Sobre el Paseo de la Reforma y frente a la glorieta que custodia un monumento dedicado a la memoria de Cuauhtémoc (último tlatoani mexica de México-Tenochtitlan), se edificó a principio del siglo XX una casa que llega a nuestros días como sede del “Univesity Club” de México y en cuya parte trasera se proyecta edificar una torre de cuarenta pisos dedicados a habitación…
El terreno frente a la tercera glorieta del Paseo y en la esquina con la calle de Fuentes Brotantes y que hoy conocemos como Lucerna, perteneció a don Juan Nepomuceno Federico Florentino Pedro Urquiaga Rincón-Gallardo ‒descendiente de Manuel José Rincón-Gallardo Calderón, Marqués Guadalupe Gallardo‒ (hijo del también Juan Nepomuceno Urquiaga Rincón-Gallardo y la señora Luz Rincón-Gallardo Rosso, pero nacido en 1861) y sobre él inició la construcción de una vivienda en 1899, con el propósito de habitarla con la que sería su esposa, María Olmedo Goytia ‒hija de José María Rincón-Gallardo Santos del Valle, Marqués también de Guadalupe Gallardo‒ .
Arriba, en un fragmento del “Plano de la Ciudad de México para 1907” de la Compañía Litográfica de México y que pertenece a la colección Diez-Barroso, se señala con una marca azul el terreno al centro de la imagen, terreno justo frente a la glorieta que en 1878 había recibido el monumento al rey Cuauhtémoc...
El monumento fue creado a iniciativa del ministro de fomento ‒Vicente Riva Palacio‒, quien propuso una estatua para honrar al último de los gobernantes Mexica. Convocó en 1877 a Emilio Dondé, D.J. Bagally, Manuel Gargollo y Parra, además de Ramón Rodríguez Arangoyti para que pronunciaran fallo respecto al mejor de los proyectos propuestos en un concurso público. El ganador fue el ingeniero Francisco M. Jiménez, que inspirado en detalles de la arquitectura prehispánica (Uxmal, Mitla y la zona arqueológica de Palenque) diseñó un ecléctico pedestal que estaría rematado y engalanado por estatuaria diversa. Jiménez murió dos días después de conocerse el fallo, por lo que la fábrica del monumento quedó a cargo de Ramón Agea, arquitecto e ingeniero del Palacio Nacional. Luego, Carlos Pacheco ‒nuevo Ministro de Fomento‒, encargó las esculturas y relieves del monumento a Miguel Noreña.
La primera piedra fue colocada el 5 de mayo de 1878, cuando en su entorno no había más que huertos y milpa; durante su inauguración el 21 de agosto de 1887, Manuel Gutiérrez Nájera dijo: “Pasead a todas horas por ésta calzada de la Reforma, si es que no podéis alejaros más de la ciudad. ¿No habéis observado cómo la ciudad marcha rumbo a occidente? …México parece como irse desprendiendo y alejando del lugar en donde la dejaron los conquistadores… ¡Cómo brotan casas en esta anchurosa calzada dedicada a la Reforma! Pronto, sin duda, México se unirá a Tacubaya, que lo espera como una novia espera al novio, con prendido de flores y con una rosa en el corpiño…”
Abajo, “‒ Statue of Gautamozin on the Paseo ‒” c. 1880 por William Henry Jackson, que pertenece a la colección “Detroit Publishing Co.” de la Library of Congress -Prints and Photographs Division- en Washington, D.C.
La propiedad de que hablamos, en la nueva “Colonia Americana” con cuarenta metros de frente sobre la calle de Fuentes Brotantes, miraba hacia el Sur-poniente el Paseo de la Reforma y su glorieta, teniendo como propietarios vecinos al oriente, las familias Salcido (Reforma 142 y 144) y De Peña (Reforma 146 y 148); hacia el Poniente y cruzando la calle que hoy llamamos Lucerna, se erguían las casas de las familias Torres Sagazeta (Reforma 152) y González Mauri (Reforma 154). Al otro lado del amplio Paseo, la mirada encontraba un parque con terraplén (que en 1910 se dedicaría a Luís Pasteur cuando la comunidad francesa entregó una estatua del científico a la ciudad) que permitía el acceso a la “Estación Colonia” del Ferrocarril Nacional Mexicano (para la línea México-Manzanillo, por Toluca, Maravatío, Acámbaro, Morelia, Zamora y La Piedad; y para la línea México-Nuevo Laredo), justo al lado de la hermosa y arbolada calzada que llevaba a la Hacienda de La Teja y ahora llevaba hasta la fábrica del mismo nombre…
Arriba, una postal con matasellos del 17 de Octubre de 1904, donde puede verse la “Estación del Ferrocarril Nacional”, proyecto del arquitecto neoyorquino Bradford Gilbert; en primer término el Paseo de la Reforma al cruce con la calle dedicada al General Prim y las efigies de Francisco Zarco (izquierda) y Manuel Ojinaga (derecha) que aún permanecen en ese sitio. A la izquierda, se percibe el arbolado de la Calzada de la Hacienda de La Teja (calle hoy dedicada a Manuel Villalongín) y una esquina de la rotonda dedicada al rey Cuauhtémoc. El sitio del edificio ferroviario es ahora ocupado por un estacionamiento subterráneo y el “Monumento a la madre”, mientras que la estación (sección de vías) cedió su área al parque “Jardín del arte”, la avenida Parque Vía y el “Hospital de Ferrocarrileros” (que ahora es parte de las instalaciones del IMSS con una guardería y edificios administrativos).
