Una de las espectaculares residencias que aún se conservan en la colonia Polanco, se edificó a partir de 1938 -siguiendo el diseño de Eduardo Fuhrken Meneses- y perteneció a don Elías Henaine, inmigrante de origen libanés que llegó a México en 1898 e hizo fortuna en la venta de billetes de la Lotería Nacional.
Elías Henaine H. llegó a México a los 14 años, registrado en el documento migratorio como libanés nacido en Joünié, cercano a Beirut y de religión católica, con admisión calificada en el puerto de Veracruz el 7 de Marzo de 1898. (Carta migratoria en el AGN, ver: http://www.redalyc.org/pdf/586/58620936007.pdf )
Como lo hiciera buena parte de la comunidad libanesa que llegó a la Ciudad de México en el período, se asentó en el barrio al sureste de Palacio Nacional, en derredor a “Nuestra Señora de Balvanera” (en el siglo XVII, convento concepcionista de Jesús de la Penitencia) en la esquina que forman las calles Correo Mayor y República de Uruguay, ahora Catedral Maronita de Nuestra Señora de Valvanera. Luego de explorar varias actividades, Elías abundó en la venta de billetes de la Lotería Nacional y para 1919 estableció “La Casa de la Suerte” en la esquina de Corregidora y Correo Mayor, al frente de la “Cantina / Bar-Room EL OCEANO” y bajo el “Hotel Monterrey”.
En “De Líbano a México”, Lourdes Macluf y Martha Díaz de Kuri nos dicen que:
“El primer expendio que abrió el señor Henaine fue un local pequeñito en la calle de Corregidora, convirtiéndose en pionero en este rubro; pronto se extendió la fama de la buena suerte de don Elías y sus clientes viajaban, muchas veces desde el interior de la República, para comprar un billete en La Casa de la Suerte.”
Aquel Expendio N°103 (105?) que Henaine hábilmente promocionaba como “La Casa de la Suerte”, proliferó de forma importante y al poco tiempo se hizo famoso por los premios ahí entregados; don Elías no solo insistía en conferir personalmente los premios, sino que además montó una estrategia publicitaria para la que contrató al fotógrafo Ismael Casasola a fin de promover las ventas de su expendio y la buena fortuna que les acompañaba....
La foto de arriba corresponde a 1926, cuando Don Elías Henaine entregó personalmente uno de los premios (“EL GORDO del 26”) en su expendio de la esquina de Corregidora y Correo Mayor.
Es importante no confundir a don Elías con su primo Antonio Henaine Helú que en un principio se asentó en Puebla y fue padre del reconocido comediante Gaspar Henaine -mejor conocido como “Capulina”-, que casado en 1916 con Concepción Pérez de León, para los años treinta también residía en la Ciudad de México y se dedicaba además a la venta de Lotería.
Para 1929, luego de una cadena de exitosas transacciones ligadas con el cambio de moneda y una inusitada racha de grandes premios entregados con la Lotería Nacional, don Elías estableció “La Casa de la Suerte 2” en San Juan de Letrán (hoy Eje Central), en un local que atraía ahora a una clientela más opulenta.
Lourdes Macluf y Martha Díaz de Kuri nos dicen además que:
“Don Elías repartió verdaderas fortunas en la Casa de la Suerte, expendio de billetes de lotería que instaló en la calle de San Juan de Letrán. Cinco años antes había dejado la venta ambulante por la de billetes de lotería, que llevaba personalmente a sus clientes en los bancos y almacenes.”
