional, además de una selección de Bonsái –(盆栽) literalmente bon = "bandeja" + sai = "árbol"– y por supuesto, parte de la colección de arte que la paciencia ha ido atesorando, en la que destacan obras de grandes maestros como Monet, Rodin y El Greco.

Desafortunadamente, luego de sufrir padecimientos renales que desde muy joven aquejaron a Soumaya Domit –a los 30 años recibió un trasplante de riñón donado por su madre, Lili Gemayel–, el cuadro se agudizó y en 1999 falleció a causa de un fallo renal, el 7 de marzo de 1999, a los 51 años de edad. Soumaya Domit de Slim ha sido inmortalizada en los museos que llevan su nombre (uno en el barrio de Loreto –que aprovecha las viejas instalaciones de una fábrica de papel– y otro en la colonia Granada inaugurado en 1994 –diseñado por su yerno, el arquitecto Fernando Romero– y parte de “Plaza CARSO”).



Evidentemente hay otras muchas propiedades donde ha residido don Carlos, pero quiero concentrarme en la sorprendente casa que adquirió en 2010, el Nº1009 de la Quinta Avenida esquina con la calle 82 en el Upper East Side, justo frente al Metropolitan Museum de Nueva York…


La casa, diseñada de origen por la firma de Welch, Smith & Provot, con proyecto aprobado desde 1899 y edificada el año siguiente, se diseñó en lo que por entonces se llamaba estilo Beaux-Arts con eclécticos interiores que acuden al renacimiento francés, y decorado que inicialmente contempló muebles de estilo Luis XV. La casa se edificó con siete plantas, para un total de 1,900 m² construidos en un terreno de poco más de 250m², de los que 30.5 metros dan a la calle 82 –fachada norte– y apenas 8.2m hacia la Quinta Avenida.


Arriba, detalle de uno de los planos originales de las fachadas hacia la Quinta Avenida, fechado 1899 y firmado “W.S.&P.”, que forma parte del archivo histórico de la ciudad de Nueva York.

La firma Welch, Smith & Provot estaba dirigida por el arquitecto Alexander McMillan Welch, en sociedad con Bowen B. Smith y George Provot. El estilo que identificaba lo diseñado por la sociedad eran sobrias casas adosadas, terminadas en ladrillo y piedra caliza, todo en lo que por entonces se llamaba “estilo neogeorgiano”; con una decena de conjuntos en su haber, la firma enfrentó un nuevo predio en la Quinta Avenida, con el diseño de una ristra de cuatro casas construidas entre 1899 y 1901 para la venta, financiadas por William y Thomas Hall dedicados a la promoción de bienes inmuebles.



En el terreno con casi 33 metros frente a la avenida y poco más de 1,000m² se edificarían cuatro casas con frentes de poco más de 8m. y fachadas mucho más ornamentadas que las que el despacho acostumbraba. Arriba, una tarjeta postal coloreada que muestra la imagen de la Quinta Avenida hacia 1903, mirando hacia el norte frente al Museo Metropolitano, donde a la derecha he señalado las casas que en 1901 se pusieron a la venta por William y Thomas Hall; abajo una fotografía tomada hacia 1933 desde el Parque Central y la explanada del Museo Metropolitano de Arte, que muestra las cuatro fachadas Nº1006 a 1009 de la Quinta Avenida.


Así, la cuatro residencias de la Quinta Avenida –con seis pisos (y sótano) cada una y eclécticos detalles académicos en variada decoración– se ostentaban en una situación privilegiada, en plena avenida epicentro del "Gilded Age" (la Edad Dorada) y gran atractivo para los millonarios de la ciudad.

Aunque no todos aplaudieron el diseño: El crítico Montgomery Schulyer, escribió en el número de octubre de 1901 de la revista Architectural Record, refiriéndose a la "cornisa de lámina pintada imitando piedra" de la casa Número 1009 -la esquina-, indicando:
We hold these truths to be self-evident … that, when a man goes into ‘six figures’ for his dwelling house, he ought not to make its upperworks of sheet metal. That is a cheap pretense which nothing can distinguish from vulgarity.”


