miércoles, 16 de septiembre de 2020

La casa de Friedrich y Emma Vogel en Orizaba 126, Colonia Roma.


Durante la última década del S. XIX, Friedrich Vogel y su esposa Emma llegaron a Orizaba con sus cuatro hijos y la intención de trabajar en un país lleno de oportunidades; Friedrich contaba instalar una cervecería y terminaría implementando cuatro y otras tantas novedosas fábricas de “hielo artificial”; inició sus trabajos en la que sería “Cervecería Moctezuma” de Orizaba, para luego crear “Germania” en Puebla, instalar “Porfirio Díaz” en Cuernavaca y rescatar “Estrella de Oro” en Guadalajara; luego de vender sus participaciones en las diversas empresas, el matrimonio y tres de sus hijos se apostaron en la Ciudad de México, donde Friedrich Jr. asistiría a su padre en la instalación de otra fábrica de hielo, mientras que Emma con su esposo instalaban un restaurante de comida alemana llamado “Gambrinus”. Desde 1909 edificaron sobre la 7° de Orizaba en la Colonia Roma, lo que afectuosamente llamarían Schloss Stolzenfels (Castillo de Stolzenfels) en honor al edificado en Coblenza y diseñado por el arquitecto Friedrich Schinkel para Federico Guillermo IV de Prusia.


Ligados por amistad a Victoriano Huerta, luego de la caída de su gobierno y frente a la turbulencia revolucionaria, parte de los Vogel dejaron el país para instalarse en Texas y California –EEUU– donde parte de la familia aún reside, mientras que los Vogel Torres permanecieron en el país. La casa en la esquina de Orizaba y Chihuahua fue vendida, y forma ahora parte medular del “Instituto Renacimiento” –es residencia de las Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento‒ y aunque ha sido razonablemente bien preservada, sufrió algunos daños luego de los sismos de 1985 y 2017, por lo que perdió ambos cuerpos de la gran torre en la esquina.



Quiero agradecer a Karla Hinojosa Berry la información que ayudó a iniciar la investigación y a doña Alma Rosa Chavolla Vogel las magníficas imágenes que permiten mostrar la historia de su familia. Agradezco también a Hilda Illescas –con su conocimiento de primera mano‒ el haberme orientado.



Hijo de Johann Georg Vogel y Mariana Sommer –miembros de la Iglesia luterana alemana‒, Friedrich Wilhelm Vogel Sommer nació en Barmen –zona del Wuppertal, al norte de Colonia y apenas a 80 K. al norte de Coblenza– el 21, 25 o 26 de Septiembre de 1858; Barmen es también sitio de nacimiento del reconocido filósofo e historiador Friedrich Engels, y es industriosa ciudad atravesada por el río Wupper, que había pasado de 30,847 habitantes en 1840 a 86,504 en diciembre 1875. Abajo, en una pintura de August von Wille, la ciudad de Barmen hacia 1870, cuando Friedrich Vogel contaba 12 años...


El nombre Vogel –que en alto alemán significa ‘ave’ o ‘pájaro’‒ es común en Europa central, y en holandés y askenazí es también el mote de personas a quienes les gusta cantar…

Friedrich Wilhelm Vogel ingresó como aprendiz a la cervecería de Carl Bremme –que fuera fundada en agosto de 1842 y desde 1848 se trasladó a la Reichsstraße de Barmen‒ y rápidamente se convirtió en magnífico operario y cervecero; Friedrich aprendió a manipular con gran habilidad la primera máquina de vapor que se había instalado ahí en 1876 y asimiló también la operación de la sorprendente máquina de refrigeración ‒ Kühlmaschine inventada por Carl von Linde‒ que se había emplazado en 1879.


Tradicionalmente, la elaboración de cerveza en los meses cálidos estaba prohibida y no se aceptaba el prepararla entre el día de San Jorge (23 de abril) y el día de San Miguel (29 de septiembre) ‒“Temporada de los calores”‒; la medida era sencillamente sanitaria, ya que las fermentaciones en temperatura alta y con variaciones en los tiempos de reposo, provocaban que las levaduras produjeran sabores desagradables. Esta prohibición se derogó en 1850 cuando los cerveceros bávaros comenzaron a guardar sus cervezas en pequeñas bodegas llenas de bloques de hielo que recogían durante el invierno en los lagos y estanques congelados.

Pero en 1875 llegó una nueva invención que cambió todo eso… ¡La “Linde Kaeltemaschin“!

El “Enfriador de Linde” pasaría a ser parte indispensable del proceso de elaboración de cerveza y complemento de los diversos aparatos purificación de agua y obtención de vapor que se instalaban al crear una cervecería; Carl von Linde asistió a la instalación de su primer aparato refrigerador por compresión en Barmen ‒en la cervecería Carl Bremme‒, donde como fluido frigorígeno se utilizó amoníaco desde 1876 y ahí, Friedrich Wilhelm Vogel estudiaría bien la operación del aparato y años después se dedicaría a instalarlos...

Recuérdese que precipitada por una disputa entre Prusia y Francia, en 1870 se había desencadenado la Guerra Franco-Prusiana; una consecuencia del conflicto fue la creación del Imperio alemán, que tuvo gran influencia en las relaciones políticas internacionales de las décadas siguientes. Así, los estados del sur se adhirieron a Prusia y Bismarck aprovechó el acto para coronar al rey de Prusia como emperador de Alemania ‒en el Salón de Espejos (Spiegelsaal) del Palacio de Versalles‒ y lograr así la integración de los Estados del sur como parte de una "pequeña solución alemana" con un reino unificado bajo Guillermo II de Alemania de los Hohenzollern.