Al paso de los años, don Elías seguiría la costumbre de publicitar la entrega de permios e incluso cuando amplió notablemente el número de expendios, continuó la tradición de fotografiarse por Casasola, en retratos que ahora resultan francamente asombrosos…
Además, durante la segunda mitad de los años veinte, Henaine incursionó en varias aventuras comerciales entre las que destacan por un lado la asociación con el diario “Excélsior”, para edificar y operar quioscos de venta del periódico y Lotería en parques y jardines de la Ciudad de México, y por otro apoyando la urbanización de una nueva colonia que promovía don Alberto Cuevas Lascurain bautizada “Colonia del Bosque de Chapultepec”; abajo uno de los quioscos que se edificaron en el Parque San Martín (Parque México) con el “estilo moderno” en que diseñaba Francisco Serrano…
Para 1930, con una situación económica holgada, don Elías dedicó parte de su tiempo al culto, la familia y obras de beneficio público, involucrándose en la promoción de la renovación urbana en torno a la Basílica de Guadalupe y la incorporación de nuevos servicios al sitio, los arreglos urgentes a la estructura del templo de Nuestra Señora de Valvanera -que por entonces era el único templo de culto maronita-, así como al impulso del nuevo edificio que albergaría a todas las dependencias de la Lotería Nacional que por entonces ocupaban diversos edificios y se había entregado al joven arquitecto Carlos Obregón.
En el acceso del expendio de Henaine podía leerse: “PROBAR SU SUERTE CON NOSOTROS, ES ACERTAR”
En 1928, Henaine contaba ya veinte expendios y diversas casas de cambio de valores, formaba parte activa en la comunidad Libanesa de México y con Miguel Abed, Neguib Simón, Alfredo Aboumrad y Antonio Fajer propuso la fundación de una Unión Libanesa de México, en la que para 1941 fungió como Vocal con Julián Slim y Domingo Kuri.
“Nuestra publicidad no es un recurso comercial, está demostrado por los hechos y no por las palabras” rezaban los anuncios publicitarios de “La Casa de la Suerte”…
En correlación con el éxito de sus negocios, Elías Henaine había trasladado su residencia a las calles de Independencia primero y Versalles después, pero para fin de la década de los treinta, se interesó en el nuevo fraccionamiento que con el nombre de “Chapultepec-Polanco” promovía la mancuerna “De la Lama y Basurto” como agregación al desarrollo que años antes había iniciado Alberto Cuevas en terrenos de la “Hacienda de los morales”.
En ese fraccionamiento, Elías Henaine adquirió en 1938 un terreno de poco mas de 2,200 m² sobre la calle dedicada a Luis G. Urbina en la esquina con Alejandro Dumas, en el que al año siguiente terminó la construcción de su nueva residencia en el estilo que había entrado en boga y era promovido con entusiasmo por la comunidad libanesa.
El nuevo fraccionamiento se había inaugurado en 1938, con la asistencia del general José Suirob -entonces jefe del Departamento Central del Distrito Federal- en representación del Presidente de la República, sobre parte de los terrenos que habían pertenecido a la Hacienda de San Juan de Dios -conocida como “Los morales”- en la que años atrás también se había urbanizado lo que entonces se llamaba ya “Las Lomas de Chapultepec”. (Ver)
Ese fraccionamiento era además alarde de primicias, con amplio parque central que al oriente albergaba pajarera y teatro al aire libre y donde estanques a manera de espejo, reflejaban volcanes majestuosos. Arriba una fotografía de Manuel Ramos, tomada en febrero de 1939 durante la inauguración oficial del teatro y su concha acústica, captada desde lo alto de la casa en la calle dedicada a Anatole France N°70 y donde a la extrema derecha se puede ver la casa Henaine en construcción (Ver); abajo, el plano promocional del fraccionamiento original, en el que he marcado los predios adquiridos por el Sr. Henaine en la esquina formada por las calles dedicadas a Luís Gonzaga Urbina y Alejandro Dumas, y donde se especifica con el asciurado que es una “ZONA DE RESIDENCIAS ESTILO COLONIAL” (Ver) .
En “Yo Polanco” de 1999, Gloria T. Villalobos nos cuenta que “… una de las primeras casas, y que aún se conserva integra luego de más de 60 años, es la de don Elías Henaine, el hombre que se hablaba de tu con la suerte, aquel “Hombre Lotería”, que entre vegetales y volutas, bajo una ventana que parece estrella, mandara labrar el lema: “Fe, constancia y honradez son mi fortuna”.