La crítica no hizo mella alguna en las ventas, y los hermanos Hall vendieron rápidamente las cuatro residencias: El número 1006 fue adquirida por el presidente de un banco, William Gelshenen para su esposa, Katherine; Henry y Kate Timmerman, compraron el número 1007, mientras que William Augustus y Sarah Hall compraron el número 1008. El número 1009 en la esquina sería adquirida por la pareja más pudiente: el Sr. y la Sra. Benjamin Duke.


Benjamin Newton Duke –en la imagen de arriba con su esposa Sarah Pearson Angier y nieta Mary Duke Biddle Trent– era uno de los hermanos que dirigía la American Tobacco Company y financiaba la ya importante Universidad de Duke. Sorprendentemente, los Duke no ocuparon la casa por mucho tiempo y en 1909 se mudaron al Hotel Plaza, que les pareció más cómodo…

Desde ahí, encargaron pinturas al afamado artista español Joaquín Sorolla y Bastida, que retrató a los miembros de la familia; abajo aparece “Miss Mary Lillian Duke” (Mrs. Mary Duke Biddle, 1887–1960) fechada en 1911 que se conserva en el “Nasher Museum of Art at Duke University”.



Desde 1909 James Buchanan Duke –hermano de Benjamin– y su familia vivieron en la casa después, hasta que James mudó a su nueva mansión en la Quinta Avenida esquina con la Calle 78. Sorprendentemente, una sucesión de miembros de la familia Duke habitó en la casa en uno u otro momento hasta la década de 1970, cuando el inmueble se subdividió para ofrecer departamentos en renta; a partir de 1982 y gracias a las intervenciones del hijo de Mary Duke –y la restauración exterior que en 1984 ejecutó el despacho Gerald Allen & Associates–, el inmueble recibió la designación de “Inmueble con valor histórico” y “Landmark Protection Status”, estadio que evitará su destrucción...


Las casas contiguas no corrieron con tal suerte y a pesar de las protestas, las Nº 1006 y 1007 fueron destruidas en 1972, mientras que la Nº1008 -habiendo sido sustancialmente alterada- fue demolida en febrero 1977…
Un edificio de 22 pisos –“1001 Fifth Avenue”– ocupa ahora el predio de las tres casas aledañas.


De las pocas viviendas que se conservan sobre la Quinta Avenida, la casa número 1009 es hoy conocida como “Benjamin N. Duke House” por aquella primera familia que la ocupó, aunque la lista de propietarios recientes es notable. En 2006, un multimillonario llamado Tamir Sapir –opulento capitalista de origen georgiano cuya fortuna tiene inicio en el comercio de fertilizantes y petróleo rusos– compró la casa por 40 millones de dólares. En una criticada intervención, colocó dos esculturas a la entrada bajo la marquesina, intrusión que se revirtió en 2010.


En ese 2010, Sapir entregó la propiedad –por 44 millones de dólares– a don Carlos Slim. Aunque Slim ofreció en venta la casa en 2015 por 80 millones de dólares no hubo ofertas y se retiró del mercado, reapareciendo en enero de 2023…


Para quien visita The Metropolitan Museum of Art, –arriba, visto desde el punto más alto de la casa Duke, en una foto que apareció en la página de la agencia “Zilliow”– es inevitable sorprenderse por la casa que aún se conserva enfrente, en la esquina con la calle 82 y preguntarse:
—¿Cómo serán los interiores?


En la promoción de venta -tanto en 2015 como 2023- aparecieron imágenes de la casa totalmente vacía, mostrando el decorado de los salones, pero sin amueblado.

Hasta donde entiendo, no se han hecho públicas imágenes de la casa ocupada por don Carlos, por lo que solo se puede especular acerca de la apariencia interior de la vivienda; pero podemos aprovechar las imágenes que aparecieron en un documental en que se entrevistaba a Mary Duke Biddle Trent Semans, nieta de Benjamin Newton Duke en “1009 Fifth Ave, Mary's Remembrance”, cuyo hijo es quien restauró la casa y la registró por su valor histórico…




Las imágenes del documental pueden dar una clara idea del amueblado interior de la casa cuando los Duke la habitaron, particularmente del período en que Mary Duke Biddle era niña en los años 20’.

