lunes, 10 de diciembre de 2012

La casa Espinosa de los Monteros.




En el número 202 de la Antigua Calle Real de Santa Catarina, luego avenida Juárez y hoy Francisco Sosa, se localiza la parte más visible de la casa que nos ocupa y que ahora parcialmente alberga la Casa de Cultura Jesús Reyes Heroles, nombre que lleva en honor del historiador y politólogo veracruzano. Arriba, en una fotografía de 1949, la casa Espinosa De los Monteros, sobre la Avenida Juárez; abajo, en una fotografía de 1948, el puente de Panzacola sobre el río de La Magdalena.



La Calle Real, que para 1929 recibía el nombre de Avenida Juárez (y que de origen ligaba el Templo del Carmen en San Angel, con el Templo de San Juan Bautista en la Villa de Coyoacán), es reconocible por iniciar a un costado de la capilla de Panzacola y su puente sobre el río de La Magdalena, y rematar en los arcos de la Plaza Hidalgo, justo frente a lo que hoy conocemos como el Jardín Centenario -1910-. Abajo, un fragmento del plano “Zona Urbana de Coyoacán” (que forma parte del Atlas General del Distrito Federal), en que puede verse el Camino Real, llamado entonces Avenida Juárez (hoy Francisco Sosa) y justamente en el número 11 (que en el plano marca como la ubicación del “Cine Esperanza”) el terreno de don Juan de Luna en que se edificaría la casa Espinosa De los Monteros.



Sabemos que en 1780, terreno y casa pertenecían a Don Juan de Luna Celis, quien en una esquina del terreno instaló una pequeña fábrica de papel, aprovechando la “estructura que se encuentra frente a la Plazuela de Santa Catarina” y su capilla; para 1807 hay noticia que “se edificó una hermosa casa con ajaracas y balcones, que con dirección al mediodía se refresca hacia frondosos jardines que llegan hasta las canteras...”



Durante el proceso de independencia, en 1821, la casona del Camino Real fue adquirida por don Juan José Espinoza de los Monteros, secretario de la Suprema Junta Provisional Gubernativa y quien redactó y transcribió en dos ejemplares el “Acta de Independencia del Imperio Mexicano”, documento mediante el cual el entonces Imperio Mexicano (con Agustín de Iturbide) declaraba su independencia del Imperio español (ese documento fue redactado, transcrito y firmado en el Palacio Nacional de la Ciudad de México, el 28 de septiembre de 1821 por el secretario de la Suprema Junta Provisional Gubernativa don Juan José Espinosa de los Monteros).
Años más tarde, la casa pasó a la propiedad de don Antonio Espinosa de los Monteros y María Choza de Espinosa de los Monteros para luego llegar -en los años cuarenta del S. XX- a manos de su hijo, el economista (egresado de la UNAM así como de la Universidad de Harvard) Antonio Espinosa de los Monteros y Choza (Sinaloa, febrero 15, 1903 – Coyoacán, 1959) quien casaría con Blanca Rice. Abajo, en una fotografía de George Fayer fechada en 1945, aparece Antonio Espinosa de los Monteros y Choza quien fue Embajador de México ante EEUU durante el gobierno de Manuel Ávila Camacho (1945 - 1946), así como durante le presidencia de Miguel Alemán (1946 - 1948), además de director-fundador de Nacional Financiera, profesor y fundador de la Escuela Nacional de Economía, autor de varios libros y colaborador en diversos diarios.



En 1929, probablemente a raíz de la amistad de Blanca Rice de Espinosa de los Monteros con Adela Formoso de Obregón, Don Antonio Espinosa de los Monteros y Choza encargó al arquitecto Carlos Obregón Santacilia la ampliación de la estructura colonial y la unificación del conjunto con los jardines. Abajo, en una fotografía de 1949, los jardines de la casa Espinosa de los Monteros.



