El arquitecto José Ignacio Buenrostro tiene una significativa trayectoria arquitectónica en nuestra ciudad; hijo de Carmen del Hoyo e Ignacio Buenrostro, nació en 1898 y estudió en la Academia de Bellas Artes desde 1916 para recibir el título de arquitecto en 1921. Aunque su formación en la tradición Académica es evidente en las líneas compositivas de sus diseños, el estilo preponderante en su obra inicial es el de la tendencia que desde 1925 llegaba de París luego de la “Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes” como Modernismo (al paso del tiempo, para 1966 se creó el término que acorta “Les Arts decoratifs” con “ART DECÓ” para definir al período).
Abajo, una imagen de la Academia de Bellas Artes tomada hacia 1917 durante los festejos de la fundación de la Academia de San Carlos, donde aparece el estudiante de primer año José Ignacio Buenrostro del Hoyo, sentado a los pies de don Antonio Rivas Mercado.
Miembro de un grupo de estudiantes interesados en las vanguardias, varios de sus compañeros sobresalieron en la actividad edilicia de nuestra ciudad, entre los que destacan arquitectos como Juan Segura, Fernando Dávila, Vicente Urquiaga, Carlos Obregón Santacilia, Carlos Tarditi, José Villagrán García o Vicente Mendiola.
Buenrostro viajó a Europa secundado por la Academia y permaneció en París por un par de años; a su regreso estuvo asociado con el arquitecto Álvaro Aburto (que con Juan O’ Gorman y Juan Legarreta eran la máxima vanguardia contra la tradición Académica) y después trabajó con su primo el ingeniero Agustín Buenrostro y con su hermano mayor José Manuel Buenrostro.
Una de las obras de la sociedad Aburto/Buenrostro que aunque modificada aún subsiste, estuvo frente a una glorieta de la entonces calle de Álvaro Obregón y en la intersección de las actuales Av. Patriotismo y Goya -en la colonia Insurgentes Mixcoac- con un diseño que de origen implicó una extensión de 3,108 m2. Abajo, el monumento a Álvaro Obregón en Mixcoac.
Del conjunto aún existe el grupo escultórico que rinde homenaje al jefe revolucionario constitucionalista que, tras ser presidente de la República, fue asesinado en julio de 1928 en un banquete celebrado en el “Comedero del Jardín de la Bombilla” de San Ángel. El pequeño hemiciclo fue realizado en 1929 por los arquitectos Ernesto I. Buenrostro y Álvaro Aburto y fue movido hacia el oriente (al centro de la glorieta) en 1966.
Durante los años treinta del siglo XX, el apellido Buenrostro se identificaba con la nueva y vanguardista arquitectura Modernista de la colonia del Hipódromo de la Condesa, edificada primero por el ingeniero José Manuel Buenrostro, los arquitectos Francisco J. Serrano, Leonardo Noriega o Juan Segura y luego por la mancuerna de José y Ernesto Buenrostro…
En 1931, Buenrostro terminó el edificio “San Martín”, edificado en el número 167 de la avenida frente al parque que entonces estaba dedicado a José Francisco de San Martín, General rioplatense cuyas campañas fueron decisivas para las independencias de la Argentina, Chile y Perú. Una de las obras más representativas de lo que ahora llamamos “DECÓ” en la colonia Hipódromo de la Condesa, es el edifico de departamentos que fue remodelado entre 1998 y 99 por Imanol Legorreta y Carlos Duclaud; abajo el acceso al “Edificio San Martín”.
En su “Guía de recorridos urbanos de la Colonia Hipódromo”, Marisol Flores García nos dice que “en estilo el Edificio San Martín destaca por su fachada que denota una simetría perfecta, mostrando una serie de remetimientos realizados con el objeto de brindar movimiento a la fachada decorada por una serie de molduras con relieves vegetales fabricadas en concreto. Punto de interés son la marquesina … y las lamparas típicas del estilo enmarcando la tipografía que lleva el nombre del edificio”.
Tambien del mismo período, es notable el “Edificio Tehuacán”, con diseño del ingeniero José M. Buenrostro, en la Avenida México N° 188 y edificado en 1931 con la asistencia del arquitecto José Ignacio Buenrostro; sorprende el edificio por su interesante volumetría asimétrica y la manera en que se equilibran los cuerpos. A decir de Marisol Flores, “el conjunto de la puerta está compuesto por un arco ochavado … que muestra un ligero abocinamiento y una marquesina construida en concreto y bloques de vidrio que funge como techo”. Abajo, la parte baja del “Edificio Tehuacán” en el N° 188 de Avenida México.