Estimulado por “Las Aventuras del caballero Des Grieux y de Manon Lescaut” de Antoine François Prévost, o quizá por el segundo acto de “El mercader de Venecia” de William Shakespeare, como peana bajo la imagen de la Virgen de la Estrella, aparece el signo: “FE, CONSTANCIA Y HONRADEZ SON MI FORTUNA”
El diseño de la espectacular edificación sería encomendado al ingeniero Eduardo Fuhrken Meneses, que a la cabeza de “Construcciones Fuhrken” edificaría algunas de las residencias más notables de esa corriente que interpretaba la decoración colonial del Barroco americano adaptándola a la arquitectura moderna de los años treinta.
Eduardo Fuhrken era originario del poblado Santa Ana -Sonora- y en 1912 emigró a Los Ángeles -California- persiguiendo trabajo y estudios; se enroló como carpintero en la industria cinematográfica (iniciando con el director John B. O'Brien en 1918 y luego George Melford en 1919) y para 1927 trabajaba en la “Paramount Famous Lasky Corporation”, ejecutando sets cinematográficos para películas silentes de Robert G. Vignola (“Cabaret” con Gilda Gray) y Richard Rosson (“Ritzy” con Betty Bronson y James Hall).
Además, durante el período trabajó con arquitectos como John Byers y el despacho “Edwards, Plunkett & Howell” que propugnaban el “Spanish Colonial Revival”, el “Barcelona urban house style” y “Spanish Eclectic Style”, cosa que le permitió consolidar su propio estilo para luego trabajar de manera independiente y ejecutar una cincuentena de casas antes de regresar a México en 1935 y fundar “Construcciones Fuhrken”
En “El neobarroco en la Ciudad de México”, Leonor Cortina nos dice:
“El propietario de esta constructora fue el ingeniero Eduardo Fuhrken Meneses quien, a juzgar por el importante número de casas que realizó, decoradas en forma libre y exuberante, fue probablemente el iniciador y desde luego principal promotor de esa modalidad ultrabrroca… ; su eficiencia unida a un talento natural para el diseño arquitectónico y los detalles ornamentales, lo convirtieron durante la década de los 40’, en el “constructor de moda” entre la gente de altas posibilidades económicas.”
No solo los exteriores de Fuhrken son reconocibles, sino que la calidad decorativa de sus interiores resulta identificable, ya que consolidó un brillante equipo de obreros y artesanos que lograban dar un toque exótico y “colonial” en acabados, iniciando con los talladores para la cantera rosada de Guadalupe, moldureros, yeseros y pintores de sorprendente habilidad, azulejeros poblanos, carpinteros y torneros expertos, para rematar con un extraordinario herrero que desde su taller en lo que ahora es la colonia Doctores, entregaba notables herrerías para rejas, ventanas, vitrales, farolas y barandales…
Así, la casa Henaine sería una de las más representativas de ese estilo que se había popularizado primero en Chapultepec Heights con obras del arquitecto Herman Noeh (Ver) y que ahora se transformaría en el estilo que por años daría notoriedad a la Colonia Chapultepec-Polanco y al que muchos nombrarían “estilo Polanco”, aunque también “Barroco Siro-Libanés” y despectivamente “Charrigueresco”…
Abajo, en una fotografía de Manuel Ramos fechada en 1940, aparece la calle de Alejandro Dumas en una vista hacia el nororiente, donde pueden verse -además del Packard Eight Sedan de 1936- la casa frente a la residencia Henaine (destruida) y el gran aviario del parque (ver) Al extremo derecho, se alcanza a ver la barda de A. Dumas 57, casa muestra que aún se conserva en magníficas condiciones.