Así el contexto urbano de la zona en 1904…
Sobre aquel terreno de poco más de 800m² frente a la glorieta y monumento a Cuauhtémoc, haciendo esquina con Fuentes Brotantes, se dispuso desde febrero de 1900, por orden de don Juan Nepomuceno Urquiaga y Rincón-Gallardo, el fundamento para una nueva residencia; pero el 31 de julio de 1901, Urquiaga vendió la propiedad a don José Gargollo y Garay, quien alteró sutilmente el diseño y continuó con la construcción, reformando apenas parte de lo ya edificado; a la propiedad original añadió tiempo después un nuevo predio ‒con frente a Fuentes Brotantes y superficie de cerca de 650m²‒ sobre el que se extendió el proyecto de la residencia, dotándola además con un jardín privado al centro de la manzana…
Don José Manuel María Gargollo y Garay (8 de diciembre de 1877- 23 de diciembre de 1966) nació en la ciudad de México; hijo de José Joaquín Gregorio Gargollo y De la Parra, y Dolores Garay Tejada, casó con una muy joven Alicia Rivas-Mercado Castellanos (hija del reconocido arquitecto Antonio Rivas Mercado -1853/1927- y Matilde Cristina Castellanos Haaf -1869/1943- ).
Arriba, una sorprendente fotografía de don José Manuel Gargollo Garay y su esposa Alicia Rivas Mercado Castellanos, en el frío París de enero de 1914; el bebé es Guillermo Gargollo Rivas, que nació en 1913 y que casaría con María Chávez Landero y luego con Pita Sánchez-Navarro. Del matrimonio Gargollo/Rivas sería residencia la casa edificada en el número 150 del Paseo de la Reforma, que en 1905 ultimaría el arquitecto José Luís Cuevas Pietrasanta.
Tanto José Manuel María Gargollo y Garay, como su padre don José Joaquín Gregorio Gargollo y De la Parra habían formado parte de los negociantes que aprovecharon las Leyes de Reforma (en particular la Ley de Desamortización de Fincas Rústicas y Urbanas Propiedad de Corporaciones Civiles y Eclesiásticas, que obligaba a las corporaciones civiles y eclesiásticas a vender casas y terrenos; creada por Miguel Lerdo de Tejada -hermano de Sebastián Lerdo de Tejada-, y que fue expedida el 25 de junio de 1856) para acumular una sustancial cantidad de propiedades que con el paso del tiempo, les permitieron llevar una vida holgada…
Esa edificación del Paseo de la Reforma 150, encargada al muy joven arquitecto José Luis Cuevas sería terminada en 1904 y decorada durante el año siguiente; sus características muestran claramente la manera en que la arquitectura de principio del siglo veinte resolvía la forma de vivir en la ciudad y sobre el nuevo Paseo, a manos de un diseñador de tradición aún Académica.
José Luis Cuevas Pietrasanta (1881–1952) (hijo de Luis Felipe Cuevas Estanillo y Ana Pietrasanta Presa) había estudiado arquitectura en la Academia Nacional de Bellas Artes (que aún se conocía como Academia de San Carlos) de donde egresó en 1903. Diseñó las casas de Versalles N°112, Reforma N°30 (1906) y Donato Guerra N°13 (1907); al paso del tiempo, diseñó también los edificios de la calle Gante con números 20 (1912-1918) para don José Manuel Gargollo Garay –que fuera sede de la Compañía de Luz y Fuerza, Banco Somex y Banco de México– y 15 (1925) –el afamado “Edificio Edison”– que ahora ocupa también la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Abajo, en una fotografía de 1937, el edificio de la calle de Gante número 20 -en su esquina con 16 de Septiembre-, que fuera diseñado por José Luis Cuevas Pietrasanta en 1912 como “Hotel Gargollo”, cuando años después era sede de “Luz y Fuerza”.
