jueves, 13 de agosto de 2020

Casa de don Pinjas Zajdman y Elke Grunstein en Emilio Castelar 135, Polanco.




Una de las residencias representativas de la arquitectura que hizo memorable a Polanco, frente al parque y marcada con el número 135 de la calle Emilio Castelar, es también un buen ejemplo de las transformaciones que han sufrido algunos de los grandes inmuebles catalogados y el propio fraccionamiento. Edificada durante 1941 por don Pinjas Zajdman ‒propietario de la entonces afamada marca “Sedas Kronenberg S.A.”‒ para su esposa Elke Grunstein fue residencia para sus cuatro hijos y vendida hacia 1954, luego de la muerte de don Pinjas. Ocupada hasta 1980 como vivienda, pasó luego a ser parte de las “Boutiques de Polanco frente al Parque” y ha albergado muy diversos giros comerciales…



Oficialmente, la casa de Elke Grunstein de Zajdman fue de los primeros inmuebles edificados por la mancuerna Furken/Klachky, que en su magnífico terreno de 967m² erigieron una residencia “Estilo Colonial” con poco más de 1,320m² construidos, además de lo 200m² dedicados a la cancha de frontenis, sitio de gozo para Félix y Manuel Zajdman.


Pinjas Zajdman nació en el Grodzisk Mazowiecki –una ciudad de origen medieval al centro de Polonia y a unos 30Km de Varsovia– el 15 de abril de 1902, hijo mayor de Róża y Moshe Luzer Zajdman, cabeza de un establecimiento que fabricaba tejidos de punto; hijo mayor del matrimonio, Pinjas -en la Biblia, Pinjás es el hijo de Eleazar y nieto del sumo sacerdote Aarón- hizo estudios comerciales pero en 1918 emprendió un viaje que lo llevaría en Viena a integrarse al movimiento Hejalutz ‒una organización parte de los Movimientos Juveniles Sionistas, ideada por Yosef Trumpeldor, que promovía la Aliyá (ascenso o inmigración) a Eretz Yisraˈel (La Tierra de Israel) y mantenía granjas cooperativas modelo en donde los futuros jalutznikim (pioneros) aprendían el trabajo agrario y la forma de vida comunitaria‒.


A los 17 años y ya en Israel, obtuvo con la anuencia del Mandato Inglés, un puesto administrativo en el ferrocarril de Lydda (Lod) primero ‒una ciudad del Distrito Central de Israel, al sureste de Tel Aviv‒ y en Rosh HaAyin después, período en el que vivió varios enfrentamientos con la comunidad árabe y una epidemia de paludismo. En 1923 dejó Israel camino a los Estados Unidos de América buscando una cura para su malaria y en septiembre llegó al puerto Veracruz con otros 20 inmigrantes.

Por diversas recomendaciones terminó en la ciudad de México y para 1924 trabajaba ya en la Fábrica de medias “La Perfeccionada” empresa establecida desde principio del siglo ligada a la comunidad Barcelonette. Por un par de años y trabajando ahí, Pinjas aprendió el idioma, conoció un poco del país y se integró a la comunidad judía en México, donde conoció a Elke Grunstein que años después se transformaría en su esposa.


Convencido de que los nuevos materiales y tecnologías abrían un nuevo mercado, en 1926 Pinjas viajó a Los Ángeles y con ahorros y el apoyo de los Gojman compró dos máquinas para tejido de medias que podían destinarse a la nueva fibra llamada Rayón (seda artificial) y obtuvo un contrato de la “Delaware Rayon Company” para el surtido del rayón en torzal. El rayón fue la primera fibra manufacturada que abriría las puertas a los materiales sintéticos; se produce a partir de celulosa ‒polímero que se encuentra naturalmente en las fibras vegetales‒. En 1924 se adoptó el nombre "rayón" –o "viscosa" en Europa‒ y durante las décadas del 20 y del 30 ya había reemplazado casi completamente el uso tradicional del algodón para la fabricación de medias y ropa interior femenina.


Es importante recordar que el proceso de terminación requería de varios pasos en que se cerraba la media e instalaban puntera y tobillo, por lo que el proceso era largo y delicado; recuérdese además que aún no se inventaba el “Nylon” –de Dupont‒, que haría tan populares a las “medias de nylon” que se hicieron tan evidentes luego de la guerra.