Abajo, “Die Proklamation des Deutschen Kaiserreiches” de Anton von Werner, versión obsequiada por el Emperador Guillermo I de Alemania a Otto von Bismarck por su septuagésimo aniversario (1885).


Así, bajo el liderazgo de Prusia y de Bismarck, Alemania se convertía en una nación y una potencia mundial, y en 1871 los 39 Estados independientes se unieron: los reyes de Sajonia y Baviera, los príncipes, duques y electores de Brunswick, Baden, Hanóver, Mecklemburgo, Wurtemberg y Oldemburgo juraron lealtad al rey de Prusia ‒el Káiser‒ y con esa unidad se produjo un extraordinario periodo de energética expansión económica que tocaría a los Vogel.

Desde 1850 se habían comenzado a conurbar las ciudades de Elberfeld (centro histórico y comercial) y Barmen (más industrial) para formar el Wuppertal ciudad a lo largo del Río Wupper, al este de Düsseldorf and y sur del Ruhr, crecimiento que desde 1871 se disparó. Tras la integración de los Estados católicos alemanes en el sur y algunas zonas del este, el catolicismo, representado por el Partido de Centro, fue la principal amenaza para el proceso de unificación; los Vogel, ligados a la Iglesia Evangélica de Alemania formaban parte de ese grupo y hacia 1880 el joven Friedrich Wilhelm –acompañado de su hermano Otto‒ decidió viajar a América, donde varios grupos de emprendedores se abrían camino en el enorme estado de Texas…


Friedrich Wilhelm Vogel embarcó hacia Inglaterra y de Liverpool hizo el recorrido trasatlántico –probablemente en el “RMS Scythia” de la Cunard Line‒ para llegar a Nueva York a fin de 1880 y luego de una breve estancia en Allentown ‒Pensilvania‒, trasladarse a San Antonio ‒Texas‒ donde ya naturalizado como norte-americano y trabajó en la Behloradsky Brewery que en 1883 se transformaría en San Antonio Brewing Company ‒productora desde 1886 de la “Pearl beer”‒. Ahí, en la pequeña comunidad rural del Condado de Bexar, al norte de San Antonio, Texas –donde la vía que lleva al rancho, aún conserva el nombre de “Vogel’s Valley”‒, conocería a Emma Moegelin (n. 25 de septiembre de 1858 e hija de Friedrich Wilhelm “Fritz” Moegelin y Amalie Henrietta Schmidt) con la que contraería nupcias en 1881, y para el año siguiente vería el nacimiento de Friedrich (Jr.) Vogel Moegelin (n. 1882), primero de los cuatro hermanos que seguirían: Bertha (n.1883-), Charles (n.1885), y Laura (n.1887).

Abajo, la Behloradsky Brewery que se transformaría en la “Pearl Brewing Company” creada en 1881…



Para 1892, habiendo modernizado la “Pearl Brewing Company” e invitados por William Hasse, la nueva familia Vogel/Moegelin decidió trasladarse a México, y viajaron inicialmente a Orizaba donde se instalaba una nueva “Cervecería Alemana” que en 1894 daría paso a la “Cervecería Guillermo Hasse y Compañía”, creada por Henry Manthey, William Hasse, Cuno Von Alten y Adolph Burhard, y cuya producción inicial alcanzó los 15,000 barriles diarios.

En los últimos años del S.XIX la cerveza comenzó a sustituir al pulque en el paladar mexicano y gracias a su fácil conservación se elevó como la nueva bebida de elección, e impulsó el crecimiento de esa industria y la competencia de los productores, entre los que “Cervecería Alemana” destacó.


Arriba, en una imagen captada en 1898 cuando terminaban los trabajos de ampliación, la ya “CERVECERÍA MOCTEZUMA”; al fondo, la inconfundible silueta del “Cerro del Borrego”.

Para 1896 la cervecería se reestructuró como una Sociedad Anónima, y bajo el nombre de “Cervecería Moctezuma, S.A.” agregó capital alemán a través de los Señores Adolph Burhardt, Cuno Von Alten y Emilia Settekorn de Mantey, así como capital francés representado por Felipe Suberbie, respaldado por la Société Financière pour l'Industrie au Méxique.

Friederick Vogel fungió como Superintendente de esa cervecería, y luego de su reestructuración en 1896 los Vogel se trasladaron a Puebla, donde Friedrich instalaría una nueva producción.


En “Un primer acercamiento a la historia de la fabricación de la cerveza en Puebla: La cervecería Germania.”, Sergio M. Andrade Covarrubias, nos cuenta que:
“La cervecería Germania ‒fundada en 1895‒ se constituyó como una Sociedad Mercantil en Nombre Colectivo, formando parte de ella la señora Minnie Kroenlein, su esposo el señor Carlos Wagner, el señor Federico Vogel y el señor Luis Oliver, este último vecino de Tehuacán y quien aportó el costo total de la maquinaria valuada en 20 mil pesos, siendo traída expresamente de la ciudad de Milwuakee, E.U.A. por Vilter Manufacturing, Co. (aún en funciones). La señora Kroenlein y el señor Wagner aportaron 10 mil pesos, obligándose a solventar otra cantidad igual en el término de un año, contando a partir de junio de 1895. Por su parte, el señor Vogel quedó obligado a encargarse de la negociación y producción, aportando únicamente su ‘industria’, es decir su trabajo.”