Por esa época, el arquitecto Obregón Santacilia era conocido por haber edificado el pabellón que representó a México en la “Feria de la independencia” en Río de Janeiro durante 1922 y 23, así como por haber diseñado la Escuela Benito Juárez por instruccines del Secretario de educación José Vasconcelos, ambos en un estilo “colonial”; aunque probablemente su mejor carta de presentación era la casa que había edificado en Tlacopac, y que será parte de una entrada futura en éste Blogg. Abajo, en una fotografía de 1949 (que apareció en “Social” N° 157, de agosto de ese año), los jardines de la casa Espinosa de los Monteros; a la derecha de la imagen, las arcadas de la estructura del S. XVIII y a la izquierda la ampliación con proyecto de Obregón Santacilia.





En Agosto de 1949, la revista “Social” N° 157, registró bodas, recepciones y despedidas en embajadas, fiestas y cocteles; también dedicó una parte de su examen a la casa Espinosa de los Monteros y por lo interesante, sugestiva y en ocasiones gandilocuente que resulta la redacción de Francisco Borja Bolado, transcribo los pies de imagen que acompañaron a las fotos…

“*** Interiormente, en especial en los salones de recepción, la biblioteca y el comedor, la residencia ofrece conjuntos de estilo muy bien logrados y muy suntuosos por la calidad del mobiliario y de las valiosas obras de arte. En la foto siguiente, una vistosa perspectiva del hall que sirve de unión a las dos construcciones de la casa y del que parte la escalera que lleva al segundo piso, resuelta con una variada composición arquitectónica de arcos y remate en cúpula.”



“*** Transpuesto el vestíbulo, hay un primer salón –foto de abajo- , cuyo decorado y composición le dan un precisado ambiente colonial: muros encalados, techos con viguería de cedro, capialzados en concha y, en los muebles, destacadamente, una espléndida arquimesa del siglo XVII con incrustaciones de marfil, dos ciriales tallados y policromados, un precioso arcón español y, también de ese tiempo, una mesa tallada y un sillón auxiliar. Mencionemos, por su calidad, el tapete oriental, tejido a mano, un antiguo reloj inglés –gran (sic.) sonnerie- y varias pinturas religiosas de mérito.”



“*** En la siguiente fotografía, otro salón –el de música-, en el que se repite la decoración del estilo, valorizada por el techo en bóveda y el vistoso capialzado de la ventana. En el mobiliario, además del sofá español con laterales movibles, tapizado en terciopelo carmesí, hay dos primorosas cómodas entableradas del siglo XVIII; otra más, italiana y, en las obras de arte, espléndidas pinturas antiguas –escuela italiana y mexicana-, varias telas bordadas, piezas ornamentales de plata y dos admirables esculturas en madera, estofadas, de origen guatemalteco.”



Abajo, “***en el salón principal –inmediato al de música-, la composición de marcado estilo romántico, está realizada con exacto sentido del ambiente. El conjunto es muy suntuoso; los muebles, en palo de rosa, tallados, forman uno de los juegos más completos: sofáz, sillones y sillas de medallón con tapicería de brocado de seda en color bugambilia, mesa de tortuga, varias mesitas y rinconeras y consolas, éstas con altos espejos tallados y dorados. Como complementos indispensables, un soberbio candil de cristal cortado, cortinajes de raso de seda en colores oro y bugambilia, un gran tapete primorosamente tejido y el piano de concierto –también del siglo pasado-, histórico casi porque en él, en su viaje a México, en una visita íntima a los señores espinosa de los Monteros –con quienes vino y regresó a Washington-, el señor presidente Truman tocó varias de sus obras preferidas. Muy decorativa la chimenea de cantera labrada, la calosía que cubre los cristales de la puerta principal y, muy bien logrado el retrato al oleo de la señora de la casa, original de Dreschler.”


Abajo, una imagen de mi archivo que complementa a la anterior.



“*** Estamos ahora –fotografía siguiente-, en la biblioteca, también en la parte antigua de la casa y también decorada y amueblada en el estilo español de la época. Destaca, desde luego, la gran chimenea de cantera blanca, en cuyo centro, labrado artísticamente, está el escudo real de la antigua Villa de Coyoacán. El mobiliario, elegante y severo, comprende varios grandes libreros de cedro adosados a los diversos muros del salón, un sofá, sillones y mesas igualmente de cedro, lámparas con pantallas de pergamino pintadas a mano y, magníficos, el tapete persa y los cortinajes de paño con bordados de oro. El candil y los candelabros de bronce, el cristo –talla del siglo XVII- y otras piezas de plata, de arfil, de cobre, son detalles de ambiente muy apropiados y de gran calidad.”



