viernes, 29 de octubre de 2021

Casa de don Vicente G. Almada y Eloisa Salazar en Av. Ramón Guzmán.


La casa del ingeniero Vicente Almada y su familia fue magnífico ejemplo de la arquitectura neocolonial que se edificaba a final de la década de los años 20’ ‒aún como parte del eclecticismo imperante la década anterior‒ y noticia de la modernidad, en lo que llegaría como Spanish Colonial Revival, y que tan popular de volvería durante la década siguiente.




Don Vicente G. Almada García (n.1859) contrajo matrimonio con Eloísa Salazar Bojórquez (1863-1939) el 31 de enero de 1881 en Magdalena -Sonora-, y al poco tiempo llegaron Vicente (n.1886), Jorge (n.1889), Mercedes (n.1890), Alicia (1894-1977), María Luisa (1896-1973). De su trabajo como ingeniero en Sonora tengo pocas noticias, pero sé que desde 1921 trasladó su redencia a la Ciudad de México y en 1928 edificó una nueva casa para su esposa, cuando ya los hijos habían formado sus propias familias.


Esencialmente recordado por su intervención como funcionario público, el ingeniero Vicente G. Almada trabajó con el doctor José Manuel Puig Casauranc –Jefe del Departamento Central del Distrito Federal‒ como Director de Obras Públicas en el recién creado “Departamento Central”, y entre sus logros están el sorprendente “Plano de la Ciudad de México de 1929”, la “Escalera Monumental” del Edificio Municipal, sí como la creación del “Centro Social y Deportivo para Trabajadores en Balbuena” conocido ahora como «Venustiano Carranza», inaugurado en noviembre de 1929 y que aún llega a nosotros –aunque desafortunadamente mutilado‒ a unos pasos del edificio que alberga al Congreso de la República.


A instancia del presidente Interino Emilio Portes Gil, el 1° de enero de 1929 se fusionaron los servicios del Ayuntamiento de la Ciudad de México con los del Gobierno del Distrito Federal, creando el “Departamento Central del Distrito Federal” y como titular fue nombrado el doctor José Manuel Puig Casauranc ‒que había estado al cargo de la Secretaría de Educación Pública durante el gobierno de Plutarco Elías Calles‒; aunque seguiría algunas de las indicaciones de su predecesor ‒Ernesto Primo Villa Michel‒ Puig tuteló algunas obras significativas, aunque a fin de 1930 regresó a ocuparse de la Secretaría de Educación Pública durante la presidencia de don Pascual Ortiz Rubio. Por instrucción de Puig Casauranc, ese “Departamento Central del Distrito Federal” se encargó de terminar y difundir un nuevo plano –notablemente detallado‒ de la Ciudad de México en 1929, terminar aquel “Centro Social y Deportivo para Trabajadores en Balbuena” y erigir el encargo de la nueva “Escalera Monumental” central del Edificio Municipal que en 1910 había reformado el arquitecto Gorozpe.


El doctor Puig nombró desde enero de 1929 al ingeniero Vicente G. Almada “Director de Obras Públicas del Departamento Central del Distrito Federal”, por lo que a su cargo quedaron buena parte de la contratación y vigilancia de esas y otras varias obras, incluyendo ese “Atlas General del Distrito Federal –Obra formada en 1929…‒” en el que a decir de Enrique Krauze se hace “La Cantiga de las piedras”, un recuento donde “…un niño, a principio de los años cincuenta, entrevió la grandeza de la historia mexicana y aprendió a amarla a través de sus edificios.”; como parte de esa publicación, se anexaba el “Atlas General del Distrito Federal” –en dos tomos‒ y dentro se incluyó el asombroso “Plano de la Ciudad de México, formado por la Dirección de Catastro, con sus datos más recientes -1929- avalado por el jefe de esa Oficina de Catastro –F. Rodríguez del Campo‒ y aprobado por el propio Dr. Puig Casuranc.”


Arriba, la portada del “Atlas General del Distrito Federal –Tomo II‒” en la presentación de gran formato (61 X 41 cm.), publicada en 1930; dentro, entre varios otros documentos y fotografías, aparecía el “Plano de la Ciudad de México con datos de 1929”, con la mancha urbana de la Ciudad de México en ese momento. Ese plano –que aparece abajo‒ es un magnífico documento, que permite dar una clara idea de las dimensiones y configuración precisas de nuestra Ciudad al inicio de la década del 30’.




Abajo “El ingeniero Vicente Almada en su oficina del DCDF”, parte del acervo que conservo en casa; me fascina la disposición de la mesa de trabajo, en particular el par de teléfonos y el timbre para llamar al asistente. Además, detrás aparece exhibido con orgullo el “Plano de la Ciudad de México con datos de 1929…” de flamante creación.



Además, entre muchas de sus otras actividades, don Vicente publicó en 1930: "Ideas sobre la organización conveniente de la Dirección de Obras Públicas", que apareció en la “Revista Obras Públicas, año 1, núm. 1, enero de 1930” y donde hacía pública la nueva organización de la dependencia a su cargo, así como algunas de las ideas rectoras del doctor Puig...


No es de sorprender que en la portada apareciera una perspectiva de la “Nueva escalera del Palacio Municipal de la Ciudad de México”. Se ejecutó según proyecto del arquitecto Roberto Álvarez Espinosa y bajo su dirección, e inauguró en febrero de 1930 junto con la crujía central y el vestíbulo de acceso que reemplazaba los dos zaguanes que daban paso a los patio que en 1910 diseñara el arquitecto Manuel Gorozpe (Ver).