También de éste período, destaca el “Edificio LUX” en Popocatépetl 36, obra de Ernesto Buenrostro, entonces con la asesoría del ingeniero Agustín Buenrostro; hace poco, el edificio fue remozado por Carlos Duclaud y es un magnífico ejemplo de la arquitectura “DECÓ” en la colonia Hipódromo-Condesa.
De 1934/35, es interesante señalar el “Edificio de el parque” en Avenida México N° 169, proyecto ya de la mancuerna Ernesto I. y José Manuel Buenrostro, que se edificó en un estilo que ya presenta algunas innovaciones interesantes: aunque sigue las líneas tradicionales de ese “modernismo” europeo con pesadez geométrica, comienza a incorporar algunas líneas de la vertiente americana, como la tipografía con el nombre del edificio, incluyendo elementos funcionales como un “motor loby”…
Arriba la parte baja del “Edificio de el Parque” en Avenida México N° 169 frente a lo que era el Parque San Martín; abajo, la firma de autoría del edificio, donde signa la mancuerna de José Manuel (casado con Amparo Arellano) y Ernesto Ignacio Buenrostro.
Como parte de los antecedentes en la labor arquitectónica de Buenrostro, es tambien necesario mencionar el Edificio Roxi de 1934, en la Avenida México N°33, proyecto ya de autoría autónoma del arquitecto Ernesto Ignacio Buenrostro y que muestra elementos de esa tradición modernista con temprana influencia de lo que los americanos llamaban “streamlining”, que se refiere a los remetimientos curvos del edificio.
El Edificio Roxy unifica los accesos de peatones y automóviles en un diseño que simplifica las lineas del modernismo tradicional e incorpora en las partes altas, remates que hacen honor a la tradición americana del “streamlining”. Abajo, la parte derecha del remate del edificio con su perfil “stream-line”; más abajo el acceso al edificio “Roxy” en el número 33 de la Avenida México …
Para 1935, la pesadez geometrica del modernismo original daba paso a una vertiente impulsada por la naciente actividad del Diseño Industrial, que en los estados unidos se denominó “Streamline” por la idea de hacer aerodinámico el diseño de los objeros, incluida la arquitectura. Abajo, en una imagen promocional del “Chrysler Airflow”, el automovil de vanguardia en 1934 junto a una locomotora del “Streamline Express” de la Union Pacific.
La idea de hacer aerodinamicos autos, locomotoras y barcos venía de la premisa de permitirles despazarse mejor, pero la inquietud por esa ligereza se transformó en una vanguardia que incluso modificó el diseño de objetos estáticos, haciendolos más limpios, escuetos y exiguos; en el diseño industrial, la tendencia sobresale en la integración de las partes, insistiendo en incorporar al objeto de diseño todos los elementos que de otra manera sobresaldrían del cuerpo. Abajo, un anuncio de los nuevos Chrysler de seis y ocho cilindros para 1935, distribuidos en México por Alpha Motors (27 de enero de 1935).
El furor aerodinámico se extendió rápidamente y transformó en una vanguardia de diseño arquitectónico que comenzó a hermanarse con los lineamientos del Movimiento Moderno, por lo que se transformó en un cualidad de exclusividad y progreso…
Abajo, la portadilla de Revista de Revistas en su edición conmemorativa del 27 de enero de 1935, con una ilustrición de Manuel Martínez de título “Elegantes de 1935”.
En 1936, el arquitecto Buenrostro adquiere en la colonia Cuauhtémoc un predio de poco menos de 400 m² en el cruce de las calles dedicadas a los ríos Sena y Lerma, dos cuadras al norte del Paseo de la Reforma y en calles que apenas cinco años antes se habían asfaltado.
Abajo, el detalle de un plano de la Ciudad de México fechado en 1930, en que se ha marcado el predio que se describe; es interesante hacer notar que aún existía la “Estacion Colonia” del Ferrocarril Nacional Mexicano (que subsistió hasta 1939 en lo que hoy conocemos como el Jardín del Arte y explanada del Monumento a la Madre), la Avenida de los Insurgentes aún no existía, y que el Río Consulado que llevaba las aguas de los ríos San Joaquín y Morales corría paralelo a la Calzada de la Verónica (en lo que hoy es parte del Circuito Interior/Melchor Ocampo).