“*** El comedor, señorial y suntuoso, es otro salón de gran categoría. La decoración, especialmente por el soberbio artesonado del techo –madera y realces dorados-, es muy vistoso. Los muebles, ricamente tallados, con tapicería de brocado en las sillas y los sillones, acusan reminiscencias florentinas de la época, que se precisan delicadamente en las cómodas, de tipo Credenza y en el candil tallado y policromado en madera. Precioso el biombo, con pinturas florales muy bonitas y, de gran belleza, el cuadro al óleo que representa una fonda italiana del siglo XVI y el excelente tapiz de terciopelo rojo con sorprendentes bordados en seda. Mencionemos el gran tapete persa y, en la platería, los valiosos candelabros y otras piezas cinceladas de la antigua artesanía mexicana.”



“*** En la parte nueva de la casa, además de las alcobas de los señores, las de huéspedes, etc. Están las recámaras de las señoritas –Blanca y Antonieta-, que aparecen en las fotos siguientes. En la primera –decoración y alfombrado en gris perla, cortinas de gasa blanca-, hay un elegante juego de muebles tallados en madera de avellano, en su color, de precisado estilo francés. Comprende además de la cama –con cubierta de raso color oro-, los burós, una gran cómoda, el primoroso secretaire y el tocador con silloncito tapizado en seda. El espejo y el candil de cristal veneciano y la pintura –primitiva italiana-, son detalles de exquisito gusto. *** En la otra alcoba, también con alfombrado y decoración en tonos muy claros, los muebles son igualmente franceses, pero laqueados en blanco y con las tallas perfiladas en color. Las telas de Chintz de la sobrecama y del silloncito y las cortinas también de gasa , imprimen una graciosa feminidad al conjunto…”





Hasta aquí las peculiares descripciones de don Francisco Borja Bolado en 1949.
Años más tarde, luego de la muerte de Antonio Espinosa de los Monteros y Choza en 1959, la casa pasó a propiedad de don Francisco Armida quien se mudó con su familia, conservando el viejo casco original, la ampliación de Obregón Santacilia, así como la antiquísima cruz atrial que permanece en el primer patio de la casa; grandes cambios llegaron en la década de 1960, cuando la familia Armida comenzó a ampliar y subdividir la propiedad para alojar a todos sus miembros, manteniendo en lo posible el estilo “colonial”, aunque transformando la ampliación de 1929 y saturando los jardines. La tarea cultural de la casa comenzó en julio de 1985, cuando el gobierno del Presidente Miguel de la Madrid donó una parte –que había servido como Casa de Campaña- y los terrenos para que se fundara una casa de cultura. A partir de 1986, la parte más visible de la casa es la Casa de Cultura Jesús Reyes Heroles, con acceso por Francisco Sosa 202…



Arriba, en una imagen de Google-maps, la arbolada zona de Coyoacán, justo frente a la plaza de Santa Catarina y donde inicia la diagonal de Venustiano Carranza; en el círculo rojo, la casa Espinosa de los Monteros. Abajo, una fotografía de 192 donde aparece la Avenida Juárez, justo frente a la casa Espinosa de los Monteros…



Este Blog se ha hecho gracias al apoyo incondicional de Julieta Fierro; está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado y de las que existe poca información publicada. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea mayor información, haga favor de contactarme e indicar el dato que requiere. Si utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–. Conforme haya más entradas (ya hay más de 50), aparecerán en el índice a la derecha de ésta página…

También se puede encontrar un índice general en: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2016/02/indice-de-grandes-casas-de-mexico.html



16 comentarios:

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  2. Mi estimado Sr. Fierro Gossman,

    ¡Muchísimas gracias por la descripción de la casa (ó gran casona) que yo tuve la bendición y fortuna de haber visto por dentro y fuera como infante, niño y por mucho tiempo hasta incluso años después del fallecimiento de mi abuela materna, Doña Blanca Rice de Espinosa de los Monteros! Las fotos son tales como recuerdo sus habitaciones, y seguro mis familiares las recuerdan similarmente por dentro y fuera, en casa y jardines, antes y posteriormente al fallecimiento de mi abuelo materno, Don Antonio Espinosa de los Monteros y Choza en 1959.