“Piernas perfectas con Medias Kronenberg”




Con la nueva maquinaria, Pinjas Zajdman creó “Sedas Kronenberg S.A.” e instaló la fábrica de “Medias Kronenberg” (¿Referencia a la Montaña Corona en Lanzarote?) en la Calzada San Antonio Abad N° 309 y la esquina de Juan E. Hernández y Dávalos ‒antes Calle Algarín‒ Colonia Alamos/Algarín; ahí trabajaría como mecánico, montador, empacador y vendedor de medias desde 1927. Abajo, una imagen de la calle Algarín al cruce con 5 de Febrero por aquellos tiempos.


Así, para septiembre de 1929 y habiendo establecido su compañía, Pinjas Zajdman contrajo matrimonio con Elke Grunstein que lo había acompañado durante los años de instalación de la fábrica y se mudó a vivir detrás de la fábrica; ahí nacerían sus cuatro hijos, Félix, Sara, Manuel y Elena, todos Zajdman Grunstein.

Para 1939, la publicidad de “Medias Kronenberg” aparecía en innumerables revistas y la fábrica alcanzó su mayor éxito justo antes del cambio de Rayón al Nailon (“Nylon” es la marca registrada) que para 1938 los Laboratorios DuPont producían, como fibra totalmente sintética, fuerte y elástica, que reemplazaría en parte a la seda y el rayón.



A partir de 1927, la “Kronenbreg 100 y 101 Especial” se había ubicado como “La calidad máxima en medias de seda” y abrió un mercado en que otros varios fabricantes intentaron competir; luego, a inicio de la guerra, Kronenberg logró mantener su mercado, a pesar de la falta de insumos que otras marcas sufrieron, pero hacia 1940, el Sr. Zajdman decidió vender la empresa y capitalizar…




Desde 1938, con el impulso de la mancuerna “De la Lama y Basurto” se había inaugurado el “Superfraccionamiento Chapultepec-Polanco” al que se llegaba por la ampliación del Paseo de la Reforma; en sus proclamas, bien aprovechaban la lejanía del fraccionamiento, transformándola en virtud:
Un trayecto Indescriptible…
“En el trayecto del Teatro Nacional al Caballito, pasa usted frente a la Alameda, orgullo y alegría de la ciudad; del Caballito a Los Leones, el recorrido es una maravillosa orgía de arte y color, jardines, árboles y más árboles compiten constantemente; de los Leones al Superfraccionamiento CHAPULTEPEC-POLANCO a uno y otro lado de la Calzada, encuentra usted el Bosque de Chapultepec, nuestro grandioso y admirable Bosque, uno de los más hermosos del mundo. Para llegar a CHAPULTEPEC-POLANCO no tiene usted que atravesar barrios desagradables y mal olientes, ni calles sucias, ni casas destartaladas. Cuando usted sale fatigado de su trabajo, anhelando alegría y emoción para sus sentidos ¿puede conformarse con hacer sórdido y deplorable recorrido para llegar a su hogar?”




Aunque desde 1938 ya se habían edificado algunas residencias, no sería sino hasta 1940 que el auge de Chapultepec-Polanco se hizo evidente; “De la Lama y Basurto” había logrado un enorme éxito con la “Colonia Hipódromo” y con ese impulso y de acuerdo con la familia Cuevas-Lascurain emprendieron una nueva urbanización a partir de 1937. Ya desde 1925, Alberto Cuevas Lascurain ‒heredero de parte de la “Hacienda de los Morales”‒ había intentado urbanizar y comercializar algunos terrenos de su propiedad en la esquina sur-oriente de lo que había sido la hacienda de sus padres como “Colonia del Bosque de Chapultepec”; abajo, en el fragmento de un plano fechado en 1927, aparece marcada esa nueva “Colonia del Bosque de Chapultepec” en terrenos de “La antigua Hacienda de San Juan de Dios de los morales”; una referencia importante es el “Río de Los Morales” que aparece al centro de la imagen y que puede entenderse mejor considerando que el cauce es hoy el trazo de la avenida Campos Elíseos de Polanco…