Abajo, el salón de primer piso, que mira hacia el poniente y justo hacia el acceso principal de The Metropolitan Museum of Art; en la imagen de 2010 he añadido parte de los interiores de 1920 que aparecieron en el documental “1009 Fifth Ave, Mary's Remembrance”.



Los diversos ambientes de la casa debieron ser espectaculares, aunque la casa no era de las excepcionales mansiones del período y las dimensiones más bien mesuradas. Abajo, uno de los ambientes del segundo piso con el salón de música en primer término; parte de los muebles se conservan en el “Nasher Museum of Art at Duke University”, incluyendo la pintura que se adivina al fondo.


También en el documental “1009 Fifth Avenue, Mary's Remembrance” se mostraba la biblioteca, albergada en segundo piso del ala poniente de la casa, de la que parecen conservarse los trabajos de carpintería, de magnífica factura.




Finalmente, y como simple ejemplo de las características de esa casa a principio de siglo XX, aparece abajo la recamara de la señora Sarah Pearson Angier de Duke, con un amueblado típico del período y que podría encontrarse en casi cualquier residencia de este tipo en el mundo.



Los espacios vacíos que se promovieron en las páginas que publicitaron la casa en 2015 pueden parecer interesantes, pero no dan una idea de las características y escala de la casa con amueblado completo; abajo el salón de segundo piso, que mira hacia el poniente y justo hacia el acceso principal de The Metropolitan Museum of Art; de interés los paneles pintados que decoran el espacio que mide unos sorprendentes 67m² (7.40 x 9.10m.) y 4.17m. de altura libre.


Para entender mejor la distribución –que puede parecer extraña, pero es típica de las edificaciones del período–, aparecen abajo cuatro de las siete plantas del inmueble con el arreglo actual, que unificó algunos de los espacios para dar mayor amplitud.


El gran vestíbulo anexo a la escalera funciona en todos los niveles a manera de antesala y distribuidor, y gracias a sus amplias ventanas y dimensiones, es espacio especialmente protagónico.



Uno de los sitios más llamativos del primer piso es el “Bow Window” del antecomedor, ventana curva que se proyecta sobre la calle 82 y permite mirar hacia ambos lados y disfrutar de las luminosas mañanas; es uno de los innumerables detalles ornamentales que se conservan intocados en el inmueble que en algún momento debió aparecer como en la fotografía de abajo.


Al exterior, el “Bow Window” –o “Ventana de arco”, que es una ventana de bahía (Bay Window) curva. Las ventanas en arco están diseñadas para crear espacio al proyectarse más allá de la pared exterior de un edificio y para brindar una vista más amplia a la calle o jardín exterior y por lo general, combinan cuatro o más ventanas abatibles, que se unen para formar un arco– es uno de los elementos ornamentales más conspicuos de la fachada, con magnífico trabajo en cantera y hierro, formando el remate oriente en la composición de la fachada.



Además del Bow Window, la restauración de 1984 de Gerald Allen & Associates rescató el ladrillo en fachadas, acabado que permaneció oculto por varias décadas y hacía del edificio una masa uniforme y sin interés; de hecho, las películas que ahí se filmaron en los años 70’ muestran una fachada gris, sin su distintivo colorido…


Por años me han fascinado las vistas que de la casa que aparecen en la película “The French Connection”, en que además de la magnífica marquesina se distingue el Museo Metropolitano que anuncia orgulloso la exposición “Masterpieces of fifty centuries” que se presentó entre noviembre de 1970 y mayo de 1971…


¡Qué tiempos aquellos en que el narcotráfico en los Estados Unidos se asociaba con Francia y no con México!


La casa también figuró en “Still of the Night” (si no mal recuerdo “En la quietud de la noche” en México), una oscura película de Robert Benton que apareció en 1982 con Roy Scheider y Meryl Streep como protagonistas.


Según los nuevos listados –“Redfin”, “Compass”, “Zillow” y “StreetEasy”–, la casa está en el mercado por 80 millones de dólares, por lo que la inversión de don Carlos se habría duplicado en los pasados doce años.