    Sin embargo, le puedo ofrecer un par de correcciones y ampliaciones a su proprio blog con toda la humildad posible a tan buen investigador e historiador, como lo ha sido usted en su trabajo. Si me quisiera decir como contactarlo por email o en alguna pagina privada de Internet, con gusto le presento tal informacion si usted la desea.

    De nuevo, muchas gracias en nombre de todos los decendientes de la familia Espinosa de los Monteros que vivió y disfrutó tal propiedad.

    Decendiente directo

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    1. Actualmente estoy trabajando en una pequeña biografía de Juan José Espinosa de los Monteros. Me gustaría saber si usted o su familia posen información que pudiera resultar útil, toda vez que es un personaje muy trascendente para la historia nacional, pero del que se sabe muy poco.

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    2. Buenos días,

      Mi nombre es Julio. Actualmente estoy también trabajando en una pequeña biografía del señor Antonio Espinosa de los Monteros, por desgracia la información disponible en diferentes medios es muy limitada.

      Por lo anterior, quisiera pedir de la manera mas atenta y amable si algún familiar o investigador con mas conocimiento del ilustre personaje pudiera ayudarme en este proyecto.

      Le dejo mi mail para poder contactarnos: julio_ct_5891@yahoo.com.mx

      Ojala me pudieran ayudar, seria de gran valor para mi.

      Gracias por la atención.

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    3. Hola, Mi nombre es Jorge Alfredo Pérez Espinosa de los Monteros. No sé si yo sea descendiente de Don Juan José Espinosa de los Monteros, pero aún sobreviven algunos familiares que tal vez conozcan mejor la historia. jorgepespinosa@hotmail.com

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  3. ALELUYA QUE EMOCION ES SAVER DE LA FAMILIA DE LOS MONTEROS
    es para mi un onor que mi padre nacio en el pueblo donde nacio JUAN JOSE ESPINOSA DE LOS MONTEROS
    Y quiero expresar mi agradecimiento y onores a ustedes.DIOS LOS BENDIGA
    Y ME GUSTARIA SAVER SI AUN RECONOCEN LA CASA QUE TENIAN EN MEYUCA DE MORELOS DONDE NACIO JUAN JOSE ESPINOSA DE LOS MONTEROS
    pues existen casa muy antiguas echas de piedra las cuales mi pdre aun conserva parte de una de ellas

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  4. Buenas nochesy gracias por compartir esta historia, una pregunta Juan José Espinosa de los Monteros nació el 1 de enero de 1768 y murio 1 enero de 1840 y segun nació, en la ciudad de México, y el es el que redacto el acta de Constitución de los Estados Unidos mexicanos el 31 enero de 1824, es el mismo dueño de la casa Espinosa de los Monteros si alguien me puede informar les agradezco mucho Paulina Espinosa de los Monteros a dus ordenes

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    1. Le transcribo el inicio del cuarto párrafo:
      "Durante el proceso de independencia, en 1821, la casona del Camino Real fue adquirida por don Juan José Espinoza de los Monteros, secretario de la Suprema Junta Provisional Gubernativa y quien redactó y transcribió en dos ejemplares el “Acta de Independencia del Imperio Mexicano”, documento mediante el cual el entonces Imperio Mexicano (con Agustín de Iturbide) declaraba su independencia del Imperio Español..."
      ¡Saludos!
      RF

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  5. Es una historia muy interesante de la Casa de los Monteros, lo que ahora es Casa de Cultura Reyes Heroles. Sin embargo, me da mucha tristeza, hoy en día, lo mucho que ha sido descuidada, sus jadínes y sus habitaciones son lamentables.

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    1. ¡Hola "Fabios"!
      Son los ciclos... ahora a esperar que se recupere.
      ¡Saludos!
      RF

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