Como dije, desde 1937 los Cuevas Lascurain –ahora ya coligados con el despacho “De la Lama y Basurto, vanguardia de la urbanización en México”—se dieron a la tarea de desarrollar un nuevo fraccionamiento frente al Polo Club, en otra fracción de los terrenos de la “Antigua hacienda de los morales” con acceso desde el Paseo de la Reforma y camino a Lomas de Chapultepec. Ese desarrollo se llamaría “Chapultepec-Polanco” y se inauguró en 1938 (Ver) con la anuencia del entonces Presidente Lázaro Cárdenas, según atestigua la placa en el Obelisco que marcaba la entrada el fraccionamiento:
SIENDO PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA EL SR. GENERAL DE DIVISIÓN C. LÁZARO CÁRDENAS Y JEFE DEL DEP. CENTRAL DEL D. F. EL DR. Y GRAL.C. JOSÉ SUIROB SE INAUGURÓ ESTE FRACCIONAMIENTO CHAPULTEPEC-POLANCO FUE REALIZADO POR DE LA LAMA Y BASURTO PLANIFICACION DE LOS ARQUITECTOS JOSÉ G. DE LA LAMA RAOUL DE LA LAMA OBRAS DE ARQUITECTURA ARQUITECTO ENRIQUE ARAGÓN ECHEGARAY ATENCIÓN PERSONAL DE RAÚL A. BASURTO 1937-1938



Uno de los puntos de promoción para el fraccionamiento, era su “Zona comercial” ‒un edificio creado exprofeso, que además de departamentos albergaría en la parte baja un amplio corredor comercial (Ver)-, además de los elementos de amueblado urbano que salpicaban el parque central de la urbanización, e incluían un Reloj/Palomar (Ver) y un lago con islote en el que se había proyectado una “Isla con Acuarium” (Ver).


Sería justamente frente a ése lago e islote, que a fin de 1939 don Pinjas Zajdman adquirió para su esposa Elke Grunstein y sus hijos, un amplio terreno de 967 m² con el N° 135 de la calle dedicada al político, historiador, periodista y escritor español Emilio Castelar, y haciendo esquina con la calle dedicada al fabulista francés Jean de La Fontaine.

Abajo, el “Plano de zonificación del fraccionamiento Chapultepec-Polanco” ‒que agradezco a Alejandro Leal‒ en el que he marcado el predio en que se edificaría la casa Zajdman/Gojman; en el dibujo aparece marcado el terreno en una zonificación que claramente indica que la edificación debía respetar la norma de “Zona de Residencias Estilo Colonial” frente al parque y avenida Julio Verne, estilo en boga en aquel momento...


Esas “Residencias Estilo Colonial” hacían referencia a las edificaciones que siguiendo la moda iniciada en California retomaban algunos de los elementos constructivos de arquitectura heredera del Mission Style, que tan popular se volvería en México con la agregada opulencia del hierro forjado y la cantera labrada; un magnífico ejemplo, se puede hallar aún onre el paseo de la Reforma –Lomas‒ en la casa edificada en 1935, siguiendo un proyecto del arquitecto Hermann Noeh. (Ver)

El éxito del fraccionamiento estaba cimentada en la magnífica urbanización y servicios, solidez del terreno, y la uniformidad de una arquitectura –entónces de vanguardia‒ que desde 1938 había producido una sorprendente uniformidad estilística con suntuosas edificaciones sobre las avenidas Campos Elíseos, Julio Verne y frente al parque “de los espejos”, entre las que destacaban ya la del ex presidente Abelardo Rodríguez, la de la familia Grunstein-Tannenbaum al otro lado del parque, o las de algunos miembros de la comunidad Libanesa, como las familias Ayub y Henaine.


Arriba, la sorprendente residencia que fue edificada desde 1938 por Eduardo Fuhrken frente al parque de la colonia “Chapultepec-Polanco” (Ver o Ver) y que aún sigue siendo el ejemplo más espectacular de aquella corriente…

Abajo, en una toma oblicua de 1943, aparece el parque central del fraccionamiento Chapultepec-Polanco y marcada en un círculo rojo la residencia Zajdman/ Gojman; la otra casa que se puede apreciar sobre Emilio Castelar y frente al parque, es la que fuera residencia del licenciado Emilio Portes-Gil (desafortunadamente destruida para levantar el edificio “Cluster Castelar 151”).



El terreno de 1,010 m² (el registro de catastro indica 967 m²) frente al parque del fraccionamiento Chapultepec-Polanco y en la esquina con la calle de La Fontaine, estaría ocupado por una casa que se edificó durante 1942 para la señora Elke G. de Zajdman, con proyecto y edificación del apenas titulado ingeniero Manuel Klachky ‒que al paso de los años se labraría una brillante carrera‒ trabajando con la empresa “Construcciones Fuhrken” que venía haciéndose de buena reputación desde 1938 (Ver).