El arquitecto Cuevas es más recordado por su faceta de planificador urbano, en particular sus ideas en relación a la “Ciudad Jardín”, por lo que su nombre se asocia tradicionalmente con el diseño y urbanización de “Chapultepec Heights”, la lotificación del Hipódromo de la Condesa (originalmente colonia “Insurgentes-Hipódromo”), e incluso el trazo regulador del fraccionamiento “Chapultepec-Polanco”. Años después, colaboraría en el “Taller de Urbanismo de Mario Pani” con varios diseños urbanos para la República mexicana.
En relación a la residencia Gargollo/Rivas –su primer encargo arquitectónico de importancia–, no es claro qué tanto influyó sobre el resultado final el proyecto y edificación que de origen se había hecho para la residencia Urquiaga, aunque es claro que las características estilísticas y funcionales, corresponden a cánones de diseño ligados más a la práctica arquitectónica del siglo anterior…
La casa se divide en tres plantas –incluyendo el sótano–, y a la manera de la tradición del siglo XVIII, la planta alta se trata a manera de “Piano Nobile”, recibiendo en torno a un patio y su escalera, la función residencial; la planta baja –que se desplanta sobre un sótano que agrupa los espacios de la servidumbre– daría lugar a áreas ceremoniales o dedicadas a la exhibición de la importante colección de arte del señor Gargollo.
Arriba, la planta baja de la casa Gargollo en Paseo de la Reforma 150, según aparece en la página 167 del libro “Arquitectura doméstica de la cuidad de México” publicado por Vicente Martín Hernández en 1981 (UNAM), donde además se ha marcado el terreno que se añadió al predio original. Abajo, la planta alta del inmueble, según ese mismo texto.
Los elementos más destacados en la composición arquitectónica de la casa Gargollo son la protuberancia ochavada a manera de mirador que toma la curva del terreno frente a la glorieta, así como la logia de la planta baja –que alberga la biblioteca– y genera un espacio de terraza en la parte superior.
El lenguaje decorativo usado por Cuevas pertenece a la tradición académica en lo que Israel Katzman tiende a llamar “Período de transformación estética”, con un “suntuoso órden Jónico” y profusión de ornamentos derivados directamente de la tradición neoclásica como balaustres, frisos denticulados, claves ornamentadas, guirnaldas, cartelas, medallones, “ojos de buey”, acodados, ovos, florones, etcetera…
Al interior, la parte trasera de la casa se distribuye en torno a un patio; aunque el espacio ha sido abundantemente modificado e intervenido, en la parte alta se conservan parte de los enseres originales, por lo que puede adivinarse la intención arquitectónica y la ornamentación del espacio.
La esposa de José Gargollo y Garay, fue Alicia Rivas Mercado, hija de Antonio Rivas Mercado, el célebre arquitecto de la Columna de la Independencia y que por aquél tiempo era Director de la Academia de San Carlos y diseñador de obras como la casa de su hermana Juana Rivas de Torres Adalid (http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2014/06/la-casa-torres-adalid-rivas-mercado.html) o la de campo del presidente Manuel González (http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2014/01/la-casa-de-campo-de-don-manuel-gonzalez.html).
Es interesante recordar además que Alicia Rivas de Gargollo era hermana de la inolvidable Antonieta Rivas Mercado, casada con Albert Edward Blair y ligada con destacadísimo papel en la candidatura presidencial de José Vasconcelos. Doña Alicia fue siempre reconocida por su elegancia y corrección, recordada incluso en su edad adulta y celebrada en “A la sombra del Ángel” de Kathrin S. Blair. La casa de Reforma 150, era sin duda su residencia…
Don José fue un poderoso hombre de negocios en capital –cosa que lo llevó a incursionar en ámbitos tan diversos como la banca, hotelería o desarrollo inmobiliario–, aunque no fueron éstos su pasión; su entusiasmo lo llevó siempre hacia la recolección de objetos de belleza y antigüedades, por lo que su casa del Paseo reservaba parte de sótano para la reconstrucción de trebejos que aparecían luego como parte de la colección que se exhibía en los salones de la residencia, que debió ser un espléndido marco para la exposición…
En lo referente a la herrería, la casa Gargollo ostenta magníficos trabajos de forja y vaciado, adquiridos en Francia por intermediación de “Marchand Mercier -ferronnier-”, y que incluyen una fastuosa “Rampe en fer forgée” y un par de “Œil de Bœuf” de la prestigiada casa “Swartz & Meurer –Paris–”. En la fotografía, la “escalinata de honor” de la casa Gargollo/Rivas, decorada a la manera del Hôtel de Tallard o del Hôtel Shangri-La de París…
Tesoros como tibores, marfiles, tallas y carpintería, pinturas europeas y mexicanas, plata antigua, bargueños y ajuares virreinales se exhibían ya en la casa cuando la ocupó la familia Gargollo/Rivas en 1905 y al paso del tiempo, el mobiliario se vio enriquecido por objetos que continuaron adquiriendo en constantes viajes. Además, desde un inicio, el arquitecto Cuevas se encargó de que los interiores fueran marco digno para la colección.