En 2011, don Carlos también adquirió en Manhattan otro inmueble residencial transformado en locales comerciales y sitio de exhibición; la que fuera residencia de Frederick C. y Birdsall Otis Edey en el Nº10 de la calle 56, entre la quinta y sexta avenidas, fue terminada en 1901, siguiendo el diseño del despacho “Warren & Wetmore” de los arquitectos Whitney Warren y Charles Delevan Wetmore –autores de proyectos tan relevantes como la “Grand Central Terminal” y “The Helmsley Building” en Park Avenue–.


Aunque modificada en planta baja, la magnífica propiedad –justo al lado del consulado de la República Argentina–, albergó por algún tiempo a la empresa de diseño “Felissimo”; cuando en 2015 “John Barrett Salon” rentó a Slim el inmueble, se generó algún problema legal al no pagar la renta pactada...


Un singular capítulo en la historia de esa casa, es que albergó a la afamada actriz Elizabeth Taylor en los años 50’ y por eso es ahora y desde 2019 sede de “The Elizabeth Collective”, una galería de “Maison Gerard”…




Este Blog se hace gracias al apoyo incondicional de Julieta Fierro; está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado y de las que existe poca información publicada. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea más información, haga el favor de contactarme e indicar el dato que requiere. A menos que se indique lo contrario, las imágenes provienen de mi archivo, que incorpora imágenes originales recopiladas al paso del tiempo, así como el repertorio de mi padre y parte del archivo de don Francisco Diez Barroso y sus imágenes de Kahlo; en general, he editado las imágenes a fin de lograr ilustrar mejor el texto. Si se utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–.


Conforme haya más entradas (¡Ya hay más de ciento treinta!), aparecerán en el índice de la parte superior derecha de esta página…



También se puede encontrar un índice general en: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2016/02/indice-de-grandes-casas-de-mexico.html
Ver






jueves, 2 de febrero de 2023

La casa de Paseo de la Reforma Nº1510 en Lomas de Chapultepec.


Sobre un terreno poligonal (de cinco lados) que casi llega a los 2,500m², limitado por la Sierra del Bacatete y el Paseo de la Reforma -Lomas-, lote 1 en la manzana 92 de la lotificación original, y justo frente a la glorieta que la Avenida de la Explanada crea al cruce con el Paseo, se conserva una casa que por largo tiempo fue referente de la arquitectura moderna y de vanguardia que el fraccionamiento “Lomas de Chapultepec” ostentaba.


Aunque por algunos años quedó en descuido, en este siglo y ya con altas cercas –y conservando dos magníficas “Yoloxóchitl” (magnolia o Talauma Mexicana)–, es punto de referencia ya que desde 2016 y por algún tiempo fue ocupada por la Embajada de la República de Kazajstán en México –a cargo de S.E. Andrian Yelemessov– y en noviembre de 2020 –durante las restricciones dictadas a causa de la pandemia– fue foco de grandes fiestas...




Las Lomas de Chapultepec fueron hasta 1921, parte de los terrenos de la hacienda de San Juan de Dios “de los morales”, propiedad de la familia Cuevas Rubio / Lascurain.

Abajo, el fragmento central de un plano fechado en 1871 (que se expuso en la Biblioteca Francisco Javier Clavijero de la UIA y que reproduzco gracias a la amabilidad de Joaquín Carral Cuevas), en que aparece la sección sur del levantamiento, donde se distingue la “Loma de la Pila vieja” –zona en la que hoy está buena parte de Lomas de Chapultepec– colindando hacia el sur con las tierras que correspondían al “Molino del Rey” y que ahora forman parte del Bosque de Chapultepec, el Panteón Civil de Dolores y la sección más alta de Lomas. Como referencia he señalado con un círculo rojo la Casa Grande de la hacienda, que se conserva como restaurante (Ver), así como el “Camino real” que llevaba a la casa y que hoy conocemos como Avenida presidente Masaryk; abajo, una estrella marca el sitio aproximado en que se edificó la casa de la que trata esta entrada.