El sobrio estilo preponderante en California -que México bautizaría como Colonial o californiano- dominante a principio de los años treinta en Lomas de Chapultepec se volvería opulento y exuberante en Polanco, en diseños de los ingenieros Kalachky, Del Río, Pauli y Fuhrken o de los arquitectos Ajuria, Kuri, Serrano y Kaim.
El terreno de 2,204 m² contaba un predio principal en esquina, con 1,520 m² al que se sumó un predio complementario con frente a Anatole France de 684 m² para usarse exclusivamente como jardín y dar mayor espacio hacia la orientación sur (años después ese terreno se vendió por separado y ahora alberga una edificación independiente).
Abajo, en una imagen de la Compañía Mexicana de Aerofoto correspondiente al sobrevuelo de 1941, aparece la traza del fraccionamiento Chapultepec-Polanco con su parque central y abajo el acceso desde el Paseo de la Reforma con el obelisco y su fuente circular al cruce de Campos Elíseos y Julio Verne; en rojo, he marcado el terreno de la casa Henaine, entonces apenas terminada.
Fuhrken saturó el extremo norte del predio -con fachada hacia Luis G. Urbina y el parque- con una construcción que llega a tener cuatro niveles, dejando amplio jardín hacia el sur para permitir asoleamiento y crear un amplio espacio abierto y recluido que complementa el extenso parque público del frente.
Abajo, en el fragmento de una toma oblicua de la Compañía Mexicana de Aerofoto fechada en 1945, aparece la casa Henaine en el entonces fraccionamiento Chapultepec-Polanco; a la derecha se distingue uno de los espejos de agua del parque, frente al que ahora hay una estatua que conmemora a Martin Luther King.
La estructura principal se libera de las colindancias y remete con relación a los alineamientos, creando una plaza de acceso en la esquina nor-oriente, a la que se accede por una teatral escalinata pareada; la casa libera la planta baja a fin de permitir acceso a un amplio estacionamiento y salón de fiestas que hacia el sur se integra al jardín por un corredor a manera de arcada. Contra la colindancia poniente, se desplanta una construcción independiente, destinada a servicios que alberga lavandería y cocheras en planta baja, así como habitaciones diversas arriba.
La casa de quince habitaciones se ha mantenido ocupada desde su edificación y continúa en manos privadas y usada como residencia, por lo que omito hacer descripciones de los espacios interiores y sus características. Una idea de la distribución interior (planta de arriba) nos la puede dar la casa que pocos años después diseñara Fuhrken para el señor Luis Kirsh Podent en Galileo Galilei N° 108 , esquina con Avenida Horacio. (Ver: http://polancoayeryhoy.blogspot.mx/2011/05/embajada-de-espana.html)
Al exterior, el elemento compositivo más llamativo de la edificación es sin duda la portada principal de doble altura, dispuesta en diagonal frente a la esquina y sus calles y de cara al parque sobre un estrado con tribuna; es innegable que tiene antecedentes en la tradición ornamental del rico barroco novohispano, aunque el elemento más conspicuo resulta la ventana de estrella -lucerna/rosetón, evolución de un cuadrifolio- tomada manifiestamente del repertorio barroco de Francisco Guerrero y Torres, ejemplificado en las claraboyas de perfil mixtilíneo en la “Capilla del Pocito” al oriente del cerro Tepeyac, una de nuestras pocas obras de planta barroca, edificada entre 1777 y 1791 bajo las órdenes del propio arquitecto Guerrero y Torres.