Siempre en busca de Antigüedades, don José Gargollo logró comprar a bajo precio unos lambrines barrocos mexicanos instalados en la cantina “Berenita”, piezas que en conjunto habían formado las puertas de la Real y Pontificia Universidad de México, por entonces recién destruida por orden del ministro de educación, don Justo Sierra.
Arriba, una fotografía de la portada del acceso al Salón de Actos de la antigua universidad (se encontraba frente a la Plaza del Volador, parcialmente en los terrenos que hoy ocupa la Suprema corte de Justicia) antes de ser desmontada. El trabajo de cantera se trasladó por orden de José Vasconcelos al edificio de la Normal de Maestros -otra se montó al exterior del ex Colegio de San Pedro y San Pablo-; la puerta se vendió como madera y terminó como arrimadero en “La Berenita”…
Después de una entonada restauración, Gargollo colocó los cuadrifolios en una de las habitaciones de la planta baja, sitio en que permanecen a pesar de haber cambiado de propietario la casa.
Aunque buena parte del mobiliario se ha perdido o quedó disperso entre los herederos, en la casa actual se conservan varios remanentes que atestiguan la opulencia de lo que debió ser la decoración de la casa Gargollo en 1910. (Abajo, una fotografía que reproduzco gracias a la gentileza de Dyan del Rivero)
Afuera, el Paseo de la Reforma se poblaba de residencias y frente a sus monumentos se llevaban a cabo innumerables formalidades; abajo, en una fotografía de Casasola captada el 21 de agosto de 1910 durante una ceremonia efectuada frente al monumento a Cuauhtémoc, aparece el contexto inmediato a la casa de la familia Gargollo-Rivas.
Así las cosas antes del proceso revolucionario; como complemento una fotografía de 1910, en que aparece don Antonio Rivas Mercado frente a la casa del Paseo de la Reforma N°150, rumbo a las “guerras Florales” de ese año, en compañía de sus nietos, los niños Gargollo y Rivas…
Nos dice William BEEZLEY en “EL ESTILO PORFIRIANO: DEPORTES Y DIVERSIONES DE FIN DE SIGLO”: “Ese nacionalismo del porfiriato se alimentaba de un sentimiento romántico hacia los aztecas y hacia la cultura colonial. La sociedad capitalina celebró una "guerra florida", farsa que recreaba el ritual azteca, con un desfile de carros alegóricos, desde los que los pasajeros se arrojaban flores.”
Luego de las turbulencias que causaron la renuncia del Presidente Díaz y poco después el ascenso de Madero, la familia Gargollo-Rivas siguió habitando la casa del Paseo, aunque incrementó el número de viajes al exterior, donde don José trasladó una parte importande de su riqueza al “Mercado de Capitales” en Nueva York.
Abajo, una fotografía tomada desde la banqueta de la casa Gargollo en el Paseo de la Reforma –forma parte de la “serie Brehme” en el archivo Casasola– en que se indica: “Paso de las fuerzas Convencionistas, comandadas por el general Emiliano Zapata a su entrada a la Ciudad de México en noviembre de 1914”
A los acontecimientos de la “decena trágica” y el disturbio revolucionario en México, seguirían las luchas entre Constitucionalistas y Convencionistas, con los regímenes Lagos Cházaro, Carranza, De la Huerta y Obregón. En la casa Gargollo se suspende el suministro de agua, cuando las fuerzas Zapatistas cortan el abastecimiento procedente de Xochimilco y reina una cierta incertidumbre, cuando en abril y junio de 1917 el general John Pershing entra a territorio mexicano…
Luego del asesinato de Carranza en 1920 y el ascenso a la presidencia de Álvaro Obregón, para Septiembre de 1921 -con las fiestas del centenario de la consumación de la Independencia de México y la conclusión oficial de la “Revolución Mexicana”- se da lo que parecía un nuevo período de paz en la república; en 1924 llega a la presidencia don Plutarco Elías Calles y las cosas cambiarán sustancialmente para la familia Gargollo-Rivas.