Desde 1880 la hacienda pasó a propiedad de la familia Cuevas Rubio, y luego de la muerte de don Eduardo Cuevas Lascurain en 1920, la extensa propiedad se distribuyó entre los diversos fiduciarios, cosa que tendría trascendentes ramificaciones para con doña Ana Cuevas Lascurain y su esposo: Doña Ana Ambrosius (nacida Cuevas Lascurain) nació en 1876, en la hacienda de San Juan de Dios, hija de José Eduardo Cuevas Rubio y Ana Lascurain Gómez-Valdés de Cuevas y que casó el 24 de septiembre 1902 con Julio R. Ambrosius (Ambrocios en viejos documentos) dedicado a muy diversas ramas del comercio y especulación, y recibiera como herencia la “Sección V” de las tierras, que incluían la “Loma de la Pila vieja”.

En 1921 se creó la “Chapultepec Heights Company, S.A.”, una sociedad mercantil que contaba cinco socios, a la cabeza de cuyos accionistas estaba José Certucha (sic.), apoyado por Julio Ambrosius como vicepresidente; la sociedad contaba el respaldo capital de los norteamericanos Samuel W. Rider y Benjamin T., además de un ciudadano inglés -ligado con la tradición maderista y que en 1918 había casado con la hija del arquitecto Antonio Rivas Mercado-, de nombre Albert Blair.
La nueva sociedad mostró gran destreza en el negocio de la “urbanización moderna” al adquirir de la familia Cuevas y a precio francamente irrisorio (en varios documentos aparece como a centavo el metro), varias secciones de los terrenos que habían conformado aquella “Hacienda de San Juan de Dios”, específicamente la fracción sur de esa “Loma de la Pila vieja” y las barrancas de Barrilaco y Tecamachalco.

Así y desde diciembre de 1921, a través de la “Mexican International Trust Company”, “Chapultepec Hieghts”, ofrecía terrenos a $3.oo pesos el metro cuadrado, con el 20% de pago inicial y un plazo de sesenta mensualidades para saldar, o 20% de descuento al pago de contado y un 20% adicional si se construía en un plazo de seis meses. Al adquirir lotes desde 920 hasta 3,000 m², se ofrecían “calles pavimentadas, banquetas con tiras de zacate y arboleda, luz, agua y drenaje” en una “Urbanización perfecta de suelo firme” y libre de inundaciones…


El diseño urbano de aquella nueva colonia estuvo a cargo del Arquitecto José Luis Cuevas Pietrasanta, que habiendo estudiado en Oxford -Inglaterra-, se familiarizó con las propuestas de Ebenezer Howard, uno de los urbanistas utópicos que propuso el concepto del Garden City, –ciudad autónoma rodeada de un cinturón de áreas verdes–, patrón para resolver los problemas de hacinamiento y contaminación de las urbes en los países industrializados de final de siglo XIX. En México, además de obras diversas de diseño, Cuevas propuso y urbanizó los fraccionamientos Chapultepec Heights –en la “Loma de la pila vieja”– e “Insurgentes-Hipódromo” –en lo que había sido el Hipódromo de la Condesa– siguiendo esos muy novedosos lineamientos.

La parte alta del fraccionamiento de la “Chapultepec Heights Co. S.A.” (constituida ya como sociedad mercantil desde el 28 de septiembre de 1921) no tuvo el éxito esperado y para 1931 se hicieron varios intentos para atraer nuevos inversionistas. Así, en manos ya de “De la Lama & Basurto S.A.” y desde 1937 se dio la ampliación de Lomas de Chapultepec hacia los terrenos que antaño habían sido parte del “Molino del Rey”; ahí se edificaría nuestra casa, como parte de ese nuevo impulso inmobiliario…


Arriba, en una toma de la Compañía Mexicana de Aerofoto captada en 1938, aparece una vista de Lomas de Chapultepec, mirando desde el poniente, donde aparecen al fondo la Ciudad de México y el lago de Texcoco; en primer plano destaca la barranca de Barrilaco, y al centro de la imagen he señalado la casa frente al cruce de las avenidas Paseo de la Reforma, Explanada y Bacatete. Al centro izquierda, aparece el desarrollo original de “Chapultepec Heights” atravesado por el Paseo de la Reforma y a la extrema izquierda se distinguen los terrenos de cultivo que aún conservaba la hacienda de los Morales, donde ya desde ese 1938 se urbanizaba “El Superfraccionamiento Chapultepec-Polanco”, que se alcanza a distinguir frente al gran rectángulo del “Polo Club” (donde ahora están el Campo Marte y Auditorio Nacional).