Con proyecto de 1906 y autorizado para edificarse en 1907 el diseño neocolonial para el remozado de las fachadas del Palacio Municipal, aprovechaba los trabajos de renovación que entre 1886 y 1889 habían realizado los arquitectos Emilio Dondé y Antonio Torres Torrija para las oficinas del Ayuntamiento, así como la suntuosa Sala de Cabildo con proyecto de Gabriel Guerra y pintura del plafón por Félix Parra, ejecutados en 1893. Los trabajos en fachadas habían comenzado en 1909 y el 30 de septiembre de 1910 fueron inaugurados por el Presidente Días las “Obras del Palacio Municipal” –aún sin terminar–, concluyéndose los patios en mayo del año siguiente. En 1930 se inauguraron las nuevas transformaciones en patios –con una crujía central‒ y la “Escalera Monumental” y al año siguiente, se agregaría otro piso al edificio…


Así, siendo presidente de la República Emilio Portes Gil y aún Jefe del Departamento del D.F. José Manuel Puig Casauranc, se diseñó y construyó la crujía central y agregó la escalera monumental del Antiguo Palacio del Ayuntamiento de la Ciudad de México, inauguradas en febrero de 1930 con gran algarabía; a instancia del propio Puig, la cartela en la escalera indica: “Gobernar a la Ciudad es Servirla”.


Arriba, el proyecto del arquitecto Roberto Álvarez Espinosa para la “Escalera Monumental”; más arriba, una imagen de los trabajos en los patios para la inclusión de la nueva escalera a fin de 1929. Abajo, la escalera central, como aparece ahora en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento. Desafortunadamente, en un arresto de “gasto superfluo” algún reciente Regente/Jefe de gobierno decidió incomprensiblemente eliminar el granito de los peldaños y sustituirlo con mármol de inferior resistencia…




Otra obra que involucró de manera decisiva al ingeniero Almada, fue la edificación del “Centro Social y Deportivo para Trabajadores”, siguiendo una idea que se venía gestando desde el gobierno de don Plutarco Elías Calles y la administración de Ernesto Primo Villa Michel, con el diseño de conjunto a cargo del arquitecto Juan Segura.



En aquel diseño, colaboraron el arquitecto Juan Segura –a cargo de quien corrió el diseño del conjunto y la dirección inicial de la obra‒ con los Arquitectos Marcial Gutiérrez Camarena, Mauricio de M. Campos y Nicolás Ramírez de Arellano (asesorados en la obra por el ingeniero José Fernández de Jáuregui, y la supervisión de los Ingenieros Lorenzo Fuentes, Alfonso Nieva y Lorenzo Zelaya), que tendría profunda influencia de la corriente que ahora llamamos “Art Decó” y notables analogías con el diseño urbano del entonces nuevo fraccionamiento “Hipódromo”.

Abajo, un fragmento del plano de la Ciudad de México –con datos de 1929‒ en que aparece marcado con el N°31 el “Centro Social y Deportivo para Trabajadores”.


Recuérdese que entre 1926 y 27 se había urbanizado la entonces nueva colonia de la ciudad en los terrenos que habían pertenecido al Hipódromo de la Condesa ‒el trazo definitivo lo realizaron en 1926 José Luis Cuevas y Carlos Contreras, y la obra por la “Compañía Fraccionadora y Constructora del Hipódromo de la Condesa S.A.”‒ que se inauguró el 26 de agosto de 1927 por el Presidente Municipal de México –don Arturo de Saracho‒ y en cuyo centro destacaba el Parque dedicado al General San Martín –que ahora todos llaman Parque México‒. También aquel 26 de agosto de 1927 se colocó la primera piedra de lo que se llamaría el “Gran Teatro al aire libre Coronel Lindbergh” inaugurado el 1° de junio de 1928 con diseño del arquitecto Leonardo Noriega.


El nombre del teatro era un gesto que pretendía ser conciliatorio por parte del gobierno de México ante el de los Estados Unidos, que durante la presidencia de Plutarco E. Calles se había enrarecido por un conflicto petrolero (a causa del artículo 27 constitucional y sus efectos sobre propiedades de las compañías petroleras). El embajador Dwight Whitney Morrow, invitó como “Embajador de buena voluntad” al famoso piloto Charles Lindbergh ‒primero en cruzar el Atlántico‒, que llegó a México el 14 de diciembre de 1927 y fue recibido por el propio Morrow, el General José Álvarez, don Roberto Pesqueira, así como grandes multitudes y por el propio Presidente Calles.

Los honores al piloto se extendieron hasta después de su partida el 24 de diciembre de 1927; y el 10 de enero de 1928 se aprobó ‒en sesión ordinaria del cabildo‒, la propuesta de nombrar al teatro que aún no se concluía en la nueva Colonia Hipódromo con el nombre del piloto norteamericano en honor a su proeza en aviación…


Así, el “Gran Teatro al Aire Libre Coronel Lindbergh” de la Colonia Insurgentes Hipódromo colocaba a la urbanización “…entre los mejores fraccionamientos del mundo” y se volvió símbolo a replicar en toda urbanización que se considerara de vanguardia y los ecos podrían verse incluso en el fraccionamiento Chapultepec-Polanco diez años después.

Al año siguiente, el “Centro Social y Deportivo para Trabajadores” incluiría también –como articulación del conjunto‒ un Teatro al aire libre de enorme superficie, con la idea de que los trabajadores tuvieran también sitio de esparcimiento y cultura. Ya el doctor Puig había indicado que esa construcción “…era de urgente necesidad para procurar el mejoramiento individual y colectivo de los trabajadores” para que contaran con un bienestar integral en el aspecto físico, intelectual y social ya que, de acuerdo con el informe redactado por el D.C.D.F: "…todo género de diversiones honestas, espectáculos deportivos y sociales, les han estado vedados por la penuria de sus recursos económicos".