Al regreso de uno de los numerosos viajes, en 1926 la familia Gargollo se encontró con un México convulsionado por la persecución religiosa. Católica ferviente, doña Alicia buscó la manera de apoyar a los católicos y tuvo la intrepidez de esconder en una habitación de la casa del Paseo al padre Miguel Agustín Pro. En diciembre de ese año, uno de sus hijos sería arrestado por repartir “propaganda sediciosa”…
El “Crack de la bolsa” norteamericana (que inició el 24 de octubre de 1929, motivado por la manipulación de la oferta monetaria, por parte de la reserva federal luego de ser privatizada por el presidente Woodrow Wilson en 1913/14 y comenzar a apartarse del patrón oro) que llevó a “la grán depresión” lastimó gravemente las finanzas de la familia Gargollo-Rivas y para sorpresa de muchos, en diciembre de ese año, don José Manuel Gargollo Garay se vió orillado a pedir al México City Banking Corporation una hipoteca sobre la casa de Paseo de la Reforma 150.
Gargollo debía pagar una fuerte cantidad en un plazo de dos años y garantizó el préstamo mediante la casa; en agosto de 1931 el banco cedió la deuda y la hipoteca de José Gargollo a “Edificio Edison, S.A.”, sociedad que demandó a Gargollo y ante su falta de respuesta, logró que se le adjudicara la casa en diciembre de 1932. El 11 de febrero de 1933, don José Gargollo la cedió a título oneroso a “Reforma 150, S.A.”, y firmó la escritura de la adjudicación correspondiente el 1º de marzo de 1933.
Y dice la página del UC: “Ésta mala fortuna de los Gargollo-Rivas coincidió con que el University Club -que ya tenía una mayoría de miembros nacionales y se había convertido en uno de los centros sociales más distinguidos del país-, estaba buscando adquirir una sede, por lo que les vino al dedillo la mansión de Paseo de la Reforma 150.”
“The University Club of México” se había fundado a fines de 1905 cuando un pequeño grupo de hombres de negocios mexicanos y norteamericanos buscaron reunir a residentes de varias nacionalidades y nivel universitario; los fundadores Paul Hudson, Eman L. Beck y Víctor M. Braschi, alquilaron una casa en la esquina de Bucareli y Donato Guerra como domicilio social. Para 1906 el número de socios se incrementó a 70 y para 1910 la lista de miembros alcanzaba los 200. Una de las actividades más sonadas del período fue el gran baile de disfraces de 1908, donde el invitado de honor, Don Porfirio Díaz, recibió el nombramiento de Socio Honorario Vitalicio.
El crecimiento continuó a tal punto que en 1932, la casa de Bucareli resultó insuficiente para cumplir con las demandas de los socios; así, la Mesa Directiva se dio a la tarea de buscar una nueva casa para el “University Club”. El inmueble escogido se hallaba en la periferia de la ciudad, siendo su propietario un acaudalado hombre de negocios caído en desgracia y de apellido Gargollo…
Arriba y abajo, dos fotografías de Dyan del Rivero que muestran la “escalinata de honor” de la casa Gargollo en su estado actual, como parte del University Club.
Para 1934, el “University Club de México” tenía nueva casa (propia) en el número 150 del Paseo de la Reforma. Se aprovecharon buena parte de los fastuosos espacios de la casa Gargollo sin hacer intervenciones relevantes, y así, la biblioteca pasó a ser sitio favorito de reunión y la escalera principal resultó perfecto espacio de recepción, con su magnífica antesala y puerta acristalada.
A pesar de su fausto, la casona requirió de algunas enmiendas, como la habilitación de espacios para cocinas, baños y escaleras de servicio, comedores, cantina y recamaras para socios; de ese período viene la alteración más importante, que fue el techar el patio interior en planta baja, creando una terraza interior en la planta alta.
Quedaría pendiente un gran salón de fiestas que sirviera para organizar cenas y bailes, y un "departamento para damas", indispensable en un Club de esas características, carencias que para 1940 se subsanarían con un nuevo salón de saraos.
Pero la década de los años cuarenta, traía ya nuevas transformaciones en el ámbito urbano del paseo de la Reforma…
Arriba, en una fotografía aérea de la Compañía Mexicana de Aerofoto fechada en 1943, aparece una perspectiva del Paseo de la Reforma mirando hacia el poniente. En la toma aparece en primer término la glorieta en que se rinde homenaje a Cristóbal Colón y se señala con una flecha el sitio en que se ubica la casa Gargollo-Rivas que ya entonces era sede del “Univesity Club”; además, se señalan la glorieta en que se rinde homenaje a Cuautémoc y con una estrella la “Estación Colonia” que se comenzaría a desmantelar ése mismo año.
