La casa de don Francisco Blanco, fue edificada en el número N°511 de la avenida del Paseo del Pedregal de San Ángel (esquina con Teololco), al fondo de un terreno de 6,000 m² y en la parte alta de un montículo rocoso. Aunque destruida poco antes de 1999, es una de las residencias que ejemplifica la arquitectura perdida de los años 50 del viejo Pedregal...
En la imagen de arriba, dejo los intensamente saturados colores de la fotografía de 1960.
Desde 1946 y en colaboración con José Alberto y Luís Bustamante, el arquitecto Luís Barragán había comprado propiedades a bajo costo en un desierto volcánico a unos 20 kilómetros al sur de la Ciudad de México que se conocía como el Pedregal de San Ángel, y desde 1948 habían comenzado a comercializar el área como “Jardines del Pedregal”; para 1952 era evidente que la empresa resultaba una desilusión. Con trazo a cargo de Barragán, que aprovechó buena parte de los escurrimientos de lava del volcán Xitle, “Jardines del Pedregal de San Ángel” logró éxito comercial al ampliar su impacto para 1956 con una mayor área urbanizada y nueva estrategia comercial. Arriba, en una fotografía del estudio Barragán, la fotografía aérea de la urbanización “del Pedregal” tomada en 1956.
Son varios los arquitectos que diseñaron casas en Jardines del Pedregal de San Ángel, pero uno de los más identificables fue Francisco Artigas, que muy a la manera de las casas de Neutra o Eames, dejó huella en el fraccionamiento con edificaciones de innovadora simplicidad.
Un buen ejemplo de la arquitectura de Francisco Artigas, puede encontrarse en la casa que para Stanley Wasung proyectó en 1957 en un terreno de la cerrada de Risco (N° 151); la casa aún existe, a pesar de que la edificación original ya no pueda identificarse. Arriba, en una fotografía aérea de 1962 que mira hacia el oriente, aparece la colonia Jardines del Pedregal; en primer plano la calle de Agua y al centro una casa (Agua N° 325) del arquitecto Fernando Ponce Pino que aún se conserva. Al centro izquierda, la bifurcación de Agua con Risco; una flecha marca la casa de Stanley Wasung en Cerrada de Risco. Abajo, la fachada norte de la casa de la familia Wasung, donde puede entenderse la idea de aprovechar las formaciones rocosas del “pedregal” así como la pasión que para “la ceremonia de entrada” dedicaba en diseño el arquitecto Artigas.
Francisco Artigas, hijo del general del mismo nombre, es probablemente el primer proyectista que viene a la mente al pensar en el estilo arquitectónico de ese Pedregal de San Ángel de los años cincuenta y sesenta. Estudió ingeniería en la ciudad de México, abandonó la carrera un año después para dedicarse a trabajar y, gracias a viajes, lecturas y el estudio de la obra de arquitectos como Richard Neutra, Rudolf Schindler, Charles Eames y Raphael Soriano, se convirtió en “arquitecto autodidacta”. Tras construir varias obras en Culiacán, su primera casa en el pedregal fue la Chávez Peón y para 1952, la del número 240 de la calle del Risco: un par de losas y una caja que se posan apenas sobre una formación de lava donde está casi esculpida la escalera de acceso. Abajo, Francisco artigas en su despacho de Chimalistac (San Ángel).
La casa que para Francisco Blanco proyectara Artigas, fue edificada en 1957 al fondo de un terreno de 6,000 m² y en la parte alta de un montículo rocoso. Abajo aparece la planta de la casa, en la que claramente se distinguen las dos alas funcionales el proyecto: a la derecha (sobre el estacionamiento al que cubre) la zona pública y a la izquierda la zona privada de recámaras; como es costumbre en las residencias del período, la casa de Paseo del Pedregal de San Ángel N°511 tiene una alberca que se inserta en la roca volcánica que permanece expuesta en el jardín.
A decir del arquitecto Manuel González Rúl en 1960, “Artigas ha sabido conjugar de una manera singular el pedregoso escenario con el proyecto, acondicionándolo a los accidentes naturales del terreno en que está construido, respetando a su máximo la naturaleza que lo rodea y logrando con el uso de materiales básicos como el concreto aparente de las losas y el vidrio de los ventanales la transparente elegancia que es consecuencia de una máxima sencillez en el uso de los materiales”…
Al interior, la casa era un claro ejemplo de la más moderna corriente internacional, con amueblado de El Palacio de Hierro (que en 1958 inauguraba su nueva tienda de la Colonia Roma). Abajo, en una imagen de Roberto Luna (tomada en 1959) aparece la estancia principal de la casa que mira hacia la alberca y el jardín sur; es interesante destacar los enormes ventanales y la estructura de columnas tubulares de acero…
A los pocos años, la casa de Paseo del Pedregal N° 511 pasó a ser propiedad de don Agustín Arriaga Rivera que la habitó hasta 1989; de ése año son las fotografías siguientes, que tomé gracias a la invitación del arquitecto Salvador Arroyo Irigoyen. Abajo una imagen de la reja de entrada a la casa desde la esquina de Paseos del Pedregal y Teololco. La extendida reja permitía la vista hacia el jardín de entrada y enmarcándola una jardinera con par de retorcidos colorines (ERYTHANIA AMERICANA) a la derecha, y al extremo izquierdo un estanque con patos…
“Casa de los Patos” es un nombre con el que varias generaciones llamaron a la casa, simplemente por tener un estanque elevado, que por años acogió patos a la vista de quienes pasaban por el Paseo del Pedregal; es interesante recordar que en los años cincuenta fue un complemento popular para la arquitectura del pedregal los estanque con patos y podemos encontrarlos tanto en los accesos al fraccionamiento (la “Fuente con patos”) que ideó Luís Barragán o en la Casa de Muestra en Fuentes (Av. de las Fuentes 170, de 1950) donde el patio de acceso se adornaba con un “estanque de patos”, en un proyecto de los Arquitectos Max Cetto y Luis Barragán.