“Germania” no solo producía cuatro tipos de cerveza –“Sencilla”, “Lager-Bier”, “Export-Bier” y “Culmbacher- Bier”‒ sino que además comercializaba parte de su producción en la maquinaria Vilter como «Fábrica de Hielo Artificial» que causó sensación en Puebla, sobre todo durante el verano.

A fin de siglo, la Secretaría de Fomento, Colonización e Industria, envió cuestionarios a las diversas empresas de México para conocer el tipo de materia prima que se empleaba en el proceso productivo… En el estado de Puebla, la Cervecería Germania indicaba que para 1900 producía 400,000 litros de cerveza y 450,000 kilos de hielo al año. El valor de esta producción fue de $48,000 y $7,000 respectivamente y el costo fue de $40,000 y $5,000. La empresa indicaba que para producir 400,000 litros anuales se utilizaban 3,500 kilos de lúpulo y 450,000 litros de agua. También se utilizaba cebada como materia prima pero sólo se señala que se adquiría en el país y que tenía un costo de $18,000; mientras que el lúpulo tenía un costo de $5,600 y se tenía que importar.

Funcionando Germania, la familia Vogel se trasladó a Cuernavaca, donde en 1898 don Friedrich Vogel sería nombrado vice-Presidente de la nueva “Compañía Cervecera Porfirio Díaz” propuesta por don Josef Wolf y se encargó de instalar y operar la cervecería y su fábrica de hielo.

La cervecera se asentó contigua a los “Ojos de agua de Gualupita”, un venero de alta pureza con la que se fabricó cerveza de calidad a un ritmo de 500 mil litros anuales…


La “Cervecería Porfirio Díaz” funcionó durante 12 años y dejó de producir en 1911, cuando fue liquidada, luego de un ataque de las fuerzas zapatistas; nos cuenta Carlos Lavín Figueroa que el edificio de la cervecería sería remodelado a mediados del S. XX para transformarlo en la “Iglesia de Gualupita” en Cuernavaca…

En “Handel, Verker und Industrie” (Semanario «Comercio, ventas e industria» de la comunidad alemana) con gran orgullo aparecía en 1902:
Weitere Bierbrauereien von grosserem Umfange die Cuanthmoc-Bierbrauerei in Monterrey aun die Chihuahua-Bierbrauerei. Ihnen folgen zwei Bierbraueree in der Hauptstadt Mexico, davon eine, die Central-Brauererei, erst n neuer Zeit fertiggestellt, zwei Deutchen carlos Fredenhagen und Caspar Einhaus, gehörig; ferner die Bierbrauerein in Puebla, Orizaba, Jalapa, Oaxaca, Mérida, Guadalajara, Leon, Torreón, San Luis Potosí, Hermosillo und eine neue Bierbrauerei „Porfirio Díaz“, iCuernavaca von einem Deutchen, Friedrich Vogel, ins Lebens gerufen.

Otras cervecerías más grandes incluyen la Cervecería Cuauhtémoc en Monterrey y la Cervecería Chihuahua. Les siguen dos fábricas de cerveza en la capital mexicana, una de las cuales, la Cervecería Central, recién terminada, pertenecen dos alemanes, Carlos Fredenhagen y Caspar Einhaus; también se lanzaron las cervecerías de Puebla, Orizaba, Jalapa, Oaxaca, Mérida, Guadalajara, León, Torreón, San Luis Potosí, Hermosillo y una nueva cervecería "Porfirio Díaz", en Cuernavaca, creada por el alemán Friedrich Vogel.


Además, daba cuenta el “American Brewer’s Review” de 1909 que:
A few years ago Mr. Fred Vogel started a brewery at Orizaba, Mexico, and notwithstanding his capital limited soon developed a flourishing business. The beer pleased the public, and the brewery grew and became prosperous. A little later, he again began on a small scale at Puebla, and the beer of his Germania Brewery speedily acquires extensive popularity. For the third time, Mr. Vogel is engaged in starting a brewery, the situation being at Cuernavaca, and the name of the enterprise the Cervecería Porfirio Díaz. He interested a number of prominent persons in it, among them, the attorney-general of the republic, Emilio Álvarez; a prominent banker, Salvador Miranda; a mine owner, J. F. Mathews, and a large importer, Josef Wolf. It may be confidently expected that under Mr. Vogel’s management this brewery also will soon occupy a respected place among the industries of our sister republic.


Desde 1890, Juan E. Ohrner, estableció la primera cervecería tapatía con un concepto empresarial (como Sociedad Anónima) en Guadalajara ‒la Cervecería Estrella de Oro‒, pero la imposibilidad de manejar correctamente los equipos, causó el cierre de la empresa apenas unos años después.

Con el capital acumulado en años previos, para 1900, don Federico adquirió con su esposa Emma la “extinguida Sociedad Anónima «La Estrella de Oro»” de don Eduardo Dondé –actuando como representante de la Sociedad‒ para crear “La Estrella de Jalisco” y así, Friedrich Wilhelm Vogel iniciaba el siglo con una nueva producción en Guadalajara, a la que además se agregaba también una Fábrica de Hielo.



Es probable que durante éste período, Friedrick Jr. ‒que ya rondaba los veinte años‒ haya conocido a la encantadora Angela Torres, con quien al poco tiempo contraería matrimonio. Friedrick Jr. mostraría una sorprendente concordancia con su padre, y desde 1905 lo acompañó en diversas aventuras empresariales.


Arriba y abajo, dos fotografías que agradezco a la señora Alma Rosa Chavolla Vogel en que aparecen su abuelo (arriba) y bisabuelo (abajo), y que forman parte de la colección de imágenes que amablemente me permitió consultar.