En 1944, cuando Javier Rojo Gómez era regente de la Ciudad de México, el periódico Excelsior convocó al concurso “Monumento a la Madre” que debía edificarse en los terrenos de la Estación Colonia que se estaba desmantelando. En las bases del concurso se estipulaba que, junto con el proyecto para el monumento, debían enviarse sugerencias que indicaran cómo solucionar el tránsito de la zona……
La propuesta que presentó el arquitecto Mario Pani no ganó el cetamen, pero generó una proposición urbana que para 1945 aprobó la “Comisión de Planificación del Distrito Federal” donde se planteaba al crucero de Reforma e Insurgentes como un detonador de desarrollo (casi a la manera del “Plan Voisin” de le Corbusier). La propuesta para el conjunto, eliminaba las edificaciones de unas doce manzanas en derredor del crucero de las avenidas, trasladaba el monumento a Cuauhtémoc al cruce y creaba jardines sembrados con 16 torres de 20 pisos.
Aunque parecía avanzar, el proyecto del ahora “Taller de Urbanismo de Mario Pani” (en el que participaba el propio José Luís Cuevas) se suspendió en 1946 luego de que la Comisión Mixta de la Suprema Corte no autorizara las expropiaciones y el nuevo regente de la ciudad –Fernando Casas Alemán– decidiera no secundar la propuesta (probablemente a instancia de don Enrique Parra Hernández –secretario de Miguel Alemán– y propietario del Hotel Hilton que estaba en construcción).
Arriba, un comparativo de la propuesta urbana, con el Paseo de la Reforma como eje vertical al centro y la diagonal de la Avenida de los Insurgentes –en ambas, se señala con una estrella roja el emplazamiento de la casa Gargollo que para entonces ocupaba el “University Club” y que según la propuesta debería desaparecer; abajo, una perspectiva de la “Propuesta Pani” para la nueva glorieta que uniría Reforma e Insurgentes.
Y dice Wikipedia: “En 1946 el arquitecto Mario Pani realizó el proyecto de Paseo de la Reforma e Insurgentes, planeando construir una enorme plaza con distribución vial y al menos una decena de edificios concéntricos como nuevo centro de la ciudad, concluyéndose solamente como parte del proyecto el Hotel Plaza y el monumento como punto central. En 1949 el monumento fue movido de su emplazamiento original al punto exacto de la intersección de ambas avenidas. El proyecto de Pani no se realizó, pero el monumento quedó en su nuevo emplazamiento, con un espacio reducido y sin espacio peatonal.”
Abajo, en una foto aérea de 1979 se señala el emplazamiento original del monumento (amarillo) y el sitio en que quedó desde 1949 (azul) –al cruce de las avenidas Reforma e Insurgentes–; también se señalan el emplazamiento de la casa Gargollo/Univesty Club (rojo) y el sitio que ocupaba la “Estación Colonia” del Ferrocarril Nacional Mexicano (verde) y que para entonces ya era ocupado por un estacionamiento subterráneo, el “Monumento a la madre” y el “Jardín del arte”. En la foto ya es notable el cambio en las características del ámbito edificado que rodea la casa, con varios edificios de altura importante sobre el Paseo de la Reforma.
Como complemento a la imagen anterior, una perspectiva sobre la Avenida de los Insurgentes tomada en 1959 desde un balcón del hotel Continental Hilton y mirando hacia el norte. En primer plano el Monumento a Cuauhtémoc en el cruce con el Paseo de la Reforma en la glorieta que atraviesan los rieles del tranvía; a la izquierda se adivina el parque donde se erigió el Monumento a la Madre inaugurado por Miguel Alemán Váldes el 10 de mayo de 1949 con esculturas de Luis Ortiz Monasterio, triunfador del certamen convocado por el periódico Excélsior en 1944; arriba y al centro el que entonces era aún el Hotel Plaza, diseñado por Mario Pani en 1945 y único superviviente de la “Propuesta Pani” para la glorieta que uniría Reforma e Insurgentes.
La década del 50 sería de enormes cambios para la zona aledaña a la casa Gargollo: Desde 1946 y hasta 1955, en el terreno que habían ocupado las casas de la familia Enríquez (Reforma 170), la familia Sordo Noriega (Reforma 164) y la familia Gurza, se levantaba un nuevo edificio para hotel, que sería administrado por la cadena Hilton.
Arriba, el Hotel Continental Hilton, sobre el Paseo de la Reforma en la colonia Juárez, México D.F.; propiedad de don Enrique Parra Hernández fue proyecto del despacho encabezado por su hermano, el arquitecto Fernando Parra Hernández, entre 1946 y 1955 (la fotografía de 1958 es de James Vincent); ubicado frente al cruce del Paseo de la Reforma, Insurgentes y la calle de Roma, fue uno de los hoteles más famosos de la ciudad, donde se hospedó la actriz Marilyn Monroe en 1962. Era también celebrado por su centro nocturno “Belvedere”. El inmueble se dañó con los sismos de 1985 y luego de su demolición cedió su lugar al parque Jesús Reyes Heroles.