Abajo, el estanque visto desde el interior y mirando hacia Paseo del Pedregal.
Luego de acceder, los autos recorrían una larga senda que permitía mirar el jardín en cuesta hacia el sur (a la izquierda), la casa al fondo y llegar al amplio estacionamiento. Abajo una foto del camino de entrada.
En el planteamiento de Artigas “La Solución Pedregal” -- liberar la casa de la roca a través de la plataforma y/o levantarla obre columnas para albergar el estacionamiento cubierto—puede verse con claridad en la casa Blanco, donde al fondo del camino de acceso El cerramiento de cristal como plano transparente de la obra hace intervenir al paisaje y el sistema volcánico como un elemento distintivo de la casa. De esa forma transforma al paisaje en el protagonista del proyecto.
Al descender del auto, los visitantes se encontraban con una puerta roja que entre roca volcánica daba acceso a una escalera que bajo un tragaluz permitía llegar al vstíbulo de la casa.
El terreno ahora lo comparten las casas 505, 515 y 525 de Paseos del Pedregal, así como el conjunto número 200 y casa 230 de la calle de Teololco, terreno original de 6,000m² donde ahora se han edificado no menos de siete residencias.
“La Casa de los patos” aparece poco en las publicaciones que hablan de las obras de Artigas o del Pedregal; parte de la información procede del número 9/10 (edición especial) de Arquitectos de México, que apareció en Febrero de 1960 con un artículo dedicado a “13 casas de Francisco Artígas” con fotografía de Roberto Luna.
Este Blog está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea mayor información, haga favor de contactarme. Si utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–. Conforme haya más entradas (ya hay más de 50), aparecerán en el índice a la derecha de ésta página…
También se puede encontrar un índice general en: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2016/02/indice-de-grandes-casas-de-mexico.html
Me gusto mucho, gracias, es interesante la historia de estas residencias, desgraciadamente aveces no se valoran
ResponderEliminarMaravillosa casa una de las casa mas emblemáticas de aquellas épocas casa así casi no hay
ResponderEliminarMaravillosa casa una de las casa mas emblemáticas de aquellas épocas casa así casi no hay
ResponderEliminarHola! Soy un asiduo lector de su Blog, y siempre ha sido un excelente contenido, felicidades!!! me interesa conseguir mas imagenes e historia del pedregal, ¿Sabe por donde podria ser un buen comienzo?
ResponderEliminarSaludos.
¡Hola “eseoso”!
EliminarGracias por tu amable comentario…
Uno de los documentos publicados más notables y completos es el que elaboraron Alfonso Pérez-Méndez y Alejandro Aptilon, con fotografías de Luis Gordoa, para Gustavo Gili bajo el título “Las Casas del Pedregal 1947-1968” (ISBN 978-84-252-2068-5)
No se me ocurre mejor sitio para iniciar… ;-)
https://books.google.com.mx/books/about/Las_casas_del_Pedregal_1947_1968.html?id=xPCSNQAACAAJ&redir_esc=y
Una reseña en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-12762008000100013
¡Saludos!
RF
Hola Rafael!
ResponderEliminarMuchas gracias por este blog muy interesante! Que bueno de poder conocer un poco más la historia de estas casas, escondidas para el publico en general. Tengo desde dos años una marca de bolsas de piel en la Ciudad de México y buscamos un lugar (50's-70's) para hacer unas fotos. Cree que le podríamos contactar para tener consejos? Si no se puede, no hay problema y felicidad para su trabajo.
Feliz año nuevo!
Charles
Un blog muy interesante, me gustaría ver más sobre estas casas , sobre todo la de la actriz Silvia Pinal
ResponderEliminar¡Hola Daniel!
EliminarAcerca de la casa edificada entre 1955 y 56 para Silvia Pinal -que diseñó en 1954 el arquitecto Manuel Rosén-, hay mucho escrito, incluyendo las innumerables modificaciones posteriores. Puedes encontrar buenos datos e imágenes del diseño original en “las Casasdel Pedregal 1947-1968” que publicaron en 2007 Alfonso Pérez Méndez y Alejandro Aptilon. (ISBN 978-84-252-2068-5) pp.148-152
¡Saludos!
RF
Mucho mejores estas hermosas casas, que las actuales Narco-casas que se construyen en el Pedregal, así como también mucho mejores vecinos antes, que la gente grosera de hoy en día.
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