A unos metros de la sede del Congreso de la República, al centro-oriente de la Ciudad de México, se distingue aún parte de lo que alguna vez fue el “Deportivo” más grandes de la capital, un Centro Social y Deportivo para Trabajadores que recibiría la dedicatoria "Venustiano Carranza" cuando se inauguró el 20 de noviembre de 1929, en el marco de los festejos por el “Aniversario de la Revolución Mexicana”.


Aquella inauguración corrió a cargo del entonces presidente de la República, Emilio Portes Gil y José Manuel Puig Casauranc ‒encargado de la administración del Departamento Central del Distrito Federal (D.C.D.F.)‒ que en su discurso insistió:
“Ya era de urgente necesidad para procurar el mejoramiento individual y colectivo de los trabajadores un sitio como éste para lograr un bienestar integral en los físico, intelectual y social” "…Aquí habrá todo género de diversiones honestas, espectáculos deportivos y sociales, actividades que les han estado vedadas por la penuria de sus recursos económicos".


Además de develar la placa a la entrada del conjunto, la ceremonia más importante sería una “Recreación Histórica” en el Gran Teatro al Aire Libre de las “…glorias de la civilización mexicana” e incluyó bandas musicales, cantos corales así como una puesta en escena de la “Fundación de México Tenochtitlan” con el desvelar del escudo del águila devorando una serpiente, y una procesión del emperador Moctezuma y su corte frente a un "Biombo escenográfico del lago de Texcoco y Tenochtítlan en 1519"…


Desafortunadamente el teatro se perdió cuando la parte oriente del terreno se entregó a la Secretaría de Seguridad Pública para albergar algunas de sus instalaciones, aunque tanto gimnasio como teatro/cine siguen operando y fueron recientemente remozados incluido el acceso por Av. del Congreso y se agregó una alberca techada.


Esas eran las labores del ingeniero don Vicente A. Almada en 1929 cuando decidió edificar en la Avenida Ramón Guzmán ‒apenas a unos pasos de la estructura del Palacio Legislativo en abandono y a punto de ser desmantelado‒, una nueva casa para su esposa –más cómoda y con las dependencias principales en un solo piso‒ donde poder recibir a sus hijos y nietos.

Abajo, la familia Almada Salazar hacia 1942 frente al Porche de la casa de Av. Ramón Guzmán, ya entonces asimilada a la Avenida de los Insurgentes -Centro-. Destaca al centro doña Eloisa Salazar de Almada (n.1864) con su hijo mayor Jorge Almada Salazar (n.1889 y que contrajo matrimonio en abril 1921 con Guadalupe Catalina Cervantes Olaguibel n.1895) y a su lado María Luisa Almada Salazar (1896-1973 que contrajo matrimonio en agosto 1919 con Antonio Quijano Sánchez 1894-1949). Les rodean además Vicente, Eloisa, Mario y Arturo, sus cónyuges y los 10 nietos.



Vicente Almada Salazar –segundo hijo de don Vicente y Eloisa Salazar, que también estudió ingeniería‒ ejerció una amplia carrera edilicia y es recordado entre otros logros por diseñar con José Rocha y en 1948 el “Edificio de departamentos Altamira”, en la esquina de Balderas e Independencia, edificio que aún conserva buena parte de su diseño original.


El edificio Altamira es uno de los ejemplos más representativos de la arquitectura neo-barroca que de tanto éxito gozó en la Ciudad de México a final de la década del 30’ y principio de los años 40’, y que estaría enormemente representada en colonias como Lomas de Chapultepec, Chapultepec-Polanco y Del Valle. La portada de acceso sobre Independencia, con vigorosa ornamentación labrada en cantera rosada, es aún el elemento distintivo del inmueble.



Como dije antes, don Vicente G.Antonio Almada García (n.1859) contrajo matrimonio con Eloísa Salazar Bojórquez ( 1863-1939) el 31 de enero de 1881 en Magdalena -Sonora-, y al poco tiempo llegaron Vicente (n.1886), Jorge (n.1889), Mercedes (n.1890), Alicia (1894-1977), María Luisa (1896-1973). Justo en el período anterior a ocupar la Dirección de Obras Públicas del Departamento Central del Distrito Federal en 1929, don Vicente edificó una nueva casa para su esposa, cuando ya los hijos habían formado sus propias familias. La edificación estaría rodeada de jardín y emularía la casa que don José Manuel Piug había construido para sí, en esa singular corriente estilística que pretendía recordar las magníficas construcciones Coloniales que se edificaron en la Nueva España, y serían propugnadas durante los primeros años de la urbanización de “Chapultepec Heights”.

Abajo, una de esas casas sobre la Ampliación del Paseo de la Reforma –esquina con Erie (ahora Montes Escandinavos)‒ que se hacían eco de la muy popular corriente del “Spanish Colonial Revival” que en la California de los EEUU causaba sensación durante los años 20’en “Hollywoodland”.



Así, la casa edificada por el ingeniero Almada, abrevaba en la tradición de rescate colonial, y retomaba además elementos de la tradición andaluza, todo pasado por la fantasía Californiana y las ideas fantásticas que en el jardin des Colombières proponía Ferdinand Bac desde 1925 en “Les Jardins Enchantées”.

La casa se desarrollaría en una sola planta principal sobre la que se desplantaba una recia Torre-Mirador protegida por techo a cuatro aguas y cubierto de teja, que pareciera querer mirar hacia las llanuras de Andalucía. En la imagen de abajo, la volumetría de la casa que vista a detalle permite descubrir –a la extrema derecha‒ la estructura central del Palacio Legislativo que se transformaría en Monumento a la Revolución…


El “hall” central -bajo la torre mirador-, era el espacio que articularía y distribuía hacia el resto de la casa, ligando pórtico con estancia, comedor, escalera que permitía subir al mirador, y el acceso a la recámara principal.