Abajo, en una magnífica fotografía de Guillermo Kahlo fechada en 1907 que pertenece a la colección Balbás/Diez Barroso, aparece “El Pozito” en la Villa de Guadalupe; en la imagen se pueden apreciar cuatro de las claraboyas mixtilíneas -de gran riqueza plástica- que perforan muros y tambores…
No es chocante el pensar que ese rasgo fuera una solicitud expresa de Henaine hacia Furken, dada la cercanía que en los años treinta el propietario tenía hacia las obras de mejoría en la zona oriente del Tepeyac y su contacto con la tradición guadalupana, además de su afinidad hacia Santa María de la Estrella /Nuestra Señora del Libano (María de Harissa) ligada a que en 1904 el patriarca maronita de Antioquía con el delegado apostólico en Líbano y Siria idearon perpetuar el dogma de la Inmaculada Concepción (como “estrella de la mañana, enviando sus resplandores a toda la tierra…”) sobre la cumbre de Harissa, colina que da a la ciudad de Joünié (pueblo natal de Henaine) y al Mar Mediterraneo.
“Porque como la estrella comunica su luz á la tierra , y despide de si los rayos ... Porque era la Virgen Libano celestial, perpetuamente coronado de blancura”
Así, la Inmaculada Concepción como “Santa María de la Estrella” es el centro compositivo de la casa Henaine, donde Eduardo Fuhrken demuestra sus extraordinarias habilidades compositivas al manejar cuerpos escalonados que integran las diversas partes de la composición arquitectónica, integrando la compleja volumetría y su exuberante ornamentación en torno a esa portada -casi retablo- que enmarca el acceso ceremonial a la casa.
Esa portada se alza sobre una fuente aderezada de azulejos, que sostiene una tribuna y el estrado sobre el que se da acceso a la casa, atravesando un frontal y su reja de lujosa ornamentación, encuadrado el arco de voluptuoso intradós por columnas salomónicas pareadas y reversas, que limitan el primero de los cuerpos del frontal.
En realidad, la liga con el barroco novohispano es apenas tenue, ya que el trabajo de herrería y talla en cantera con su exuberante hojarasca, hojas de acanto, roleos y volutas enmarcadas por columnas salomónicas, estípites, merlones, nichos y conizas, es de asombroso relieve, detalle que jamás se manifiesta en las obras del S. XVIII.
Además, el conjunto es de un exuberante colorido, ya sobre los lisos y albos paños se contrastan las tallas en cantera que enmarcan los vanos y se complementan con botaguas, columnillas, balaustres y cornisas, texturas a las que se adicionan intrincados trabajos de herrería matizados en un bermellón que recuerda el cardenillo y losetas a la manera de mayólica, que con las ménsulas de los aleros y sus tejas coloradas encuadran la composición...
En “El Neobarroco en la Ciudad de México”, Leonor Cortina nos dice que:
“El estilo barroco desarrollado por Fuhrken se aleja totalmente del patrón original importado de California. Las líneas generales de sus proyectos provienen de las casa “Spanish Eclectic” –volumetría escalonada de los exteriores, empleo de torreones y torres, balcones y pequeñas terrazas– aun cuando la suntuosidad del recubrimiento decorativo les da un carácter muy distinto”.
A pesar de los casi ochenta años de haberse edificado y las modificaciones sufridas durante ese lapso, la portada principal sigue siendo uno de los mejores ejemplos de esa arquitectura “Neo-Barroca” que tanta popularidad alcanzó en México. Desafortunadamente, otros ejemplos similares han sido destruidos al paso del tiempo; una perdida particularmente triste fue la casa erigida en Avenida Corregidores esquina con Gaspar de Zúñiga, edificada a partir 1935 siguiendo el diseño de Rodolfo G. Covarrubias.
Algunos datos que complementan las ideas acerca de esa corriente, pueden encontrarse en la entrada de “Grandes casas de México” dedicada a la sorprendente casa diseñada por Herman Noeh y que aún se conserva íntegra sobre el Paseo de la Reforma en en Lomas de Chapultepec (Ver)
Otro ejemplo en Polanco y que puede complementar la descripción de las edificaciones de Fuhrken es la que se edificó apenas a un par de calles y en el mismo período, en el número 263 de la calle dedicada a Alfred Tennyson, con acceso principal por Campos Elíseos (Ver); no cabe duda que Fuhrken -y sus diseñadores- tenían una sorprendente habilidad para crear ornamentaciones inspiradas en la tradición colonial…
La casa Henaine cuenta un sorprendente repertorio en cuanto a ornamentación de fachada, con vanos que son simples arcos rebajados o gallonados y complementados por columnillas entorchadas descansando sobre una guarnecida repisa, hasta marcos de profusa hojarasca complementados con balcones de sobrias ménsulas e intrincada herrería.