Con casi veinte años de intenso trabajo en México, don Friedrich Wilhelm Vogel Sommer había logrado una cómoda estabilidad y para 1908, con sus hijos ya crecidos y dos ya casados ‒ Bertha Vogel había casado con William Jedermann y en 1905, Freedrich Jr. con Ángela Torres, siendo el padrino y testigo del enlace un amigo de don Federico, que acababa de recibir el grado de general brigadier además de la Medalla al Mérito Militar y se llamaba Victoriano Huerta‒, decidió instalar con su hijo Friedrich una nueva fábrica en de hielo, que satisfaría las crecientes necesidades de la Ciudad de México, en una ciudad que se preparaba ya para festejar el centenario de la Independencia de México.


Asentado en el Distrito Federal don Federico se integró al Casino Alemán en la calle de López y frecuentaba con su esposa e hijos el Templo Metodista de la Santísima Trinidad de la calle de Gante, que aprovechaba el magnífico patio del convento de San Francisco y donde su propio hijo se había casado en 1905. Mientras tanto, decidió además financiar la instalación de un nuevo restaurante de comida alemana en el N°29 la calle dedicada a Miguel Lerdo de Tejada ‒a un costado del Palacio Municipal de Veracruz y a apenas unos metros del Der LuftBaloon (El Globo)‒ que manejaría Wilhelm “Billy” Jedermann, esposo de su hija Bertha Vogel.


El restaurante recibiría el nombre “Gambrinus” en honor al héroe de las leyendas europeas ‒y un icono de la cerveza y de su fabricación‒ al que canciones, poemas e historias describen como un rey, duque o conde de Flandes y Brabante. En la Ciudad de México, también fue inaugurado un homónimo en septiembre de 1904 por Atilio Bellato y estuvo en la segunda calle de San Francisco y el callejón de Santa Clara (hoy esquina las calles de Madero y Motolinía), donde compartía el local con el “Club Británico”.


Agregando el tradicional: „Wenn man will Gambrinus ehren. Muss man einen Humpen leeren.“
Si a Gambrinus quieres honrar, una jarra tendrás que vaciar.

Don Federico decidió además incursionar en la importación de automóviles y edificar para su esposa –incorporando también a su hijo mayor y su esposa en el diseño‒ una residencia permanente en la nueva ampliación “Sur” de la Colonia Roma, más allá de la avenida Jalisco –que ahora llamamos Álvaro Obregón‒ y sobre la evocadora avenida Orizaba –inicio de su periplo mexicano‒ y eje de la Colonia, en un magnífico predio con poco más de 1,180m² ‒agregando además otros 780m² que se dedicarían exclusivamente a jardín y podrían servir eventualmente para edificar otra casa‒, haciendo esquina con la calle dedicada a Chihuahua, y a apenas unos metros de la Plaza Ajusco, que prometía poblarse tan vistosamente como la Plaza Roma lo había hecho desde 1906.
El trazo y urbanización inicial de la colonia se había ejecutado desde 1904 por la Compañía de Terrenos de la Calzada de Chapultepec S.A., a manos de Eduardo Walter Orrín y Cassius C. Lamm (Ver ) que ya habitaban en la sección Norte del desarrollo; desde 1907 y con el impulso renovado de don Pedro Lascurain, se ofrecían en la “Agencia General de Ventas” del fraccionamiento ‒con oficinas en la Calle de Gante y a apenas unos metros del Templo Metodista‒ los magníficos terrenos de la “Colonia Roma Sur”.

Abajo, “Plano de lotes de la Colonia Roma” fechado en 1907, y que debió ser en el que los Voguel definieron su adquisición de 1908.


Además, la nueva ampliación prometía ser magnifica inversión, con Lewis Lamm –hijo de C. C. Lamm‒ edificando su nueva residencia sobre la avenida Orizaba (Ver), lo mismo que don Pedro Lascurain, que apenas unas cuadras adelante edificaba la suya en un novedoso estilo modernista (Ver).

Así, sobre el equivalente de cuatro predios y poco más de 1,960m², el diseño para una magnífica casa se encargó al ingeniero Torres Torija (sin que quede claro si al padre –Antonio‒ o al hijo –Manuel‒), que debía seguir la directiva de hacer un homenaje al magnífico Schloss Stolzenfels (Castillo de Stolzenfels) edificado en Coblenza frente al río Rin y diseñado por el arquitecto Friedrich Schinkel para Federico Guillermo IV de Prusia, que terminado en 1847 por Frederico Augusto Stüler ‒que además había ejecutado el diseño del Castillo Hohenzollern, 50 kilómetros al sur de Stuttgart‒ era sitio predilecto y evocación al reino unificado bajo Guillermo II...


¡Compleja debió haber sido la tarea de diseño, encargado para crear un castillo de evocación medieval en la Colonia Roma para iniciar el Siglo XX!

No se piense que la inspiración medievalista era algo extraño o fuera de lo común en el período; apenas a seis calles, en la esquina de la dedicada a Puebla y avenida Veracruz –ahora Insurgentes‒ se había edificado apenas tres años antes la casa que por entonces ocupaba el embajador de los EEUU y que años más tarde sería escenario de discusiones importantes respecto al presidente Madero…


Suponiendo que el diseño fuera ejecutado por el hijo, es interesante señalar que el ingeniero y arquitecto Manuel José Isaac Francisco Torres-Torija Mendoza nació en junio de 1852, cuarto hijo del reconocido ingeniero Antonio Torres-Torija Sánchez-Valverde; cursó ambas carreras –por separado‒ recibiendo los títulos correspondientes en 1894 y 1896. En enero de ese 1896, contrajo matrimonio con Raquel Díaz-Barreiro García-Moreno con quien engendraría al también ingeniero Manuel Torres-Torija Díaz-Barreiro, y en 1910 se mudaría también a la Colonia Roma.