Muy a la manera de la usanza “neocolonial” del momento, el salón con viguería se aderezó con toques que recordaban el pasado novohispano y barroco, con las peculiares columnas salomónicas, una lámpara de hierro forjado o el sitial que quisiera llegar del S. XVII. Además, en la imagen me encanta la pianola –artilugio técnico ya de salida en el momento‒ y descubrir el nicho a la izquierda, creado específicamente para recibir el teléfono “de candelero”…


El tema decorativo de la casa se complementaba en el hall con el paso al comedor y la escalera al mirador, aderezadas de profusión de hierro forjado y herrería decorativa, tanto enmarcando el arco como soportando el barandal de esa escalera, o sosteniendo las diversas lámparas y macetas.


En la sala ‒de altos techos decorados con artística yesería‒, una chimenea hermoseada con mosaicos anclaba el eje visual creado al transponer la arcada ‒de sorprendentemente esbeltas columnas entorchadas‒ y se guarnecía con tapetes, muebles y mesas de inspiración historicista.


En la imagen de arriba, aparece el hall visto desde la sala, enmarcado por la singular arcada; se distinguen la escalera que sube a la torre-mirador (que funcionaba como sala de juegos), la puerta que daba paso a la recámara principal –a la izquierda‒ y el arco que comunicaba al comedor –a la derecha-, todo de inspiración Neo-Colonial…

Ese paso al comedor debió ser memorable y aportación decorativa, con esa herrería de inspiración vegetal enmarcando el salón iluminado por un vitral multicolor que recordaba la exuberante vegetación de un jardín en flor. Además, en la fotografía de abajo, se alcanza a distinguir el trabajo en hierro forjado del barandal de la escalera, magnífica factura que complementaba los hierros del comedor.



Al otro lado de la escalera se podía pasar a la zona privada de la casa, que incluía la recamara principal, su baño y un espacio para visitas ocasionales. En la recámara sorprende la solución de Almada al insertar la cama en un nicho con ventanas que miran al jardín, recámara decorada con una sorprendente mezcla de inspiraciones, que incluyen desde el Decó hasta el modernismo…



Un buen ejemplo de la vanguardia en el diseño de la casa es el cuidado que se tuvo en los baños, y el principal es buen ejemplo: con tina de moderno diseño, lavabo con mezcladora, el todo iluminado con una gran ventana ataviada de cristales multicolores, la casa Almada Salazar debió ser ejemplo a seguir…



Abajo, en una fotografía captada hacia 1942, los nietos Almada Salazar en la casa de los abuelos; la imagen captada en el jardín, frente a la recámara principal,



Este Blog se ha hecho gracias al apoyo incondicional de Julieta Fierro; está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado y de las que existe poca información publicada. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea mayor información, haga favor de contactarme e indicar el dato que requiere. A menos que se indique lo contrario, las imágenes provienen de mi archivo, que incorpora imágenes originales recopiladas al paso del tiempo, así como el repertorio de mi padre y parte del archivo de don Francisco Diez Barroso y sus imágenes de Kahlo; en general, he editado las imágenes a fin de lograr ilustrar mejor el texto. Si se utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–.



Conforme haya más entradas (¡Ya hay más de un centenar!), aparecerán en el índice a la parte superior derecha de ésta página…



También se puede encontrar un índice general en: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2016/02/indice-de-grandes-casas-de-mexico.html
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jueves, 14 de octubre de 2021

El «Bachelor's pad» de Luis de Yturbe y Limantour en Lomas.



Creado como “Casa de soltero” para Luis de Yturbe, y decorado en 1940 por la prestigiada diseñadora Virginia Iturbide, el “Bungalow” en la sección Prado de Las Lomas de Chapultepec, se transformó de inmediato en referente obligado, dada la entonces muy innovadora decoración de recatada sobriedad…




Luis de Yturbe Limantour nació el 24 de enero de 1911 en París, cuando sus padres pasaban una temporada en Francia, acompañando a don José Yves Limantour y doña María Cañas en París y la casa de Deauville –Normandía‒; la familia solía pasar algunas temporadas ahí y luego del ajetreo de las Fiestas del Centenario de la Independencia de México y con los “dolorosos disturbios en Puebla el 26 de octubre” que se presentaron en torno a la “Revolución Maderista”, el matrimonio De Yturbe y Limantour prolongó su estadía en Francia y aprovecharon la estancia invernal en París para la atención medica de doña María Teresa Limantour Cañas de Yturbe y el nuevo bebé.



Quinto hijo de Miguel José Sebastián Pascual de Nuestra Señora de la Luz Yturbe y Atristain ‒destacado financiero y hacendado (1874-1934)‒ y María Teresa Limantour Cañas ‒hija mayor del Ministro de Hacienda de México (1883-1977)‒, le antecedían Dolores (n.1903), Miguel (n.1904), Manuel (n. 1908) y José (n.1909); mientras que se agregarían luego a la familia Carlos (n.1914), María (n.1916), Teresa y Manuel (que murió párvulo).

Abajo, en una imagen captada por 1922 en la Villa Gardenia de Deauville Sur Mer, don José Yves Limantour y María Cañas de Limantour con sus nietos: de pié, atrás de la izquierda Miguel YL (n.1904), Dolores YL (n.1903), Manuel YL (n.1908), -al centro de pié‒ José YL (n.1909), María YL (n.1916), en el regazo de su abuela Sofía LL (n. 1919) y Teresa YL (n. 1917), ‒sentados abajo‒ Carlos YL (n. 1914), Luis YL (n.1911) y José Limantour Landa (n. 1919) que se transformaría en aclamado director de orquesta ; al frente, he señalado a Luís de Yturbe Limantour, acerca de cuya casa trata ésta nota



María Teresa Ángela Juana Limantour Cañas nació el 3 Noviembre de 1880 en la Ciudad de México, hija mayor del abogado don José Yves Limantour Marquet ‒por entonces administrador de los bienes de su padre y diputado por Ocotlán, Oaxaca‒ y María de los Ángeles Francisca Borja Josefa Cañas Buch ‒hija del senador poblano Eduardo Cañas‒ y que tendría como padrino de bautismo en ese 1880 al presidente Porfirio Díaz que por entonces cumplía su primer mandato.