Incluso los remates del volumen de servicio evocan alardes decorativos de la tradición barroca, con pináculos que quisieran retomar el Barroco Compostelano y complementan los aleros y sus vigas de soporte y sus tejas de media caña.
La casa permaneció en manos de la familia Henaine por quince años y aparentemente sería Yamil Henaine (hijo de don Elías) quien la vendió a don José Sánchez Valdez quien la ocupó desde mediados de la década de los cincuenta.
Durante las siguientes décadas la casa se mantuvo en magníficas condiciones, aunque parece ser que en ese periodo perdió el predio que hacia el sur, que con 680 m² complementaba el jardín.
Es también en ese período que se retiraron la imagen de la Inmaculada Concepción y la leyenda “FE, CONSTANCIA Y HONRADEZ SON MI FORTUNA” que decoraban la claraboya central de la portada y añadieron a los lados de la tribuna central las conspicuas figuras labradas en recinto que seguramente pretendían representar a “Perros Fu” (Leones de Fu, también Leones de Buda o Leones coreanos)…
Desde entonces, la construcción ha cambiado de dueño y los propietarios actuales, conservan la casa en muy buenas condiciones, aunque han levantado una barda vegetal para evitar la constante mirada de curiosos.
También han protegido parte de los trabajos de cantera y herrería para evitar la constante intrusión de palomas, así como las enfermedades (histoplasmosis) y el deterioro que causa su excremento en los acabados.
Aunque la casa nunca tuvo frontón, Sofía G. de Buzali usó como pretexto en “La casa del frontón” donde en 2011 escribía: “Soy una elegante casona de espacios señoriales. Estoy distribuida en varias plantas; en la segunda, las habitaciones eran una de mi señor, otra para mi ama y dos más de los señoritos. El cuarto de costura estaba en la parte de atrás, a un lado del área de servicio y la lavandería.”
Y así, de la casa inspiradora Miguel Cossío Woodward escribió:
“La casa … está aquí todavía, en la calle de la memoria casi esquina a añoranza, por el nebuloso barrio donde el tiempo se vuelve espuma de letras. Tiene un portón de hojas verdes que desmiente la ausencia, y sobre el que reza un letrero de prohibido olvidar. A la entrada hay un mozo de exquisitos modales, … y en el jardín crecen flores azules y blancas como un ramo de adioses a la muerte enemiga. En las habitaciones juegan en secreto las niñas, y más abajo, en la cocina, o en la lavandería, alguna se esconde de sí misma o de todo, porque es flaca la vida y misterioso el futuro. La mano del padre se impone y domina, como puño de hierro, con rigor absoluto, aunque a pesar suyo destila una esencia de reprimido cariño.”
Este Blog se ha hecho gracias al apoyo incondicional de Julieta Fierro; está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado y de las que existe poca información publicada. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea mayor información, haga favor de contactarme e indicar el dato que requiere. A menos que se indique lo contrario, las imágenes provienen de mi archivo, que incorpora imágenes originales recopiladas al paso del tiempo, así como el repertorio de mi padre y parte del archivo de don Francisco Diez Barroso y sus imágenes de Kahlo; si utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–. Conforme haya más entradas (ya hay más de 60), aparecerán en el índice a la derecha de ésta página…
También se puede encontrar un índice general en: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2016/02/indice-de-grandes-casas-de-mexico.html
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ResponderEliminarRafael, espectacular tu blog. Te comento, soy fotógrafo. Estoy realizando un trabajo sobre la demolición de casas antiguas (anteriores a 1950) en la mayúscula Ciudad de México. Sería fabuloso conocerte y poder comentarte más del proyecto.