En la fotografía de abajo, la demolición con explosivos de la estructura dañada del Hotel Continental Hilton en 1986. A la derecha, la esquina que forman las calles de Dinamarca y Roma con la Avenida de los Insurgentes; a la extrema izquierda, parte del edificio del Banco Internacional y la calle de Lucerna donde se alcanza a distinguir la casa Gargollo / University Club…
Otro edificio relevante, edificado en la misma manzana que la casa Gargollo –en el predio que había sido residencia de la familia Salcido– fue el inmueble para oficinas de la esquina de Reforma con General Prim, edificado durante 1959 y 60 con una suave silueta modernista.
Arriba, el inmueble que en 1958 se diseñó para ser sede de Banca CREMI en el Paseo de la Reforma 144 y la esquina de General Prim; fue diseño de los arquitectos Ricardo de Robina, Jaime Ortiz Monasterio, Héctor Mestre y Manuel de la Colina. Abajo, una fotografía de “LIFE” en que aparece en primer plano la casa Gargollo que ya era conocida como el University Club; a la izquierda de la imagen, aparece la perspectiva del paseo de la Reforma hacia el oriente y el edificio de Banca CREMI en construcción; además, el edificio de oficinas que por años albergó la agencia de ventas del balneario “San José PURUA” y en planta baja el notorio Piano Bar “Paseo”.
Es interesante hacer notar que en la imagen puede verse que aún existe la casa edificada por Lewis Lamm en la esquina de la calle de Lucerna y Viena –colindante con la propiedad del Univesity Club–, propiedad que al ser destruida en 1961 cedería su espacio a un nuevo salón de fiestas del club; el afamado Arturo Pani decoró el nuevo “salón de saraos”, con unos enormes espejos que por muchos años fueron los más grandes de la ciudad. Por esa misma época, las recámaras de la planta alta se trasmutaron en comedores privados.
Una última transformación trascendental en el vecindario se dio en 1964, al otro lado de la calle de Lucerna, en lo que había sido la casa de la familia Torres Sagazeta (Reforma 152). Ahí se edificaría durante 1964 y 65 una nueva torre de oficinas y veinte pisos de acristaladas fachadas. El edificio sería sede del Banco Internacional (luego BITAL), con un novedoso proyecto realizado por los arquitectos Alberto Velasco y Javier García Lascurain, que además de innovaciones técnicas incorporaba un mural en el amplio basamento.
Arriba, una perspectiva del edificio para el Banco Internacional en Paseo de la Reforma 153, según el proyecto de 1964; abajo, una fotografía del mural “El crédito transforma a México” que Juan O´Gorman pinto originalmente para el mezzanine de ese inmueble y que fue trasladado al vestíbulo del edificio de HSBC frente a la columna de la Independencia en Paseo de la Reforma 347.
Abajo, una postal de 1978, en que aparece el Paseo de la Reforma con los edificios de la acera que mira al norte; de derecha a izquierda, el Hotel Continental Hilton, el edificio del Banco Internacional, la casa Gargollo en que se instaló el University Club, el edificio de oficinas “PURUA”, el edificio de Banca Cremi y el edificio de Nacional Financiera en construcción. Abajo a la izquierda, la escultura de Noreña que homenajea a Cuauhtémoc…
Así las cosas para la casa Gargollo / University Club que sintió el sismo de 1957 –cuando de la Columna de la Independencia cayó la escultura de la Victoria dorada– sin afectaciones importantes, y que miró pasar las décadas de 60, 70 y 80, hasta llegar al parte-aguas de septiembre de 1985 con los sismos que afectaron severamente a la ciudad.
El inmueble edificado en 1905 –fecha oficial de terminación– ha seguido cumpliendo su tarea como club y a pesar de tener una sucursal en la zona poniente de la ciudad, conserva el título de sede con la estructura que cuenta ya 110 años de existencia. Entre 2013 y 14 se hizo una restauración completa del inmueble…
En 2004, como parte de los trabajos del Programa Integral del Corredor Turístico y Cultural Paseo de la Reforma-Centro Histórico de la Ciudad de México, el Gobierno del Distrito Federal decidió regresar el Monumento a Cuauhtémoc a su emplazamiento original, con el fin de recuperar su relevancia y restaurarlo integralmente, además de una reestructura de la intersección de Reforma e Insurgentes para mejorar el tránsito de vehículos e integrando el sitio a un nuevo entorno que abarca también los parques Jesús Reyes Heroles —construido en el sitio que dejaron edificios destruidos tras el terremoto de 1985— y Luis Pasteur.