La madre, doña María de los Ángeles Francisca de Borja Josefa Joaquina Ana Ignacia Pantaleona Antonia Pascuala Federica Manuela Asunción del Corazón de Jesús Cañas Buch había nacido en la ciudad de México en 1858; hija del Senador Eduardo Cañas Herro –propietario por algún tiempo de la Hacienda y Molino de San juan de Dios “de los morales”‒ y que contrajo matrimonio el 22 de enero 1880 con José Yves Limantour Marquet, primer hijo del matrimonio del bretón Joseph Limantour y la bordelesa Adéle Marquet.



La familia gozaba de holgada situación económica y prominencia pública, ya que desde 1880 don José fue miembro de la Junta de Desagüe del Valle de México y en la década siguiente diputado al Congreso Federal. Su carrera en el servicio público se acentuó cuando fue designado oficial mayor de la Secretaría de Hacienda ‒a cargo entonces de don Matías Romero‒ y poco después se encargó temporalmente del Despacho. En mayo de 1893 fue designado secretario de Hacienda y Crédito Público, cargo que conservó hasta que fue nombrado Secretario de Gobernación para concertar la paz con los revolucionarios y poner fin al gobierno de Porfirio Díaz, en mayo de 1911.

Marie Thérèse -María Teresa- Limantour Cañas (1880-1977) fue la hija mayor del matrimonio, seguida de Luís que murió joven (1891-1893) y Guillermo Manuel (1891-1952); fue una joven muy popular y desenvuelta, que sería celebrada al encabezar el Torneo de los “Juegos Florales de los Estudiantes de Jurisprudencia” en 1902…


Y nos dice el documento que narra el evento, en palabras de don Amado Nervo:
El poeta premiado con la flor natural –el más noble de los premios‒ Abel Salazar, eligió como reina á la Srita. María Teresa Limantour, quien, prescindiendo de su apellido que ante esta sociedad la abona mucho, tiene, á juicio de quienes la conocen, una rara distinción natural y dotes intelectuales poco comunes.
Presidió ella, pues, rodeada de una esplendorosa corte, integrada por las mujeres más guapas de México.

Abajo María Teresa Limantour de Yturbe con el atuendo que debía lucir en la Gran Cena de Septiembre –en Palacio Nacional‒ durante las Fiestas del Centenario de la Independencia de México.



María Teresa contrajo matrimonio el 8 de octubre de ese 1902 ‒en el Templo de Santa Veracruz de la Ciudad de México‒ con Miguel José Sebastián Pascual de Nuestra Señora de la Luz de Yturbe y Atristain (1874-1934), cuarto hijo de don Francisco Tirso de Yturbe Villar (1842-1904) y doña María Dolores Atristain Berazueta (1844-1927).

La fortuna De Yturbe nació por la notable habilidad comercial de don Francisco María de Yturbe y Anciola (n.1808) fundada en una modesta casa de comercio en Pátzcuaro y que gracia a hábiles manos pasó a manejar propiedades urbanas y rurales, minas y deuda pública, y que –luego de su muerte‒ al disolver la “Compañía C.V. de Yturbe e Hijos” en 1873, contaba un capital líquido de $4’299,346.17 –una auténtica fortuna en ese momento‒. De ahí, los descendientes María, Francisco, Manuel y Felipe de Yturbe y del Villar entraban a la escena pública con enormes recursos…


Me permito ahora dar algo de contexto social, para entender a esa familia De Yturbe del Villar y Aristain a la que se unía María Teresa Limantour; entresaco de los textos que en “Yturbes y Manglanos” publicó Enrique Hurtado de Mendoza –Marqués de San Juan de Rivera‒ y que a la letra nos cuenta:
Don Francisco Tirso (padre del novio), era hermano de Manuel de Yturbe y del Villar, diplomático y ministro plenipotenciario de México en Alemania, Rusia y Gran Bretaña, quien casó con María Trinidad Scholtz-Hermendorff, dama con quien engendró a doña Piedad de Yturbe y Scholtz, quien casaría en 1921 con S.A.S Max-Egon, Príncipe Hohenlohe-Langenburg y con quien engendraría a María de la Piedad (Pimpinela) ‒Princesa Hohenlohe-Langenburg, Marquesa de Belvis de las Navas (que casó con Claudio Gamazo y Arnús, Marqués de Soto de Aller)‒, Maximiliano Víctor ‒ Príncipe Hohenlohe-Langenburg (casado con la Princesa Ira Von Fustenberg y Agnelli)‒, Christian Kraft ‒ Principe Hohenlohe-Langenburg (casado con Carmen Cuadra y cuya hija María casó con don Alfonso Martínez de Irujo y Fizt James Stuart, Duque de Aliga, G. de E., e hijo segundo de la Duquesa de Alba)‒, Beatriz ‒Princesa Hohenlohe-Langenburg, que casó con el Duque de Arión‒, Isabel Cristina ‒Princesa Hohenlohe-Langenburg‒ y Maximiliano Manuel ‒Principe Hohenlohe-Langenburg, casado con doña Ana María Medina, Condesa de Ofalia y Marquesa de Navahermosa, hija de los Duques de Medinaceli).