El padre -don Antonio- era Ingeniero titulado en la Escuela de Bellas Artes en 1861, donde fue profesor desde 1863 hasta 1916; además fungió como jefe del Departamento de Obras Públicas de la ciudad de México de 1877 a 1903 y es recordado porque elaboró los planos de la Prisión de Lecumberri, edificio de gran relevancia que ahora alberga el Archivo General de la Nación. Por su parte Manuel Torres-Torija fue profesor de Matemáticas y Construcción, así como músico, poeta y prolífico teórico de la arquitectura.


En 1908 “El Arte y la Ciencia –Mexico‒” publicaba (mayo y agosto) las notas a su conferencia “Ventajas é inconvenientes de la carrea de arquitecto” de donde extraigo:
…he advertido ya que a arquitectura indica los momentos culminantes de la cultura humana, que cuando el arte llega á la perfección, los monumentos al multiplicarse y la belleza plática al esparcirse por doquiera, trasmiten á la posteridad, la historia palpitante de una época, de una raza o de un pueblo… Nada más interesante para el arquitecto que suscitar esta resurrección de los siglos pasados, que presenciar de nuevo, en alas de la imaginación y con la ayuda de una sana crítica, el desfile grandiosos, los esfuerzos pujantes del talento, los florecimientos desbordantes de la inspiración, las palpitaciones soberanas del genio que ha dejado un rastro inmortal en el templo helénico, en el arco romano, en la catedral, en la mezquita, en la policromía deslumbrante de los bizantinos, las fortalezas medioevales y en el arte esplendoroso del primer imperio.

A manos de este ferviente defensor del historicismo el Schloss Stolzenfels eigenthümer Fredrich Vogel (Castillo Stolzenfels propiedad de Fredrich Vogel) inició construcción en octubre de 1909 y sería terminado justo a tiempo para las Fiestas del Centenario de la Independencia de México, en septiembre de 1910.

Abajo, una sorprendente imagen que agradezco a la señora Alma Rosa Chavolla Vogel, en la que mirando hacia el norte, aparecen en primer término la calle se Zacatecas y la plaza Popocatépetl con su fuente en 1911; al fondo, la calle de Orizaba y al centro destaca el Schloss Stolzenfels ‒con su alta torre que además se refleja en el estanque‒ residencia de la familia Vogel-Moegelin, cuyos miembros se distinguen la derecha de la imagen.


Como sistema constructivo –que permitió edificar la casa rápidamente‒ el ingeniero Torres-Torija eligió muros reforzados con acero y entrepisos de vigueta metálica y bovedilla de lámina acanalada, con las fachadas recubiertas de tabique prensado y cantera trabajada en cintas y decorando los vanos. El sistema estructural era más común para edificios industriales, cosa que no debe sorprendernos dados los antecedentes de don Federico Vogel y agregar que en el período, el ingeniero Torres-Torija terminaba la edificación del Rastro de San Lucas, edificio revolucionario en estructura metálica y la construcción del Teatro Lírico en la calle del Águila (ahora República de Cuba) que inauguró don Justo Sierra.

La casa principal contaría 910m² construidos en tres niveles, además de un amplio edificio anexo con cocheras y habitaciones de servicio. Se decidió que en la esquina, la edificación tendría una torre con amplio mirador cubierto y que estaría coronado por una torrecilla sobre la que se levantaría un asta, sitio al que se podría llegar por una escalera en caracol.


Arriba, otra sorprendente imagen que forma parte del acervo familiar de la señora Alma Rosa Chavolla Vogel, en la que aparece la fachada poniente –hacia la avenida Orizaba‒ del Schloss Stolzenfels en una fotografía fechada en 1911; a la derecha, el acceso a la casa donde sobresale el amplio porche que da paso al edificio de cocheras y servicios. Es interesante notar además que sobre la torrecilla almenda –arriba a la izquierda‒ se distingue la bandera de la Confederación Alemana del Norte e Imperio Alemán y que en el balcón del salón de la casa, se reunió la familia para aparecer en la fotografía captada por Guillermo Kahlo.

A la magnífica serie de imágenes captadas en 1911, preparadas a manera de “carte de visite” y montadas sobre cartón, se agrega una toma en el acceso principal a la casa, en que aparece toda la familia frente a la puerta de entrada en los escalones de acceso.


En la toma –que nuevamente agradezco a la señora Alma Rosa Chavolla Vogel‒ aparecen abajo, en el derrame de la escalera, los tres nietos mayores de don Friedrich y Emma Vogel –Emma y Federico Vogel Torres, con Billy Jedermann Vogel‒; al centro de izquierda a derecha, Angela Torres de Vogel, Carlos Vogel Moegelin, doña Emma Moegelin de Vogel, William Jedermann y Bertha Vogel de Jedermann; arriba, Friedrich Vogel Moegelin cargando a la pequeña Martha Mercedes Vogel Torres, don Friedrich Wilhelm Vogel Sommer y su hija más joven, Laura Vogel Moegelin todos enmarcados por el porche de la casa. Al fondo, el reflejo de los vidrios emplomados que ornamentan la magnífica puerta de roble.