ResponderEliminarMauricio Challu
www.kori-ma.com
5528595177
mrcchll@gmail.com
¡Saludos Mauricio!
EliminarRF
Excelente tu blog !
ResponderEliminarSoy hijo de Elías Henaine Helu , me gustaría contactarte para intercambiar algunos comentarios .
Hola te dejo mi correo para que me contactes fernando_rios_badillo@hotmail.com debido a que me encontre una moneda de plata con la cara de tu papa
EliminarMuy buena la publicacion.
ResponderEliminarDe casualidad sabrias cual es la casa mas grande todavia en existencia en la ciudad de mexico? Gracias.
Y que sea utlizida todavia como casa.
EliminarNo tengo idea... :-O
EliminarFelicidades, excelente blog.
ResponderEliminarTe comento, en Acapulco Grro existe otra casa de este estilo., y también es propiedad de los Henaine.Espero contactarnos.
Juan Antonio Cevallos
Gracias. Saludos desde Quito Ecuador. Pocas edificacion tienen un parecido a esta. La urbanizacion mal dirigida las han derrocado. Excelente redaccion. Saludos!
ResponderEliminarFelicidades por el blog. me parece increible!! Una precision: la foto a la que te refieres como Anatole France, es imposible ya que el aviario aparece inmediatamente enfrente. Esa calle es sin duda Tennyson. Por el contrario si tuvieras una foto de A.France entre reforma y el parque seria increible. Mi familia vivio ahi desde los cuarentas. felicidades.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Rafael! ¿Cómo estas? Soy Eduardo González. Uno de tus vecinos de Edgar Allan Poe. Espero te acuerdes de mi. Llevo unos 4 meses trabajando un proyecto sin fines de lucro, sólo compartir historia, obvio mis conocimientos son pocos de historia de la ciudad y comparados a los tuyos, pues casi inexistentes, aunque le he estudiado bastante para el proyecto que te comento. Se llama MEXICONECTADO, hasta el momento he subido 5 videos a Facebook @mexiconectado, el siguiente lo quiero hacer de POLANCO. Y pues creo que nadie conoce más de esta colonia que tú. Chécate los videos, a ver si te late pasarme algunos datos interesantes. Por si no te acuerdas de mi, en facebook estoy como Eddie Glez Amez Saludos!!!
ResponderEliminar¡Hola Eduardo!
EliminarClaro que me acuerdo. :-)
Y ¡Felicidades por "@mexiconectado"!
ara lo de Polanco, hay algo de info en mi blog "Polanco - Las transformaciones de un barrio" de Blogspot desde 2011 http://polancoayeryhoy.blogspot.com/2011/03/la-hacienda-y-molino-de-san-juan-de.html
Si hay algo en que pueda ayudar, no dudes.
¡Un abrazo!
RF
Soy adicta a este tipo de publicaciones recreando la vida de estas hermosas construcciones. Me hace soñar en un México lleno de arte y hermosura. Es mi lectura antes de dormir. GRACIAS!!!
EliminarEs una de las casas más bellas que quedan en manos de personas que aún habitan éste tipo de casonas, por dentro debe ser espectacular, en los 90'd estudiaba en la casa que era la hispano mexicana y siempre que pasaba me gustaba ver ésta casona y llegué a ver adentro un vochito azul, sería increíble que sus dueños actuales contaran mas cosas y dejaran tomar fotos del interior
ResponderEliminarExcelente blog me encanta
¡Gracias por tu comentario "Unknown"!
EliminarSaludos...
RF
Una verdadera obra de arte!! Lastima que casas como esa ya son contadas.
ResponderEliminarEsta bellísima casona se puede admirar en una escena de la película "María Eugenia", de 1943, en la que María Félix y Rafael Baledón conversan y admiran el aviario. Es maravillosa nuestra CDMX.
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