De Eduardo Fuhrken Meneses en “El neobarroco en la Ciudad de México”, Leonor Cortina nos dice:
“El propietario de esta constructora fue el ingeniero Eduardo Fuhrken quien, a juzgar por el importante número de casas que realizó, decoradas en forma libre y exuberante, fue probablemente el iniciador y desde luego principal promotor de esa modalidad ultrabrroca… ; su eficiencia unida a un talento natural para el diseño arquitectónico y los detalles ornamentales, lo convirtieron durante la década de los 40’, en el “constructor de moda” entre la gente de altas posibilidades económicas.”


Trabajando con Fuhrken estaba el muy joven ingeniero Manuel Klachky a quien el señor Zajdman había dado el proyecto por ser el estudiante más destacado de su generación; nos cuenta la propia Sara Zajdman de Zaidman –hija mayor del matrimonio‒, que “Con el tiempo mi padre decidió vender la fábrica de medias y construir una casa en Emilio Castelar en Polanco; hacía tiempo había prometido que ofrecería la oportunidad para construir, al muchacho universitario más aplicado de la comunidad, y efectivamente, la construyó el arquitecto Klachky, que por cierto fue su primer trabajo.”

El ingeniero Manuel Klachky tendría una brillante carrera; su compañía constructora floreció rápidamente y desde octubre de 1950, anunciaba sus talleres en la Colonia Doctores y oficinas en la Avenida del Castillo N°240, sobre lo que ahora es parte dela Autopista Urbana Norte, entre Polanco y Lomas de Chapultepec...



Aunque Klachky fue autor de innumerables estructuras relevantes –iniciando con la casa Zajdman‒, entre sus obras destaca el “Conjunto Aristos”, levantado entre 1959 y 1961 siguiendo el diseño del arquitecto José Luis Benlliure, construido en la Avenida Insurgentes Sur 421 esquina con Aguascalientes, de la colonia Hipódromo Condesa.


A diferencia de lo que vendría después, el proyecto para la residencia Zajdman-Gojman tuvo un esquema más en concordancia con las obras que ejecutaba Eduardo Fuhrken Meneses e incluyó un vasto programa de cuatro niveles construidos en torno a un espacio central ‒Hall‒, con cinco recámaras así como un amplio salón de juegos en semisótano y frontón adosado a la colindancia norte. Abajo, un fragmento del plano “Proyecto de casa habitación para la Sra. Elke G. de Zajdman, ubicada en el N°-- de la Av. E. Castelar, Chapultepec-Polanco, Construcciones Fuhrken, Ing. Manuel Klachky.”


En la planta principal, una escalinata en el frente sur llevaría al vestíbulo permitiendo paso al gran Hall que con doble altura articularía todos los otros espacios, incluida la gran escalera que permitiría paso al semi-sótano y la zona de recámaras. En la colindancia oriente, un acceso de autos –sorprendentemente amplio‒ permitiría paso a garaje y zonas de servicio, incluida una escalera secundaria para acceder a todos los pisos de la casa comprendido el torreón. Además, en el frente poniente –sobre La Fontaine‒ habría otro acceso que permitiría el paso directo al frontón, servicios, despacho y gran Hall.



La volumetría general del proyecto correspondió a los lineamientos del “Californiano” tan en boga en ese momento, con grandes paramentos aplanados, ventanas en arco y techumbres de dos y cuatro aguas, cubiertas con teja española. Tanto acceso como ventanas principales estarían enmarcados con profusa decoración en cantera labrada y resguardados por hierro forjado, siendo evidentemente ese el punto de mayor impacto visual…



Ya edificada, la portada sur resultaría sorprende por su pródiga ornamentación, y al unificar tres pisos de la casa con balcones, herrería de intricada forja y hojarascas de cantera, ofrecía un espectáculo memorable; con elementos de talla que evocan el barroco novohispano pero lo tratan con notable pompa, las cornisas ondulantes y escalonadas, columnas salomónicas y estípites, crean un espacio para la diversión de la vista, tal y como lo hicieran los maestros alarifes en el S. XVIII.


Los elementos ornamentales de esa portada guardan gran similitud con los que adornan el acceso de la casa en la esquina de Luís G. Urbina y Eugenio Sué, edificada el mismo año y con diseño también de Fuhrken y Klachky.



El repertorio ornamental de esos labrados puede rastrearse hasta muy diversas fuentes virreinales, aunque interpretadas con sorprendente libertad y en algunos casos parecerían confirmar la idea de que eran “copia-interpretativa” de los grandes ejemplos del barroco novohispano.