A muchos llaman la atención las dos figuras decorativas -“Los Negritos”-, ornamentos muy comunes en el período que más de un siglo después, parecen extravagantes…


En general, con sus cintas alternadas de tabique y cantera, la casa respondía a una ornamentación de interpretación historicista, que con el dentado parapeto de remate ‒a manera de la arquitectura militar medieval‒, intentaba recordar aquellos castillos que Frederico Augusto Stüler había restaurado para la casa de Hohenzollern; en las esquinas, el edificio se adornaba además con torrecillas –también almenadas‒ donde el tabique rugoso daba mayor robustez al conjunto, mientras que la gran torre mirador remataba la esquina con su sorprendente altura. En uno de esos parapetos almenados, sobre la fachada poniente y resaltando uno de los balcones, puede verse la fecha de terminación de la casa: -1910-


Hacia el Oriente y con vista a los jardines, la casa abría las varias puertas de las habitaciones en el piso alto sobre un balcón corrido, estructura que con sus bovedillas y viguetas, permite entender la estructura interior de los entrepisos, y asombrarse ante el dentado parapeto de remate y las torrecillas esquineras que adornan el volumen principal; además, la foto de arriba permite reconocer el remate de la torre, que sobre la base octagonal del mirador, lanzaba otro cuerpo de vigía -limitado también por torrecillas- sobre el que descansaba un asta bandera…


Contemplar esa esquina de la casa en 1910 debió ser memorable, más aún con el estandarte del Imperio Alemán ondeando en la cima…

Hacia la avenida Orizaba, el balcón de uno de los salones llama la atención por la ornamentación de influencia gótica, con pináculos que quisieran hacernos olvidar que dentro, la estructura es de acero y concreto.



Al interior, la casa se organizaa en torno a un gran “Hall” que articula los distintos espacios ceremoniales y da paso a una escalera ceremonial –de trazo imperial‒ que lleva a las habitaciones del piso alto. Esa escalera de magnífica talla en madera de encino, está iluminada por una impresionante vidriera que muestra una bucólica escena en que un heraldo anuncia con su trompeta la llegada de algún personaje al idílico castillo –probablemente una interpretación del Burg Hohenzollern (castillo Hohenzollern) en el Jura de Suabia‒, todo bajo el “Reichsadler” ‒Águila Imperial‒ con lo que parece ser el escudo Hohenzollern…


En el piso principal, destacaba el salón de recibir, con suntuoso y ecléctico decorado en el que molduras y plafones ofrecían perfecto marco al amueblado de influencia rococó; además del fastuoso espejo y las mesas de intricada talla y doradura, sorprende en la fotografía –que también pertenece al acervo de la señora Ana Rosa Chavolla Vogel‒ la fotografía del Káiser sobre la puerta que comunica al comedor…


Por su parte, el salón dedicado a comedor es un magnífico ejemplo del eclecticismo predominante en el período, y muestra además amueblado que claramente ilustra la afición de los propietarios; en el mueble trinchado, sobre el espejo, una colección de Bierkrügen complementa los diversos platos de la Porzellan-Manufaktur Meissen.

En la imagen de abajo, a la mesa aparecen en 1911 y de izquierda a derecha Bertha Vogel de Jedermann, Friedrich Jr. Vogel Moegelin, Laura Vogel Moegelin, don Friedrich Wilhelm Vogel Sommer, doña Emma Moegelin de Vogel, William Jedermann (esposo de Bertha), Angela Torres de Vogel (esposa de Friedrich Jr.) y Carlos Vogel Moegelin.



Durante 1911 y los disturbios que surgieron luego de la renuncia del presidente Porfirio Díaz, el interinato de Francisco León de la Barra Quijano y el triunfo de Francisco I. Madero, no se vieron grandemente afectadas las actividades de la familia, ni en Veracruz ni en la Ciudad de México.

De hecho, don Friedrich Wilhelm Vogel Sommer encabezó al grupo que agrupaba la Colonia Alemana en México para solidarizarse con los nuevos gobiernos. En la imagen de abajo, captada durante una reunión el 16 de septiembre en el “Hotel Jardín” –en la esquina de la 1° de Independencia y Calle del Colegio (hoy esquina de 16 de Septiembre con Eje Central)‒aparecen varios miembros de la Colonia incluidos Friedrich Vogel Sr. y Friedrich Vogel Jr.


Como bien nos cuenta el Dr. Javier Garciadiego en “Alemania y la revolución mexicana”:
Desde un primer momento los representantes del gobierno alemán fueron partidarios del derrocamiento de Díaz por Madero… En términos más concretos, Alemania apoyó la caída de Díaz por los beneficios que seguramente traería la buena relación entre la familia Madero y el Deutsch¬Südamerikanische Bank, el cual incluso fue acusado de haber respaldado un envío de armas alemanas para el movimiento maderista…

Además, aunque no fuese de la relevancia que adquiriría después, recuérdese que la familia Vogel-Moegelin tenía gran amistad con el general en retiro Victoriano Huerta, que desde 1909 había regresado a la Ciudad de México –desde 1907 se había trasladado a Monterrey, donde participó en la construcción del Hotel Ancira‒ e impartía clases de matemáticas; luego de la rebelión de Pascual Orozco, el Presidente Madero lo reincorporó con grado de General y puso al mando de las tropas del gobierno federal.


Arriba, en una imagen captada en el “Salón de música” de la casa Vogel de Orizaba 126, aparece un grupo de invitados; acompañan a don Friedrich Vogel, doña Emma de Vogel y su familia –sentados al centro‒ Victoriano Huerta y su hija Luz ‒sentados a la derecha de la foto‒.