La corriente que en ese fraccionamiento eventualmente se transformó en vanguardia resultó ser el “Spanish Colonial Revival”, que en California cundía en desarrollos como Beverly Hills, y en México se conoció como arquitectura Californiana y evolucionaría al estilo “Neo barroco” que tan popular se volvería en Polanco y la Colonia del Valle. Ese estilo permitía dar presencia a una versión del movimiento nacionalista con diseños que simultáneamente miraban orgullosamente al pasado colonial y a la vanguardista arquitectura de la California Hollywoodense; un buen ejemplo de aquella arquitectura en California fue la casa de la afamada actriz Irene Dunne -protagonista de éxitos como Theodora Goes Wild de 1936, con Melvyn Douglas, y The Awful Truth de 1937 (conocida en México como “La pícara puritana”).


En Lomas de Chapultepec, un buen ejemplo de esa arquitectura está en la casa que sobre el Boulevard de los Virreyes N°605 diseñaran la mancuerna de Luís y Francisco Martínez Negrete para la familia Valencia/De Anda en 1937, determinada también por amplios paramentos aplanados, detalles ornamentados con cantera labrada y hierro forjado, además de extendidos techos inclinados cubiertos con clásica teja española de mediacaña.


Muchos son los ejemplos que puedo dar de esos ensayos arquitectónicos el “Las Lomas”, pero baste saber que, con el paso de los años, las lomas que constituían el fraccionamiento se poblaron de una arquitectura sobria, que consolidaría la imagen –casi homogénea– que por años se tuvo del fraccionamiento; un ejemplo, es la vista que aparece abajo, que nos muestra la calle de Sierra Tarahumara –mirando hacia el oriente–, al cruce de la barranca de Barrilaco y la calle de sierra Tezonco que la bordea.



Es en ese contexto que desde 1936 se edificó la casa en la esquina de Sierra del Bacatete –homenaje al macizo montañoso en el Estado de Sonora donde hay pinturas rupestres– y el Paseo de la Reforma, sobre un terreno con 2,491m² –lote 1 en la manzana 92 de la lotificación que para 1928 se había emprendido–. Como referencia, abajo aparece el “Plano completo del nuevo fraccionamiento de Lomas de Chapultepec” (51 x 81 cm.), publicado por "J. R. Guadarrama –Agente de Ventas–, México noviembre 5 de 1928"



La casa abrevaba en la tradición de las residencias californianas de la década anterior y retomaría la sobriedad de las grandes superficies aplanadas en fachada y las cubiertas de teja española que tanto habían agradado en México. Edificada al centro del amplio predio, con planta en forma de “L” y un evidente cilindro para señalar la escalera, la casa tendría dos niveles –con una opulenta doble altura en el “hall” central– y una sección de juegos y servicios en sótano, para acercarse a un total de 1,300m² construidos.


A muchos sorprende la peculiar disposición de la casa en el terreno, sin alinearse a la avenida y que pareciera responder a una orientación arbitraria que no hace caso de las calles o colindancias que la rodean; el frente principal responde a la glorieta que conformaban Reforma y Explanada y es, además, una clara disposición hacia el norte, orientación asumida a fin de proteger al resto de las habitaciones de la casa…

Al contar el terreno una colindancia en escuadra hacia el sur y oriente permitió tener tres grandes frentes libres hacia las calles y glorieta, por lo que la casa misma –con fachadas relativamente cegadas hacia el norte y el jardín de acceso–, permitió que el jardín íntimo y alberca quedaran protegidos por la propia construcción de ruido o miradas indiscretas.


Así, mirando hacia el norte, la fachada principal recibe entonces a los visitantes con muy sobrios paramentos que apenas ornamentan los vanos con marco de cantera labrada la puerta de acceso y pequeñas columnas salomónicas y herrería las ventanas y sus balcones; el centro de la composición lo ocupa el solemne volumen cilíndrico de la escalera que con ornamentado remate ancla la composición.


En ese sentido, la casa –aunque de menores dimensiones– tiene algunos equivalentes formales con la residencia de Virginia Hill, en que el famoso “gangster” estadounidense Benjamin “Bugsy” Siegel –creador del primer hotel y casino de Las Vegas, el Flamingo– habitó en Beverly Hills y donde fue asesinado en 1947.