Desde hace algún tiempo, se decidió revitalizar el aforo de socios al University Club y dar plusvalía a la propiedad; así, se estableció una alianza con “Desarrolladora del Parque” a cargo de Enrique Téllez, recurriendo al arquitecto Enrique Macotela para sugerir un esquema. Téllez explicó que el Club “quiere potenciar su activo con la generación de nuevos espacios para de atraer público más joven”, entonces el edificio se construirá en su propiedad, la que no tiene inmuebles catalogados como la casa Gargollo.
“Los estudios de mercado nos dicen que en la medida que el número de oficinas ha venido creciendo hay un requerimiento de vivienda importante en la zona”, dijo en entrevista uno de los inversionistas en el nuevo proyecto.
Arriba el “render” de la propuesta que se ha hecho pública para la “Univesity Tower” a edificarse a partir de 2015 en la parte trasera del terreno que ocupa el University Club; abajo, en una toma de Google Maps fechada en 2013, se ha marcado en naranja el perfil de la casa Gargollo y en rojo las ampliaciones que ocupa el University Club y donde se edificará la “University Tower”.
Abajo otro “render” de la propuesta para la “University Tower” que se edificará en la parte trasera de la propiedad del University Club y que amablemente me hizo llegar Jaime Arroyuelo; es interesante destacar la nueva escala de la zona, donde es difícil distinguir la casa Gargollo (inmueble catalogado), que aparece abajo con una nueva estructura sobre la azotea.
Abajo, dos fotografías más que agradezco a Dyan del Rivero…
Este Blog se ha hecho gracias al apoyo incondicional de Julieta Fierro; está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado y de las que existe poca información publicada. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea mayor información, haga favor de contactarme e indicar el dato que requiere. Si utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–. Conforme haya más entradas (ya hay más de 50), aparecerán en el índice a la derecha de ésta página…
También se puede encontrar un índice general en: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2016/02/indice-de-grandes-casas-de-mexico.html
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarFelicidades por todo tu trabajo en este blog, estoy feliz leyendo todo lo que puedo, sobre la Casa Gargollo confieso que me desilusiono el proyecto del edifico de 40 niveles detras, creo que rompe aunque solo con la casa porque todo a su alrededor es ya de esta tipologia, en pocas palabras la que desentona es la casa pero que importa, es un hermoso edificio.
ResponderEliminarSaludos
Felicidades por todo tu trabajo en este blog, estoy feliz leyendo todo lo que puedo, sobre la Casa Gargollo confieso que me desilusiono el proyecto del edifico de 40 niveles detras, creo que rompe aunque solo con la casa porque todo a su alrededor es ya de esta tipologia, en pocas palabras la que desentona es la casa pero que importa, es un hermoso edificio.
ResponderEliminarSaludos
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarExcelente trabajo de investigacion.... muchas felicidades!!!
ResponderEliminar¡Mil gracias!
EliminarSaludos...
Felicidades, excelente trabajo!
ResponderEliminar¡Gracias!
EliminarUn saludo...
Después de tantos años, la propuesta hecha por el taller del Arq. Mario Pani en 1945 del cruce de Paseo de la Reforma y Avenida de los Insurgentes pareciera ver la luz. Gracias por compartir este gran trabajo.
ResponderEliminarMe encanta este blog, muchas felicidades y gracias por compartir!
EliminarInvestigación sin igual, muchas felicidades y gracias!
ResponderEliminar;-) Gracias...
EliminarFelicidades por toda esta información histórica que me llena de nostalgia ver como se ha ido destruyendo-construyendo esta hermosa ciudad.
ResponderEliminarTomás Moreno-Monterrey,N.L.
¡Gracias!
EliminarSaludos...
RF
Felicidades por su extraordinario blog, repleto de interesantes historias de los inmuebles y de los personajes que las construyeron y las habitaron. Una observación, en cuanto a la fecha del matrimonio del Sr. Gargollo con Alicia Rivas Mercado menciona que fue en 1907, creo que el dato es erróneo ya que ella nació en 1896. Si mal no recuerdo en el libro de "A la sombra del Ángel" refiere que fue en el año de 1913. Saludos cordiales.
ResponderEliminar¡Mil gracias Alejandro!
EliminarEstoy revisando los datos…
maravilloso blog, felicidades
ResponderEliminar¡Gracias!
EliminarSaludos...
RF
Un recorrido impresionante por el tiempo y la arquitectura. Felicidades por su extraordinario trabajo. Gracias.
ResponderEliminar¡Gracias!
Eliminar:-)
RF
Muy bonito e interesante blog acerca de las fastuosas casas de aquella época.....
ResponderEliminarNo tengo muchas palabras para esta casa Gargollo, solamente expresare "extraordinaria arquitectura de principios del siglo XX "Maravillosa ".
ResponderEliminar