Aunque no siempre es evidente esa relación directa, en la obra de Emilio Castelar de Fuhrken y Klachky podemos encontrar una similitud sorprendente al centro de la fachada poniente, mirando hacia la calle de La Fontaine.


Aunque esa fachada también está dotada de exuberante ornamentación en torno a los vanos, resulta sorprendente descubrir un balcón en el descanso de la escalera, que hacia afuera hace clara referencia a las portadillas de Cuadrante y Bautisterio en la parroquia de Santa Prisca –en Taxco‒, con medallones, estípites y balaustres de lo que se ha dado en llamar “ultrabarroco”.

Dice la doctora Elisa Vargas Lugo de esas portadas que: “al centro del entablamento y del frontón roto, emerge una poderosa guardamalleta que baja sobre la ornamentación del dintel y que en su centro aloja un medallón circular enmarcado con figuras como cuentas de rosario y dentículos”.



Al otro extremo de la casa, sobre el amplio porche de acceso vehicular –creado por vastos arcos de medio punto desprovistos ornamentación‒, la terraza de una de las recámaras recibe una serie de trabes curvas a manera de pérgola ‒que de origen fueron cubiertas con bloques de vidrio‒ testimonio de la idea moderna que de hecho permea en toda la concepción del inmueble.



Mención especial merece la herrería de la casa, que pareciera jugar un papel secundario frente a la pródiga talla en cantera, pero que de hecho jugaba un papel fundamental en la redondez ornamental de la casa Zajdman-Grunstein.



Siempre me ha llamado la atención la popularidad que alcanzó esa arquitectura en la década del 40’, período en el que las casas de Chapultepec-Polanco se volvieron patrón modelo a copiar en diversas áreas de la ciudad; diseños muy criticados por los diseñadores modernos –que pugnaban por una arquitectura desprovista de ornamentación‒ estaban diseñadas con todos los adelantos técnicos de la modernidad, pero con una decoración que las hacían más apetecibles a sus clientes…

Abajo, una imagen que ha circulado ampliamente en redes, sin indicar procedencia, captada justo frente a la casa de Emilio Castelar 135.



De hecho, en la fotografía de abajo ‒captada hacia 1980 desde el islote frente a la casa‒, se puede distinguir claramente la volumetría de la vivienda con sus cubiertas de teja; el ángulo me interesa, porque permite notar que no toda la casa se exhibía esa ornamentada profusión, y que la gran mayoría de la edificación, respondía a una más sencilla misión de racionalismo…



Don Pinjas Zajdman mudó ahí su familia en 1942 y luego de vender “Sedas Kronenberg S.A.” incursionaría en otros negocios, como la creación de “Potrero” una compañía que fabricaba Alambre de Púas, Grapas Corrugadas y Separadores -además de Malla Graduada y cribas- que se comercializaban en buena parte del país (la marca sería luego adquirida por Aceros Tlalnepantla); además probó suerte en la edificación de bodegas para renta, empresa en la que con uno de los hermanos Aboumrad construyó y administraba –también trabajando con el ingeniero Manuel Klachky‒ un urbano complejo de almacenes en la colonia Santa María la Ribera.

La casa de Emilio Castelar 135 vería emerger nuevas casas en su entorno, respetando todas los lineamiento establecidos por los fraccionadores, por lo que durante esa década, el fraccionamiento aparecía a los visitantes con sorprendente unidad estilística…



Además, el sr. Zajdman formó parte del patronato del Colegio Israelita de México y fue instrumental en la edificación de las instalaciones en la Colonia del Valle, cuando Meyer Berger fungió como director. Cuando apenas había cumplido cincuenta años, en los últimos días de noviembre de 1952, Pinjas Zajdman murió luego de una breve batalla contra el cáncer.



Luego de que los hijos mayores contrajeron matrimonio, doña Elke Grunstein decidió vender la casa de Emilio Castelar 135 y se mudó a unas cuantas cuadras, frente al recién edificado Conservatorio Nacional de Música.

Así, por varios años la casa seguiría funcionando como residencia frente al parque de Polanco, hasta que en la década del 80’, las cosas cambiaron radicalmente. En buena medida, desde la década anterior se venían dando cambios importantes en el uso del suelo para el fraccionamiento inaugurado en 1938; el sismo de 1985 vino a acelerar una tendencia en la modificación de uso de esos grandes espacios y transformarlos en “Boutiques” u otros giros que permitieran dar vitalidad al uso comercial de tiendas que ya no quería estar en la zona centro…


De tal interés era la casa, que también en ese período, los estudiantes de la carrera de Arquitectura en la Universidad Iberoamericana, elaboraron un “Estudio, Delimitación de Zona y Catalogación de Inmuebles” en Polanco, catálogo en el que Emilio Castelar 135 figuró de manera predominante…

Uno de las primeras intervenciones que sufrió la que fuera casa Zajdman Grunstein fue el retiro de los jardines frontal y lateral para transformar la superficie en estacionamiento para “Casa Mayor”, un escaparate de arquitectura y diseño que transformó drásticamente la casa.



