sábado, 21 de abril de 2018

Embajada de Reino Unido en Río Lerma N°71



En mayo de 1910 el Reino Unido adquirió de don John Benjamin Body (representante en México de S. Pearson & Son) un terreno en la Avenida Reforma 1 esquina con Calle Reforma 10, en el que se edificaría una representación diplomática y los trabajos de construcción iniciaron en septiembre de ese mismo año a cargo de Charles Grove Johnson, arquitecto inglés residente en México. En 1911, el embajador T.B. Hohler informó a Londres: “Su Excelencia, el presidente Porfirio Díaz, expresó su gran satisfacción al entrar a la primera Legación propiedad y construida por un gobierno extranjero en México”.

Luego de dos interrupciones – durante la Revolución y cuando México e Inglaterra rompieron relaciones a causa de la expropiación petrolera‒ y casi 110 años después, la casa sigue brindando servicios de cancillería, pero desde hace algún tiempo se habla de transponer la representación y dejar el inmueble...



Desde 1835 hubo una legación británica con presencia en la Ciudad de México y cónsules generales diez años antes, intentando limar las asperezas que los conflictos militares habían dejado; de hecho, hace poco tiempo se subastó en "Artnet" una acuarela (“guache, watercolor and pencil on board”) de Daniel Thomas Egerton pintada por 1835 con título “British Embassy in Mexico” que muestra aquel edificio sin aportar mayores datos, aunque en ese período la representación se encontraba en la Avenida de los Hombres Ilustres (hoy Av. Hidalgo).



Desde 1907, el entonces embajador Reginald Tower ‒Comendador de la Orden de la Reina Victoria‒, presentó ante la Foreign Office en Londres una misiva en que señalaba el beneficio de adquirir un predio y edificar en la Ciudad de México –capital de un país que paulatinamente ganaba importancia para el gobierno del Reino Unido‒ una representación que evitara el rentar inmuebles a los que constantemente había que adecuarse.

Aunque la recomendación fue inicialmente desechada, a insistencia de Tower y luego de presentarse nuevamente en 1909 con una propuesta de terreno –cercano a la nueva estación del ferrocarril‒ y con todo y un diseñador para el inmueble, The Office of Works aceptó la iniciativa e inició los trámites correspondientes.



Desde 1900, la “United States and Mexican Trust Company” había adquirido una amplia fracción de terreno colindante con los antiguos predios de la Hacienda de la Teja -que ya para entonces se presentaba como “Fábrica de la Teja” y conservaba aún amplios jardines del casco de la vieja propiedad frente a la Calzada de la Verónica y su canal-; los terrenos lindaban hacia el norte con la Calzada de la Hacienda de la Teja (hoy Manuel Villalongín) y las vías que alimentaban la Estación Terminal del Ferrocarril Mexicano que popularmente se conocía como la “Estación Colonia” –hoy Jardín del Arte Sullivan y explanada del Monumento a la Madre‒.

Arriba, aquella “Estación Colonia”; abajo, en la sección de un plano que presenta la Ciudad de México en 1907 –que pertenece a la colección Balbás/Diez-Barroso‒, aparece al centro el Paseo de la Reforma y arriba -al centro- los jardines de la Hacienda de La Teja; con rojo he señalado el predio por el que se interesó el Embajador Tower desde 1909 y sobre el que a partir de 1911 se edificaría la representación diplomática.


Los terrenos de aquella nueva “Colonia Cuauhtémoc” se urbanizaron usando el trazo del Paseo de la Reforma como eje/referencia y con las más novedosas técnicas e infraestructura; la importancia del “Paseo” es clara cuando se descubre que inicialmente las calles del nuevo desarrollo se denominaron Avenida –cuando eran paralelas al Paseo y contaban números nones hacia el norte‒ y Calle ‒cuando eran perpendiculares‒ iniciando con Calle Reforma 6 hacia el oriente (hoy Río Támesis); eventualmente las avenidas recibirían nombres de ríos en México (Lerma, Pánuco, Nazas, Balsas y Grijalva), mientras que las calles recibieron nombres de ríos del resto del mundo (Támesis, Marne, Neva, Amazonas, Rhin, Sena, Danubio, Poo, Tiber, etc...).

The Office of Works obtuvo en 1909 la aprobación de la Tesorería y al año siguiente se adquirieron tres predios que sumaban 2,582m² en la esquina de Avenida Reforma 1 esquina con Calle Reforma 10 (hoy esquina de Ríos Lerma y Sena) por los que se pagaron a John Benjamin Body ‒representante en México de Sir Weetman Pearson y su “S. Pearson & Sons”‒ tres libras esterlinas por metro cuadrado. Recuérdese que entre 1889 y 1905 S. Pearson & Sons había recibido contratos para obras públicas importantes y de gran envergadura como el Gran Canal del Desagüe en el valle de México, además de las obras portuarias de Veracruz, Salina Cruz y Coatzcoalcos, así como el Ferrocarril Nacional de Tehuantepec.


Es interesante señalar aquí que para Pearson esos fueron contratos muy lucrativos, financiados por el erario público a lo largo de sus treinta años en México y que permitieron a la compañía “reciclar” parte de sus ganancias en el desarrollo de una red de empresas que incluía compañías mineras, de luz y fuerza motriz, de manufactura y de transporte urbano y marítimo (tranvías y barcos de vapor). También le permitieron adquirir (por compra o arrendamiento) cerca de 400,000 hectáreas de terrenos en el país, clave para sus múltiples exploraciones petroleras a través de la Compañía Mexicana de Petróleo El Águila, que llegaron a ser entre 1905 y 1911, sus empresas más rentables. Nos cuenta Paul Garner de la Universidad de Leeds, que según el propio Pearson, el grado de confianza que existía entre los representantes de su empresa y el gobierno mexicano era tal que en una ocasión, Pearson se jactó ante el embajador norteamericano en Londres de que su compañía había sido considerada "One of the minor departments of State"...