Para ese momento causaba furor la nueva moda americana que se proyectaba en la “pantalla de plata” y en particular la dinámica de una escena de “The gay divorcee” (1934) que dirigida por Mark Sandrich y con los bailes de Fred Astaire y Ginger Rogers se desarrollaba en el etéreo interior diseñado por Van Nest Polglase.
Como complemento a la sección de antecedentes vale la pena mencionar que en 1934, el arquitecto Buenrostro viajó a Nueva York, donde en el Metropolitan Museum of Art se presentaba la “Contemporary American Industrial Art Exhibition of 1934”. Ahí, entre muchas otras obras, se exhibió el Juego de té, firmado por Paul Lobel (1934), que ejecutado en metal plateado pasaría a ser parte de su colección y que aparece abajo…
Para 1937, la vanguardia arquitectónica florecía en México como movimiento Moderno en su vertiente Internacional, y arquitectos como Enrique del Moral, causaban enorme impacto con sus diseños; abajo aparece la fotografía de una casa que en 1937 diseñó “el gringo” del Moral en Monte Altai N° 525 (Lomas de Chapultepec) para el señor Calles.
En éste contexto se ubica la casa que para sí, diseñó desde 1936 el arquitecto Buenrostro en el predio de la esquina de Lerma y Sena en la Colonia Cuauhtémoc. Con el número 79 de Río Lerma, la edificación de cuatro niveles y orientación Sur y oriente, es ejemplo de máxima vanguardia y sorprendió a la crítica en 1938…
Arriba, la casa Buenrostro según aparece en una foto de “Social”, publicado el número 36 de mayo de 1939, en la esquina de Sena y Lerma.
En la planta baja, se libera un pequeño jardín de acceso hacia el oriente y agrupan los servicios, como cocheras y habitación de servicio; el primer nivel agrupa los espacios públicos, como recibidor, “hall”, salón, comedor y cocina. En el tercer piso se agrupan las tres habitaciones y sus servicios y en la parte alta se despliega un “roof garden” con cantina y gimnasio…
Como lo he hecho en ocasiones anteriores en los textos de éste Blog, aprovecho las descripciones de “Social” N° 36, con los textos de Alejandro Núñez, para representar lo que en 1936 se consideraba digno de mención en fachada e interiores:
“…La casa destaca tanto por sus espléndidos exteriores de prolongados ventanales, cuerpos y planos diferentes, terrazas, jardines, etc., que la hacen uno de los conjuntos más armónicos y agradables, como por sus magníficos interiores, especialmente la planta recepcional (sic.), donde la sobria elegancia de los decorados, la atractiva modernidad de los muebles, la distribución de las habitaciones, los detalles, en fin, dan un total de belleza difícilmente superable”... “Nuestra cámara enfoca ésta vista del gran Hall, donde al fondo se ilumina la escalera que conduce a la planta baja; iluminación natural espléndida a través de grandes ventanales. Acá, muebles de descanso, tapizados en raso de seda unos y en lanilla de Flandes otros. Tapetes en gris, perla y pizarra, entonados al decorado de los muros. Alumbrado indirecto, tubular…”
He platicado con quien conoció la casa en su periodo de esplendor, y concuerdan que el “Hall” de la casa del arquitecto Ernesto Buenrostro, edificada en 1938 en el N° 79 de la calle Sena, y con teléfono 4-25-93, era claramente sorprendente.
Para la foto de abajo, retomo la descripción de Alejandro Núñez:
“Esta atractiva sala, sin duda alguna, es el sitio más acogedor de los que rodean al gran Hall, con un ventanal que se abre a una terraza que mira hacia la calle; anexa a la escalera está una fuente para flores con iluminación interior, luego la pecera de acentos biselados y, más allá, un set gratísimo: otros muebles de descanso, tapizados también en raso de seda, una mesa de centro –espejos y cristal--, un candil magnífico, y al fondo, mural de espejos cuyos brillos atenúan las venecianas y las triples cortinas de gaza y terciopelo.
Y sigue Alejandro Núñez diciendo que “al volver la cámara, ofrecemos ahora el otro lado del Hall, iniciado en la primera perspectiva. A la izquierda, gran puerta de cristal al comedor y un discreto acceso para el servicio que viene del office; al fondo, ventanal que abre sus puertas hacia una terraza cubierta que mira al jardín. El vasto espacio se ilumina con cuarzos tubulares de resplandor indirecto contenidos en cilindros de metal brillante, y por conchas esféricas que esparcen luz reflejada.”