Para cuando madero gobernaba, había pasado ya algún tiempo desde que don Fernando de Teresa había manejado su Delaunay Belleville –el primer automóvil en llegar al país‒ por las calles de la Ciudad de México. Para fin de 1912 Friedrich Vogel Jr. decidió incursionar en el armado de vehículos traídos de los Estados Unidos y con el apoyo de su padre entró en pláticas con la “Cameron Car Company” para importar las piezas de su Model 28, que por entonces se fabricaban en Beverly ‒Massachusetts‒, armar y vender los vehículos en México.



En febrero de 1913, toda negociación se detuvo abruptamente…

A la rebelión militar, sucedió la lucha que comúnmente llamamos “Decena trágica” en la que serían asesinados no solamente el Presidente Madero y Vicepresidente Pino Suárez, sino también el hermano y consejero del presidente Gustavo Adolfo Madero.

Y dice Wikipedia:
18 de Febrero: En el restaurante Gambrinus, a la 1:50 p. m., Gustavo A. Madero, quien se había reunido con el general Huerta para almorzar, fue sorpresivamente aprehendido por veinticinco guardabosques y llevado a La Ciudadela…
19 de Febrero: … Los prisioneros fueron conducidos por Joaquín Maas y Luis Fuentes ante la presencia de Mondragón, quien, en venganza por las muertes de Reyes y Ruiz, ordenó su muerte… y al filo de las 2:00 a. m., Gustavo fue cruelmente martirizado.


Ese 19 de febrero de 1913, luego de la renuncia de Presidente y Vicepresidente, se entregó el interinato presidencial al Secretario de Relaciones Exteriores de México –don Pedro Lascurain, que vivía a apenas cinco cuadras de los Vogel, también sobre la avenida Orizaba‒ y minutos después, el cargo era entregado al general Victoriano Huerta.


Y retomo al Dr. Javier Garciadiego que en “Alemania y la revolución mexicana” nos dice:
Ya en el poder pero sin el respaldo norteamericano, Huerta buscó y obtuvo el apoyo europeo, tanto de Inglaterra como de Alemania. En este sentido el resultado final fue el deseado por Von Hintze: la alianza méxico-germana… Los alemanes tenedores de bonos de la deuda pública mexicana no tenían el problema de que se pudiera desconocer el adeudo con ellos; así, se reducían a desear que en México hubiera un gobierno estable, sólido, cualquiera que fuera su bandera e ideología.
A finales de 1913, ya en obvio y abrupto declive, Huerta pidió a Von Hintze que mediara entre él y Estados Unidos, a lo que el representante alemán contestó que lo haría a título personal y sólo si pudiera ofrecer su renuncia y la elevación a la presidencia de Joaquín Maas, cuñado de Huerta y abierto germanófilo. Sin embargo, el usurpador no aceptó, pues creía poder permanecer en el puesto en tanto conservara el apoyo inglés.
En vano Alemania buscó que se aceptara un gobierno huertista sin Huerta y con apoyo norteamericano. Finalmente, el triunfo diplomático de mediados de 1913 resultó ser un espejismo. Lo que logró Von Hintze fue que cuando Huerta renunció, ya distanciado de Inglaterra, acudiera a Alemania en busca de ayuda para su huida.


El 15 de julio de 1914, el Congreso de la Unión aceptó la renuncia de Victoriano Huerta y en su lugar quedó Francisco S. Carbajal ‒Secretario de Relaciones Exteriores‒, quien negoció la rendición y disolución del Ejército federal y la entrada de los constitucionalistas a la capital. El 20 de agosto llegó entonces Carranza, y volviendo a lo que nos dice Javier Garciadiego, sorprende que:
La germanofobia carrancista continuó durante el tiempo en que Alemania fue acusada de ayudar a grupos contrarrevolucionarios o a Villa. Sin embargo, los actos carrancistas germanófobos no deben ser vistos como resultado de una decisión política central sino, en gran medida, como expresión de problemas locales de naturaleza política o socioeconómica. Así debe considerarse la propuesta de las autoridades de Colima respecto a expulsar al cónsul alemán Amoldo Vogel acusado de ser "insolente", intrigante, "opresor de las clases humildes" y cómplice de "los elementos reaccionarios que vegetan en el estado". De la misma manera deben interpretarse las acusaciones de germanofobia hechas a mediados de 1915 por los finqueros alemanes contra las autoridades carrancistas chiapanecas, quienes alegaron que sólo defendían los derechos de la colectividad…

Así las cosas, la bandera del imperio alemán no ondeaba ya en la casa de Orizaba 126, mientras que las circunstancias del día a día se hacían difíciles para los Vogel-Moegelin que ya habían visto cerrar la cervecería Porfirio Díaz de Cuernavaca desde 1911, la Fábrica de hielo “Centenario” de la Ciudad de México en 1912, mantenían estancadas las propuestas de inversión de 1913 y verían cerrar el restaurante de Veracruz en 1914, a raíz del desembarco de tropas Norteamericanas. De la Ciudad de México salieron los carrancistas al tiempo que entraban los zapatistas y días después llegaban las fuerzas de Villa…

Desde 1915 era claro que la lucha por el poder continuaría, ahora entre carrancistas, villistas y zapatistas. En diciembre de 1916, Carranza ‒virtual triunfador del conflicto‒, convocó a un Congreso constituyente y las cosas parecían tranquilizarse en la capital; al inicio del nuevo año, apareció una nota periodística, en la que se culpaba a los propietarios del restaurante Gambrinus el haber colaborado en la detención de Gustavo A. Madero y ser causantes de su asesinato, y con información equivocada se señalaba a Federico Vogel como propietario responsable.