La casa del Nº810 de North Linden Drive en Beverly Hills -arriba- centra también su composición en un gran volumen que contiene la escalera y marca la composición del edificio que se perfora con arcadas para las ventanas y balconcillos de las diversas habitaciones. En la casa de Paseo de la Reforma, las ventanas se definen con muy sobrios arcos de medio punto que apenas reciben ornamentales columnillas entorchadas con capiteles que parecerían querer ser de orden jónico…



En la planta baja, el ala oriente albergaría el salón formal y otros espacios para recibir -incluyendo la biblioteca-, mientras que hacia el lado poniente recibió el comedor y los espacios de servicio incluyendo garaje y cocina; abajo, el ala poniente de la casa donde se distinguen en la planta baja las ventanas de comedor formal (a los lados da la chimenea), antecomedor y cocina, además de estacionamientos cubiertos –un Lincoln modelo K de 1937 (¡V-12!) aparece al frente– y accesos a las zonas de servicio y sótano.


Hacia el sur y aprovechando el amplio jardín protegido, el diseño agrupa áreas privadas y al exterior incorporó un estanque que hace alusión a esa peculiar influencia mudéjar del “Spanish colonial” con un facsímil de la “Fuente de los Leones”, estructura que forma la delicia del Patio de los Leones (en árabe, بهو السباع‎), patio principal del palacio de los Leones, en el corazón de la Alhambra y que fuera encargado por el sultán Muhammad V del Reino nazarí de Granada, en el segundo periodo de su reinado y entregado por 1380.
La fuente nazarí da forma a la escuadra de la piscina, donde el piso se decoró con olambrillas (azulejo cuadrangular usado en la obra de solerías o pavimentos para uso decorativo) que resaltan la vistosa talla.


Aunque el facsímil de la fuente pudiera parecer peregrino, es parte integral de aquella idea que rescataba los elementos de la arquitectura novohispana y que en el proceso integraba fragmentos de aquella arquitectura de tradición árabe que habían formado la práctica peninsular; baste con mirar esas techumbres de la Alhambra que rodean el Patio de los Leones para entender que de ahí se inspiraban las cubiertas de teja de la arquitectura californiana…


Así, en la casa de Paseo de la Reforma Nº1510 se crea un jardín privado, casi un “Riyad” –que en el mundo árabe aparece como رياض -riyāḍ- 'jardines' y se refiere a una “casa con jardín de recreo”–, que suele ser un jardín privado en un amplio patio que generalmente tiene cuatro arriates, cuidada vegetación y un surtidor de agua al centro.

Entonces, desde el jardín de acceso y “hall” interior de la casa y su eje de acceso, se enlazan directamente con ese jardín de recreo gracias a una tribuna interior y un soportal, que permite contemplar el jardín sur o descender a su disfrute.



Al interior, la casa debió recibir a los visitantes con una asombrosamente decorada doble altura en el hall de acceso, que hacía gala de la tradición de ese ecléctico “Spanish Colonial Revival” que tanto fue favorecido en los años treinta. Abajo, aparece un espacio de ese estilo en una casa de Los Ángeles -California-, como ejemplo de los decorados que prevalecían en el período y donde además de los aplanados y decoración con hierro forjado en barandales, encontramos detalles ornamentales en azulejo, vitrales y acentos de inspiración virreinal.


Desgraciadamente en la casa de Reforma y Bacatete, buena parte de esos decorados se sustituyeron y apenas en la biblioteca podemos encontrar algunos de los elementos interiores que hicieron de la casa un ejemplo de aquella arquitectura “Californiana” en México.

Abajo el gran hall de acceso y su escalera con la decoración que recibió hacia 1975 en que se retiró hierro forjado en barandales y lámpara, azulejo en la escalera, así como mosaico rojo en el piso. A pesar de los cambios y aparecer sin muebles, el espacio sigue siendo sorprendente y diferente a la mayoría de los diseños del periodo, en que la curva de la escalera marca el eje de la doble altura…


Como complemento a la imagen anterior, aparece abajo otra vista -contraria- del gran hall; mientras que la fotografía de arriba mira hacia ala oriente que alberga el salón formal y otros espacios para recibir -incluyendo la biblioteca-, la imagen de abajo mira hacia el acceso principal y el ala poniente, donde que se da paso al comedor.