Aparecen también un par de fotografías del comedor con su correspondiente descripción:
“El comedor es espléndido. Muebles de madera de Thuya, laqueados al cristal y con los términos en cobre. El aparador y las sillas con tapicería de piel de ante café. Otro admirable candil. Algunas piezas de alabastro, platería inglesa y americana, un óleo y algunas porcelanas orientales. Tapete de alta lana enmarca a los asistentes.”
Y una imagen del “acogedor rinconcillo” con ventana “cuyos brillos atenúan las venecianas y las triples cortinas de gaza y terciopelo”...
Las fotografías de interiores terminan con una imagen que describe la escalera que lleva a los pisos altos y dice: “En el ángulo opuesto del gran Hall, está el comienzo de la escalera que lleva a las áreas privadas y luego al roof-garden. Aluminio y bronce en los pasamanos, granito y metales en los escalones”.
Finalmente el recorrido fotográfico de “Social”, termina en la parte más alta de la casa, con una foto que al pié que indica: “¡Es una residencia de modernidad y belleza insuperable! Complementamos nuestra opinión con una perspectiva del roof-garden a cuyo fondo está la puerta de acceso al bar y a la sala de deportes”
Edificada en 1938, la casa aún subsiste en la esquina de Sena y Lerma en buenas condiciones; a pesar de algunos elementos adosados, la edificación sigue siendo perfectamente reconocible. Es probable que la mayor transformación la haya sufrido el entorno, ya que por su cercanía al Paseo de la Reforma y a la sede de la embajada de los Estados Unidos de América, el cruce de las calles es ahora bastante agitado.
Arriba, la casa Buenrostro en marzo de 2014; abajo, un detalle de la fachada Sur y las ventanas que iluminan la escalera de acceso.
Abajo, una fotografía contemporánea de la ventana que ilumina el “acogedor rinconcillo” de las descripciones de 1939. La parte baja es el acceso a las cocheras y áreas de servicio, mientras que el balcón permite la iluminación de la sala de la casa.
Como referencia, aparece la toma de Google maps fechada en el invierno de 2011, donde se ha marcado la casa que en 1938 edificara el arquitecto Ernesto I. Buenrostro en la calle de Sena 79.
Junto a la puerta cochera, aún persiste la firma del arquitecto.
Este Blog se ha hecho gracias al apoyo incondicional de Julieta Fierro; está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado y de las que existe poca información publicada. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea mayor información, haga favor de contactarme e indicar el dato que requiere. Si utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–. Conforme haya más entradas (ya hay más de 50), aparecerán en el índice a la derecha de ésta página…
También se puede encontrar un índice general en: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2016/02/indice-de-grandes-casas-de-mexico.html
Finalmente un anuncio de “LUMMEX” que en 1939 promovía sus persianas (siempre en las mejores residencias) con la casa Buenrostro.
Señor, apenas encontré su blog y realmente quedé impresionado por la delicadeza y lo detallado de su perspectiva en cuanto a las muestras arquitectónicas de las que ha hablado. Además de felicitarlo por su trabajo lo invito a que visite Morelia, donde a pesar de que no encuentre palacios tan suntuosos como la mismísima "Ciudad de los Palacios", sé que se llevará una grata sorpresa al encontrar magnificas edificaciones que existieron y otras que aún se mantienen en pie. Saludos!
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ResponderEliminarAdoro tu blog, me he vuelto fan en tan sólo un par de días, estás perfectamente documentado y tu narración es un delicia, muchas gracias por regalarnos esto a los ignorantes de la arquitectura, pero que apreciamos la estética.
ResponderEliminar¡Gracias! ;-)
EliminarHola! Muy buena tarde Arq. Rafael Fiero Gossman, una consulta. Conoces algún libro dedicado a la obra el Arq. Ernesto Ignacio Buenrostro?
ResponderEliminarSaludos y felicitaciones por tan dedicado trabajo en tu Blog!
MAGO
¡Hola Mago!
EliminarGracias por tu comentario.
Desafortunadamente, no conozco ninguna publicación dedicada específicamente al arquitecto Buenrostro…
RF
¡Bravo!, como siempre.
ResponderEliminarEs una delicia ver la obra de Arquitectos extraordinarios que nos asombran por su gran talento, gracias por ofrecernos tan importante información y lo más interesante dar a conocer a estos grandes maestros de la arquitectura e ingeniaría mexicana, se merecen que se les haga un homenaje. Saludos.
ResponderEliminar¡Saludos!
EliminarGracias...
RF