viernes, 6 de mayo de 2016

La casa Braniff / Cánovas en Reforma 459




Ésta entrada se refiere a la casa de don Oscar J. Braniff y Guadalupe Cánovas (heredera de las propiedades de la Condesa de Xalpa), que se edificó en 1921 con frente al Paseo de la Reforma número 459; el terreno que llegaba hasta la actual calle Río Lerma y fuera seccionado por la calle Río Atoyac, está ocupado ahora por el “Hotel Marquis Reforma”, algunas casas, edificios y un amplio estacionamiento de varios pisos…


Óscar J. Braniff Ricard nació en la ciudad de México en 1876, hijo de Thomas Braniff Woods (1830-1905) y Lorenza Ricard Werdalle (ver: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2013/01/casa-braniffricard-en-paseo-de-la.html). Siete hermanos componía la descendencia: Jorge T. Braniff Ricard (1868-1954), Oscar, Tomás Braniff Ricard (1878-1942), Arturo Braniff Ricard (1880-1970), Lorenza Braniff Ricard (1882-1975), Alberto Braniff Ricard (1884-1966) y Rafael Braniff Ricard.

Oscar casó en 1900 con Guadalupe Cánovas y Portillo, nacida en 1875 e hija de Manuel Cánovas y su segunda esposa Octaviana Portillo Martín del Campo, propietarios de la Hacienda de Jalpa. Don Manuel Cánovas había casado en 1850 con Ignacia de Ceballos Monterde y Antillón -heredera de las propiedades de los Condes de Xalpa-, extendida y productiva hacienda de más de 70 mil hectáreas que había llegado a ocupar tierras entre los estados de Guanajuato y Michoacán, pasando a ser así propietario don Manuel de la Hacienda y su casa grande en derredor de la que se desarrollaría el poblado de Jalpa de Cánovas.



Así, don Óscar Braniff pasó a ser con su esposa desde 1900 copropietario de la vasta hacienda de Jalpa, cosa que influyó sin duda en la peculiar manera –muy distinta a la de sus hermanos– en que se interesó en las cuestiones de inversión del capital y propiedad de la tierra, llegando incluso a publicar varios escritos relativos a la producción agrícola en México.

En su interesantísimo libro “Mexico of the Twentieth Century” publicado en la ciudad de Nueva York durante 1908, Percy F. Martin nos dice que “… Mr. Oscar J. Braniff, is one of the best known and most successful financiers in the republic, and still quite a young man”, refiriéndose con simpatía al presidente de la Compañía de Seguros Latinoamericana y miembro del consejo del Banco de Comercio e Industria, ligado a la construcción del ferrocarril de Jalapa a León y a la explotación minera en Guanajuato, pero sobre todo, refiriéndose al hacendado que en Jalpa de Cánovas llevaba a cabo una enorme cantidad de mejoras, siguiendo sus propias ideas publicadas.

Aunque es importante señalar que Braniff además sería reconocido por sus esfuerzos en lograr la pacificación de la República luego de los levantamientos armados de 1910, donde entablaría pláticas con el movimiento maderista e incluso aparecería en documentos fotográficos con personajes tan trascendentes como Pascual Orozco, Francisco Villa y Giuseppe Garibaldi…


Arriba y de izquierda a derecha, aparecen en una imagen registrada por Bain –captada final de abril de 1911 durante las negociaciones en derredor a Ciudad Juárez–: Pascual Orozco (que sería nombrado comandante de los Rurales en Chihuahua), Oscar Braniff, José Doroteo Arango Arámbula (más conocido por su seudónimo Francisco Villa) y Giuseppe Garibaldi (nieto del famoso héroe italiano y segundo al mando de las fuerzas de Madero).

Como parte de sus ideas en torno al campo, Oscar Braniff había escrito y publicado en 1910 “Observaciones sobre el fomento agrícola consideradas como base para la ampliación del crédito agrícola en México” donde señalaba la urgencia de mejorar la producción agrícola el país, ya que mientras los campesinos no tuvieran un nivel de vida más alto, no podrían pagar deudas y generar poder adquisitivo, por lo que el desarrollo económico del país estaría severamente limitado.

Como parte de las mejoras, proponía renovaciones por parte de los propietarios de las tierras, con centros urbanizados de mejor calidad y con mejores servicios, que incluyeran agua, drenaje, escuela y templo; como eco a esa idea, había inaugurado en 1908 –siguiendo un proyecto del reconocido relojero y arquitecto Cecilio Luis Long, que además diseñara la nueva presa– el templo de la Misericordia, con su peculiar estilo neo gótico y alta torre campanario con reloj.



















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