Siguiendo ese recorrido, aparece abajo el salón comedor que conserva aún la decoración de vigas, aunque otros elementos han sido sustituidos.



Mirando hacia el lado contrario, aparecen abajo dos tomas de la biblioteca que, aunque desprovista de libros, aún conserva la chimenea en cantera rosada –talla de uso generalizado en el período– y el magnífico trabajo de carpintería entablerada que atavía los muros e incluye talla para adornar puertas y ventanas.


Abajo aparece el salón con los cuatro arcos que miran al jardín norte y jardín de acceso; hasta donde entiendo, el plafón es parte del diseño original de la casa, aunque al paso de los años, candiles, decorados y amueblados han cambiado repetidamente.



Como ya se indicó, hacia 1975, el gran hall recibió un nuevo atavío con lambrines moldurados y trabajo en madera -de inspiración barroca- en planta baja y balaustres que resguardaran el segundo piso. Abajo aparece una vista que mira hacia el sur en el hall, en que aparece a la izquierda el salón, al centro el estrado interior que da paso al jardín, su soportal y permite salir al jardín; en la parte alta de la imagen se distinguen dos columnas toscanas del decorado original, la gran estancia que da al balcón sur y se separan los plafones luminosos que sustituyeron los vitrales.



La casa ha tenido altibajos de conservación, pero en el nuevo siglo recuperó algo de su garbo, cuando albergó la representación diplomática de la República de Kazajstán, más cuando encabezaron la inauguración oficial de la sede de en México el subsecretario de Relaciones Exteriores, Carlos de Icaza, y el embajador de Kazajstán, Andrian Yelemessov -que se albergó ahí con su familia-.


Así y desde 2016 fue ocupada la casa de Paseo de la Reforma 1510 también como residencia del embajador de la República de Kazajstán en México –S.E. Andrian Yelemessov –, representante de uno de los seis Estados túrquicos independientes y que pertenece a la región del Asia Central. Durante ese período, la fachada ostentó el escudo –azul y dorado– de la República de Kazajstán con dos caballos alados en torno a una yurta, además de la leyenda EMBAJADA DE KAZAJSTÁN y ҚАЗАҚСТАН ЕЛШІЛІГІ en letras doradas.



Durante 2019 la casa albergó innumerables eventos y reuniones, que aprovechaban sus amplios espacios para eventos publicitarios, aunque el proceso pareció terminar con la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2 y los efectos que en 2020 se comenzaban a sentir.


Ya desocupada y en noviembre de 2020, durante las restricciones dictadas a causa de la pandemia, se anunciaba que “Autoridades de la alcaldía Miguel Hidalgo interrumpieron una fiesta privada con más de 100 asistentes que se realizaba en la colonia Lomas de Chapultepec.”


Y seguía la nota con:
“El alcalde Víctor Hugo Romo anunció que el equipo jurídico de Miguel Hidalgo y la Gendarmería realizaron la suspensión del evento en el inmueble ubicado en Paseo de la Reforma 1510.”


La casa parapetada detrás de altos muros ha estado “En Venta” y “En Renta” por algún tiempo y promovida en diversas plataformas; no he logrado averiguar quién fue el propietario original o su diseñador, por lo que si alguno de ustedes lo sabe, agradeceré la información.



Este Blog se hace gracias al apoyo incondicional de Julieta Fierro; está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado y de las que existe poca información publicada. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea más información, haga el favor de contactarme e indicar el dato que requiere. A menos que se indique lo contrario, las imágenes provienen de mi archivo, que incorpora imágenes originales recopiladas al paso del tiempo, así como el repertorio de mi padre y parte del archivo de don Francisco Diez Barroso y sus imágenes de Kahlo; en general, he editado las imágenes a fin de lograr ilustrar mejor el texto. Si se utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–.



Conforme haya más entradas (¡Ya hay más de ciento treinta!), aparecerán en el índice de la parte superior derecha de esta página…



También se puede encontrar un índice general en: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2016/02/indice-de-grandes-casas-de-mexico.html
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