Abajo, aparece María de la Piedad de Yturbe y Scholtz ‒prima de Luis de Yturbe y Limantour, de cuyo “Bachelors pad” trata esta nota‒ el día de su matrimonio el 12 de octubre de 1902, con el príncipe Maximiliano Eugenio de Hohenlohe-Langenburg, hijo del príncipe Godofredo Carlos Luis de Hohenlohe-Langenburg y la condesa Ana de Schöborn-Buchheim.


El otro hermano, don Felipe Yturbe y del Villar, fue Caballero del Santo Sepulcro y estuvo casado con Elena Idaroff, con quien tuvo extensa familia y fueron padres de Felipe Francisco José María Yturbe Idaroff, que casó con Constancia Illescu Constantinescu y es recordado como propietario del que había sido palacio de los condes del Valle de Orizaba y hoy conocemos como “Casa de los Azulejos”, donde solicitó a José Clemente Orozco pintar un mural en la escalera.


Abajo, los De Yturbe Idaroff, propietarios de la Casa de los Azulejos, recordada como sede del “Jockey Club”, ahora “Sanborns Azulejos”…



Regresando a don Francisco Tirso de Yturbe y del Villar, nos cuenta Enrique Hurtado de Mendoza que casó con doña María Dolores Aristaín y Berazueta con quien tuvo dos hijos:
a. Don Francisco Miguel de Yturbe y Aristaín que obtuvo Certificación de Armas e Hidalguía de don Juan José Vilar y Psayla, cronista Rey de Armas de Alfonso XIII, fechada 10 de octubre de 1887.
b. Don Miguel de Yturbe y Aristaín (1874-1934) que casó con doña María Teresa Limantour y Cañas, hija del Licenciado José Yves Limantour y Marquet, ilustre prohombre de las finanzas mexicanas, quien fue por muchos años Secretario de Hacienda del presidente de México, General don Porfirio Díaz, y de doña María Cañas y Buch, deuda cercana del General Juan Prim y Pratz (1814-1870), Conde de Reus, Vizconde de Brouch y Marqués de los Castillejos, Presidente del Gobierno español; a su muerte, su viuda doña Francisca Agüero y González fue investida como Duqesa de Prim, G. de E.
De don Miguel de Yturbe y doña María Teresa Limantour proceden las dos actuales grandes líneas; la línea francesa, dueña de los palacios vecinos al Arco del Triunfo, en París, ilustradas en el monumental libro “La Place de LÉtoile”… En esta línea recayó también, por enlace, la propiedad del Castillo de Anet, bella obra del Renacimiento, que fuere de la famosa Diane de Poitier, favorita de Enrique II de Valois y rival de Catalina de Médicis.


Arriba, el castillo de Anet (en francés, Château d'Anet) en el siglo XVIII, según un dibujo a pluma de Jacques Rigaud; Anet es un château —castillo residencial de placer— del renacimiento francés, que se edificó a orillas del río Eure, en Anet cerca de la ciudad de Dreux, en el departamento de Eure-et-Loir, al norte de Francia y a menos de 70 km de París. Mme. de Leusse lo legó en 1944 a su nieta, Mme. Charles de Yturbe; desde 1998, Jean y Alexandra de Yturbe son los propietarios.

Abajo, una de las dos figuras en las que Diana de Poitiers aparece como Diana ‒diosa de la caza‒ en el relieve en bronce de Benvenuto Cellini sobre el portal de acceso (la otra, de Jean Goujon, se puede admirar en los jardines).


Y sigue Enrique Hurtado de Mendoza:
También proceden de dicho matrimonio Yturbe-Limantour líneas importantes en México, pudiendo destacarse entre otras: Don José de Yturbe y Bernal, conocido arquitecto, casado con doña Magdalena Sordo-Madaleno y Bringas; doña Ana de Yturbe y Bernal, casada con Bernardo Sepúlveda y Amor, quien fue Ministro de Relaciones Exteriores, Embajador de México en Washington y Gran Bretaña; y don Carlos de Laborde y de Yturbe, financiero, hijo del Conde Jean de Laborde y de María Teresa de Yturbe y Limantour, casado con María Láscaris y Venizello, natural de Grecia y descendiente del Presente Venizello de ese país…


Arriba, doña María de los Dolores Teresa de Yturbe y Limantour (n. 1903), que contrajo matrimonio con Jean Larivière y era hermana mayor de Luis de Yturbe y Limantour, de cuyo “Bachelors pad” trata esta nota.


Luego del nacimiento de Luis y ante los sucesos turbulentos en México, los De Yturbe-Limantour permanecieron en Francia –aunque don Miguel de Yturbe hizo varios viajes a México para supervisar sus negocios acompañado de alguno de sus hijos‒ y distribuyeron el tiempo entre París –sitio de estudios y donde habitaban el sobrio edificio N°8 de Rue Presbourg‒, Londres y los veranos en la casa de Deauville Sur Mer, que ocuparon don José Yves Limantour y María Cañas por varios años, incluso luego de la guerra.

Abajo una imagen de Rue Presbourg, primera calle que rodea la glorieta del Arco del Triunfo en París, el edificio N°8 fue adquirido por don José Y. Limantour y ahí vivió hasta su muerte con la familia; más abajo, la Villa Dolfus –compañera de la Villa Gardenia‒ en la “Promenade sur la plage” de Deauville sur Mer.