Aunque el equívoco no tuvo consecuencias graves, para mayo de 1917 Friedrich Wilhelm Vogel Sommer solicitaba para él y su esposa Emma la documentación necesaria para salir del país rumbo a los EEUU. Su hijo Federico Vogel Moegelin, se quedarían con su esposa para atender los negocios familiares y trasferir propiedades, mientras que William Jedermann (esposo de Bertha) intentaba traspasar el restaurante…

A pesar de que la familia Vogel-Torres permaneció en México, la casa sería vendida y ellos los ocupantes que entregarían la casa; abajo con sus padres Federico Vogel y Angela Torres de Vogel, Gustavo, Emma, Otto, Guillermo y Martha Mercedes Vogel Torres –ésta última, madre de la señora Alma Rosa Chavolla, a quien nuevamente agradezco el permitirme publicar las imágenes de su acervo familiar‒.



Durante las siguientes dos décadas, y con la conclusión oficial del movimiento armado en 1921, la zona de la Colonia Roma volvió a ver la tranquilidad en su Plaza Ajusco, e incluso la conclusión del templo de la sagrada familia en la Avenida Orizaba, con su espigado campanario que ahora competía con el torreón y mirador de la casa; la que fuera casa Vogel permanecería prácticamente inalterada en su contexto, salvo algunas pequeñas modificaciones que al paso del tiempo resultarían de enorme trascendencia…


Los nuevos moradores colocaron nuevas lámparas en el acceso de la casa e hicieron algunas adecuaciones, entre las que sobresale el cerrar con ventanas el mirador de la torre en la esquina de Orizaba y Chihuahua; además, a fin de liberar por completo ese espacio, modificaron la escalera de caracol que permitía subir a la torrecilla y retiraron la armadura que la sostenía, sin percatarse que esas esbeltas vigas eran elemento fundamental en el soporte de la estructura…



Al paso del tiempo y terminados los disturbios de la llamada “Guerra cristera”, la casa fue entregada a la Academia Renacimiento –organización religiosa fundada desde 1910 por María del Refugio Aguilar y Torres como “Colegio del Santísimo Sacramento”‒, que desde 1917 funcionaba en una casa sobre la Av. Chapultepec N°183. Luego de la clausura de los colegios Eucarísticos en Julio de 1926, y renombrada la orden como “Religiosas Eucarísticas Mercedarias” las monjas ocuparían la casa de Orizaba N°126 como “Instituto Renacimiento” e iniciarían un ambicioso programa de ampliaciones. Emma Moegelin de Vogel murió el 6 de septiembre de 1937, sabiendo que su casa albergaba al Instituto Renacimiento.


Con el éxito de la empresa, no solamente se construirían varios edificios de aulas en lo que había sido jardín en la Casa Vogel, sino que la congregación adquirió terrenos aledaños, sobre los que paulatinamente se agregaron nuevos edificios para la educación a manos de las Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento.

Aunque el Instituto cuenta ahora con un terreno que se acerca a los 2,500m², en catastro, lo que fuera Casa Vogel cuenta ahora únicamente con los 509m² en que se desplanta. Afortunadamente, las Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento conservaron la casa en magníficas condiciones, haciendo al interior apenas las modificaciones indispensables para adaptar su uso.

Uno de los tesoros que conservan, es el magnífico vitral que sobre la fachada norte ‒hacia la calle de Chihuahua‒ ilumina la gran escalera; arriba ese vitral en una imagen que agradezco a Jeannette Escalera Burillon; abajo, un par de tomas captadas en las escaleras de acceso, con la familia Vogel en 1911 a la izquierda y a la derecha, ‒en una imagen que se divulgó en redes sociales‒ algunos estudiantes de Instituto Renacimiento, supongo durante la celebración de Día de muertos en el 2019...
¡110 años de historia!



A pesar del cuidado con que se ha conservado, la casa sufrió daños a causa de los sismos de 1985 y 2017; el cuerpo elevado en la esquina de Orizaba y Chihuahua perdió a torrecilla en Septiembre de 1985, aunque fue repuesto tiempo más tarde, recuperando el perfil del edificio gracias a que se usaron materiales ligeros para reconstruirlo. Desafortunadamente 32 años después, en septiembre de 2017, la torre/mirador –torrecilla incluida‒ se vino abajo.


De nueva cuenta la zona de la colonia Roma sufrió severo daños, y la que fuera casa Vogel fue uno de los testigos.

Se decidió no reponer ni mirador ni torrecilla, por lo que ahora la casa edificada desde 1909 presenta una serie de almenas donde antes hubo una torre.


La comunidad educativa Eucarística Mercedaria preserva ahora lo que se edificó desde 1909 como la casa de la familia Vogel Moegelin. Aunque para quienes pasean por la Colonia Roma o transitan apresurados por la Avenida Orizaba pasa casi desapercibida, esa edificación está repleta de historia…



Este Blog se ha hecho gracias al apoyo incondicional de Julieta Fierro; está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado y de las que existe poca información publicada. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea mayor información, haga favor de contactarme e indicar el dato que requiere. A menos que se indique lo contrario, las imágenes provienen de mi archivo, que incorpora imágenes originales recopiladas al paso del tiempo, así como el repertorio de mi padre y parte del archivo de don Francisco Diez Barroso y sus imágenes de Kahlo; en general, he editado las imágenes a fin de lograr ilustrar mejor el texto. Si se utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–.



Conforme haya más entradas (¡Ya hay más de un centenar!), aparecerán en el índice a la parte superior derecha de ésta página…





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