Además de modificar el acceso, tapiar cochera y cegar algunos vanos, al exterior se retiró una fuente que adornaba el muro de frontón, a fin de crear ahí también sitio para el abastecimiento del inmueble.



Los diversos usos se sucedieron rápidamente –aunque ha permanecido la representación del “Centro de diseño Alemán”‒ y aunque al exterior, la casa aparecía casi intacta –aún a pesar de haber recibido una extraña marquesina al acceso‒, al interior se había retirado el piso del “Hall”, supongo que para agrandar la doble altura y hacer del acceso una experiencia aún más dramática, obligando a los visitantes a rodear el gran hueco. Además, se techó el frontón, a fin de aumentar notablemente el área rentable; aunque se retiró la gran chimenea, afortunadamente se conservó el arco lobulado y labrado que daba remate al acceso y permitía el paso a aquella cancha.



Por varios años se sucedieron los diversos locatarios albergados en la casa y varios han sido también los colores en que se pintó el inmueble; afortunadamente la silueta general se mantuvo por largo tiempo, hasta que los requisitos de estacionamiento se alteraron en los reglamentos, modificándose sustancialmente el exterior del inmueble al colocarse ahí carpas y cobertizos.


El amplísimo arco del porche que daba paso al estacionamiento de la casa, albergó por un tiempo una representación del Vitra Design Museum, pero ese sorprendente espacio ha sido luego parte de diversos restaurantes.



Una reciente adición fue la remodelación del galerón del frontón para albergar un restaurante de especialidad japonesa, con proyecto a cargo de los arquitectos Miguel De la Torre y Gerardo Gómez Martínez. Afortunadamente, De la Torre también se encargó de restituir el piso del “Hall” con lo que ahora se puede entender nuevamente el espacio interior.



La que en 1941 fuera creada como casa de don Pinjas Zajdman y Elke Grunstein es ahora un inmueble catalogado por el INBA, muestra de una arquitectura impugnada pero representativa de un período en la historia de México y pesar de las modificaciones sufridas, sigue siendo un espacio relevante…



En una vista satelital de Google-maps, puede verse que la zona de Polanco frente al parque, también ha cambiado de manera relevante




-05-02-21- En una versión anterior, aparecía como propietaria de la casa la señora Elke Gojman; gracias a su nieto, Daniel Lieberman Zajdman, he rectificado que el nombre de su abuela era Elke Grunstein. ¡Gracias!

Este Blog se ha hecho gracias al apoyo incondicional de Julieta Fierro; está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado y de las que existe poca información publicada. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea mayor información, haga favor de contactarme e indicar el dato que requiere. A menos que se indique lo contrario, las imágenes provienen de mi archivo, que incorpora imágenes originales recopiladas al paso del tiempo, así como el repertorio de mi padre y parte del archivo de don Francisco Diez Barroso y sus imágenes de Kahlo; en general, he editado las imágenes a fin de lograr ilustrar mejor el texto. Si se utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–.



Conforme haya más entradas (¡Ya hay más de un centenar!), aparecerán en el índice a la parte superior derecha de ésta página…



También se puede encontrar un índice general en: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2016/02/indice-de-grandes-casas-de-mexico.html

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6 comentarios:

  1. Una felicitación por este estupendo trabajo compilado en el Blog.
    Las Grandes Casas de México es una obra estupenda y me encanta leer su contenido.
    Tengo interés en investigar sobre una casa en particular, ¿cómo puedo localizarlo para comentarlo?
    Gracias
    Joaquín Alducin

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    1. ¡Gracias Joaquín!
      Adelante con esa exploración, que entre más investigación, más información…
      ¡Saludos!
      RF

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  2. Rafael, me podrías mandar tu correo el mío es danl@holomex.com.mx

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  3. Wow, conocí a uno de los nietos de la Sra. Elke y el Sr Pinjas, hijo de la Sra. Sara. Nunca imaginé que hubiera detrás esta interesante historia familiar.

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