Deauville Sur Mer –en la costa Normanda, departamento de Calvados‒, se transformaba en epicentro de la moda y sitio donde la propia Gabrielle “Cocó” Chanel abrió su primera boutique de moda en la rue Gontaut-Biron en 1913. La joven mujer, que había creado con éxito su primera tienda de sombreros "Chanel Modes” en 1910 ‒en el N°21 de Rue Cambon en París‒, se había forjado una tremenda reputación y había cautivado la alta sociedad de la época. Sin embargo, fue en Deauville, donde inventó un estilo deportivo que reflejaba una sociedad en cambio, un estilo que alteraría para siempre el curso de la moda para las mujeres…




Es en éste contexto –de castillos, bodas con príncipes y moda de Coco Chanel‒ que se desarrolló Luis de Yturbe y Limantour, que había regresado a México en diversas ocasiones desde 1930 y que para 1938 decidió –luego de la muerte de su padre por arterioesclerosis, su abuelo el 26 de agosto de 1935 y su abuela en octubre de 1938, todos en París‒, regresar a México e instalarse en un “Bungallow” en Las Lomas de Chapultepec, edificado en uno de los varios terrenos que la familia había adquirido tiempo atrás en la entonces “Sección Buenavista de Chapultepec Heights”, “Bungallow” que ocuparía antes de su matrimonio en Sinaloa con Beatriz Redo y Vidal Soler.


En la Ciudad de México, doña María Teresa Limantour ya viuda de Yturbe le había encomendado administrar la casa familiar de sus abuelos que en 1911 se terminaba y sería ocupada al regreso de aquellas vacaciones antes de la “revolución maderista”; la casa en la “Plaza de la Reforma”‒ en la esquina del Paseo y la Avenida Juárez, frente a la estatua ecuestre de Carlos IV ‒, era diseño del arquitecto Mauricio de Maria y Campos, y estaba por terminarse pero el proceso se retrasó primero por la muerte del arquitecto en 1912 y por el movimiento armado después. (Ver)


Así, aunque ya terminada y parcialmente amueblada, la casa no se habitó y fue confiscada por el gobierno de Venustiano Carranza; el interior fue saqueado y luego de la revolución “desintervenida”, devuelta a la familia en 1917 y arrendada luego al gobierno de los Estados Unidos de América como sede de su embajada (en sustitución del inmueble que ocupaba años atrás en la esquina de Insurgentes y Puebla -Colonia Roma-).

Arriba, otra toma de la casa Limantour/Cañas en la Plaza Reforma, frente a la estatua de Carlos IV. La casa fue destruida en 1962 para dar continuidad hacia el Norte al Paseo de la Reforma...

Además de desenvolverse en la banca, intentar salvar la casa de los abuelos, administrar algunas otras propiedades y desenmarañar los entuertos administrativos que rodeaban diversos bienes familiares, Luis de Yturbe pidió a Virginia Iturbide –casada con su tío José Ignacio Limantour Mariscal, hijo del hermano menor de su abuelo Julio Maturino Limantour (1863-1909) y Elena Mariscal Smith (hija de don Ignacio Mariscal, ministro de Relaciones Exteriores de México)‒ asistencia para arreglar su “Bachelor’s pad en Las Lomas”…


Virginia Iturbide Plancarte nació el 24 de agosto de 1889 en la Ciudad de México, hija de don Eduardo Iturbide Gómez (n.1849) y doña María del Carmen Plancarte Menocal (n.1859), y contrajo matrimonio el 1° de agosto 1911 con el exuberante José Ignacio Julio Limantour Mariscal (n.1887) entusiasta corredor de automóviles e hijo mayor del acaudalado banquero Julio M. Limantour que apenas había muerto el 11 de octubre de1909.


“Virginia y José Ignacio” eran por excelencia la pareja del momento en 1912, y al año siguiente José Ignacio Limantour se hizo aún más notorio cuando organizó con Rafael Aldúcin la primera carrera en una pista urbana, carrera que se llevó a cabo en la Ciudad de México el 14 y 15 de septiembre de 1913 en el “Circuito Chapultepec” ‒luego de algunas obras para adecuar la senda en la “loma del Rey y la reparación de la calzada existente en Anzures” (hoy calzada de Chivatito)‒ y con las ganancias entregadas como donación al Asilo de Mendigos…

Abajo Virginia y José Ignacio Limantour frente al lago de Chapultepec en 1913, en el velosísimo automóvil en que solían ser vistos recorriendo la ciudad…



A pesar de un desafortunado divorcio que pasó casi desapercibido luego de los horrores de la revolución, “Virginia y José Ignacio” siguieron siendo tema de conversación bien pasada la conflagración y en los 20’ y 30', a pesar de que Limantour ya estaba unido a Paz Castellanos.

Emparentada por el matrimonio de sus hermanos con los Rubio Obregón, Rincón-Gallardo Romero de Terreros y Castelló, Virginia Iturbide tuvo una destacada labor como diseñadora, incluyendo en su haber una boutique de moda femenina y el diseño interior de varias residencias.



En lo que se refiere al Bungalow para Luís de Yturbe, no tengo información acerca de quién diseñó el exterior, aunque en un artículo que apareció en el número 69 de la revista SOCIAL de Abril de 1942, se no dice que “Hemos visitado en esta ocasión la casa de don Luis de Iturbe y Limantour, en las Lomas de Chapultepec, cuyos decorados, composición y mobiliario, proyectó y dirigió doña Virginia Iturbide, notable diseñista de interiores.”


Luego de que la locura de “Artes Decorativas” se había apoderado de México, en 1939 doña Virginia Yturbe de Limantour diseñó para su sobrino un interior inesperado y de “tradición mexicana”.


Como dije, La “Casa para soltero” aparece en 1942 en “SOCIAL”, edificada en la entonces Calle de Chapala N°34, en la Loma de Bella Vista ‒hoy Montes Urales‒, revista de donde entresaco la descripción que para sus lectores hacía Francisco Borja Bolado:
Se trata de una pequeña “casa para soltero”, lograda con una enorme sencillez y con exquisito sentido de lo moderno. El exterior es agradable por su jardín y otros detalles amables.

Interiormente, sorprende la primorosa perspectiva del salón y el estudio, desarrollados en atractiva continuidad de los temas principales. Los decorados, en color mastique muy suave, dan extraordinario realce a los muebles. Abundan los grandes sillones de descanso, tapizados en seda marrón, verde, café claro y en Chintz amarillo y rojo y borgoña y verde. Los tapetes de lana, lisos, en colores oscuros, dan unidad a los salones.


Y sigue Borja Bolado:
Una columna blanca, lámparas con bases de cristal –modernas y antiguas‒, un óleo y flores sobre la mesa de marquetería, forman un set muy atractivo. En la foto, la cámara adelanta hasta el estudio y permite ver el multiplicado tema de las lámparas; distintos admirables apuntes de caballos, coches y libreas de los más famosos “trenes” de parís, y, como pieza notable, una escribanía francesa del siglo XIX, en “marquetería de cien maderas”.

En ésta página, dos perspectivas del salón y del estudio; en aquél, el tema principal son los libreros murales, en elegantísimas rectas, y la chimenea y el espejo. El sofá, como el del estudio, son en Chintz color rojo, con grandes flores blancas y hojas verdes. Varias mesas auxiliares –dos con reminiscencias Imperio, dos modernísimas en cristal y níckel (sic.)‒, varias piezas de cristal –ánforas, candelabros, floreros, lámparas, etc.‒ complementan el conjunto, cuya sencillez y buen gusto son realmente notables.

En la siguiente fotografía, una alcoba para huésped, con varias piezas de mérito. Destacan el guardarropa francés, antiguo ‒marquetería de los Bretones Lebossé‒ y la mesilla de noche y la cama, también de época. La poltrona de charol amarillo, las luces y los cuadros, así como el tapete de lana, liso, dan el buscado contraste.

En otra fotografía, un ángulo del dormitorio. Los muebles en madera de magnolia, encerada en su color. Los tapizados en seda listada –resedá y gris‒. El “dos-en-uno” resuelve la esquina con un primoroso librero y cómoda con agarradera de cobre, igual que la cajonera de la derecha. Al fondo un descanso con cojines de lana color tabaco.

Aparece ahora una imagen del pequeño comedor, que es modelo de sobriedad y buen gusto. Muebles de Thomas Sheraton ‒ingleses‒, en caoba barnizada al cristal, flores y el candil de bronce de seis luces, forman la atractiva composición total. Las cortinas, como todas las de la casa, en seda color marfil y las interiores de gasa, al tono, o completamente blancas.

En la fotografía final, un ángulo del vestíbulo. En la composición, una espléndida cajonera francesa, en marquetería –siglo XVIII‒, un retrato al óleo, la butaca, tapizada de cuero amarillo, una silla auxiliar y el gran vaso de “pepita”, con gladiolas blancas. Nada más…


La casa recibió –y fue admirada‒ por varios de los invitados a un evento importante: el 8 de enero 1942, se verificó el matrimonio del hermano de Luís, José De Yturbe y Limantour (1909-1989) que casaba con Rafaela García Pimentel, hija de don Rafael Bernal y doña Rafaela García Pimentel y Helguero (1881-1957), entonces aún propietarios de la hacienda de La Gavia.

Arriba una imagen de los recién casados el 8 de enero 1942 al salir de la iglesia de La Gavia; en la nota se nos dice: “Los novios se detuvieron breves momentos en el atrio, para recibir los simpáticos homenajes de los campesinos de La Gavia”

En la imagen de abajo, el pie de foto de la nota de 1942 indica: “Los novios en el mexicanísimo “hors d’oeuvre” de su banquete: curado de almendra y tacos de mole poblano, compartido con los campesinos de La Gavia e invitados.”

La nota periodística indica también que: “Después de comer, varios grupos se dieron a recorrer los grandes patios y jardines de la casa. En la fotografía aparecen Fernando Orvañanos, Lorenzo Elizaga, Luis Elguero, Juan Fernández del Valle, Enrique Corcuera y García Pimentel, Luis de Yturbe y Limantour, etc…”



De la propia “Casa de soltero” no he logrado encontrar rastro…

Luis de Yturbe y Limantour contrajo matrimonio en Sinaloa ‒en la Parroquia de San Joaquín, Dorado‒ con Beatriz Redo y Vidal Soler y de la casa de ese matrimonio escribiré pronto. Entretanto, hay información de su casa familiar en “La casa de Diego Redo y María Teresa Vidal, en Versalles N°28” de “Grandes casas de México” (Ver)



Este Blog se ha hecho gracias al apoyo incondicional de Julieta Fierro; está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado y de las que existe poca información publicada. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea mayor información, haga favor de contactarme e indicar el dato que requiere. A menos que se indique lo contrario, las imágenes provienen de mi archivo, que incorpora imágenes originales recopiladas al paso del tiempo, así como el repertorio de mi padre y parte del archivo de don Francisco Diez Barroso y sus imágenes de Kahlo; en general, he editado las imágenes a fin de lograr ilustrar mejor el texto. Si se utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–.



Conforme haya más entradas (¡Ya hay más de un centenar!), aparecerán en el índice a la parte superior derecha de ésta página…


Arriba, una imagen de los N° 8 y 8 bis de a Rue Presbourg ‒primera calle que rodea la glorieta del Arco del Triunfo en París‒, edificio (el N°8, a la izquierda) que fue adquirido por don José Y Limantour y ahí vivió hasta su muerte con la familia.


También se puede encontrar un índice general en: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2016/02/indice-de-grandes-casas-de-mexico.html
Ver



Arriba, don José Yves Limantour en Chapultepec con periodistas, cuando fue presidente de la "Junta de Obras para la Remodelación del Bosque de Chapultepec". Gracias a él, se logró la ampliación hacia el norte del parque original y la excavación de los lagos...