Para el diseño de la representación diplomática, el embajador T.B. Hohler solicitó los servicios del arquitecto inglés residente en México Charles Grove Johnson que había trabajado para la “S. Pearson & Sons” en la edificación de oficinas para los “Tranvías eléctricos de la Ciudad de México y Tacubaya” así como del inmueble para la “Compañía Mexicana de Petróleo El Águila” además de algunas residencias en la Colonia Juárez, de la que aún pervive la de Marsella N°45 ‒ocupada ahora por el “Orfeó Català de Mèxic”‒.



Parece ser que la Office of Works en Londres encargó al arquitecto Thrift Reavell, bosquejar el esquema que Charles G. Johnson debería seguir para residencia y cancillería, pero el diseño resultante resultó ser demasiado oneroso –probablemente por la insistencia del embajador Tower que reclamaba una representación de primera clase para México‒; la Office of Works envió entonces a México a uno de sus representantes -H.N. Hawks- que debía trabajar con el arquitecto Johnson para revisar la envergadura del diseño y reducir los costos, cuyo presupuesto no debía sobrepasar las 20,000 libras y no considerar acabados extravagantes, aunque los adecuados y característicos para México.


El diseño resultante, se edificó a partir de 1910 y quedaría totalmente terminado para 1914, aunque hay datos que indican que desde el 22 de Junio de 1911 ‒cuando se celebró una fiesta con motivo de la coronación del rey Jorge V y la reina María, justo durante el cambio de representación, que pasó de Reginald Tower a Sir Francis Stronge‒ las obras tenían un considerable avance y a decir de T. B. Hohler ‒Encargado entonces de Negocios de la Gran Bretaña‒ informó a las autoridades en Londres que: “His Excellency, President Porfirio Díaz, conveyed his great satisfaction upon entering this first Embassy owned and built by a foreign government in Mexico...”.


El edificio de dos pisos presentaba una amplia construcción principal –rodeada de jardines‒ y una edificación anexa más pequeña, que albergaba la cancillería –hacia el sur‒ y las amplias dependencias de servicio hacia las colindancias norte y oriente. En el frente sur y hacia la calle, destacaba una “Porte Cochère” que daba acceso ceremonial al conjunto y permitía dirigirse tanto a la residencia como a la cancillería.

El sobrio conjunto destacaba por sus ornamentos en cantera labrada, tallas que resaltaban marcos, esquinas y cornisas con depurada ornamentación, rematando el todo con un conjunto de ocho grandes urnas que adornaban las esquinas; la ornamentación, que en algunos detalles pareciera hacer un guiño a Osbourne House, presentaba también ‒en varias claves‒ mascarones alusivos al león guardián del escudo de armas del Reino Unido.



Desde el cruce de los ahora Ríos Lerma y Sena, se podía admirar –mirando a través de la extensa reja de hierro forjado‒ la sosegada fachada poniente enmarcada por los jardines, que con diseño anclado en la tradición renacentista, hacía gala de su vertiente académica. Abajo, esa fachada en una imagen de la mediateca del INAH.



Al interior, la casa se organizaba en torno a un “Covered Partio” que con su doble altura, tragaluz y escalera profusamente decorada, ordenaba el espacio en torno a un par de robustas columnas de orden Dórico y sus correspondientes pilastras.



En un muy ecléctico coqueteo decorativo –muy a la usanza del período‒ la escalera haría referencia a las escalinatas virreinales de la ciudad de México, adornando el arrimadero con un lambrín forrado de azulejo colorido a la manera de los palacios del conde de San Bartolomé de Xala, de los condes del Valle de Orizaba, o de San Mateo de Valparaíso…


El lambrín muestra recreaciones en talavera plícroma del Royal coat of arms of the United Kingdom ‒con su escudo flanqueado por un león y un unicornio‒, un friso con coronas y las rosas de Inglaterra, narcisos de Gales, cardos de Escocia y tréboles de Irlanda, además de otros escudos como el de tres plumas del Príncipe de Gales con su leyenda “ICH DIEN” (Yo sirvo).



Así, en torno a la doble altura central se distribuían las diversas dependencias de la representación, aislada arriba la residencia con algunas dependencias públicas en planta baja, y la cancillería con su propio acceso independiente, pero con la comunicación necesaria para actos protocolarios. De importantes dimensiones serían las dependencias de servicio y cocina, para servir al también amplio salón comedor y jardín, que seguramente se concibieron como parte importante de las actividades protocolarias de la legación diplomática.


En el Catalogue of British embassy and consulate buildings, 1800 – 2010 se da cuenta del costo del edificio:
Johnson “…produced a good plan, which Pearson built for about £16,500, and Tower’s successor took up occupation in 1914. It was the first purpose-built legation in Mexico City, and was liked by its occupants from the outset.

Además del logrado diseño, la legación se amuebló adecuadamente y parte importante de su decorado serían las obras artísticas colgadas en los muros, de entre las que destaca el magnífico óleo “Mexico City in 1837” de Daniel Thomas Egerton, que aún se puede admirar en la actual residencia del embajador y que ha sido exhibida frecuentemente en el MUNAL.


Sorprende pensar que hace menos de doscientos años, la ahora enorme Ciudad de México se podía percibir de tal manera, enmarcada por el lago de Texcoco y las casi interminables superficies cultivadas…


Como contraste, la ciudad de México siguió creciendo y luego de los desafortunados disturbios de la “Decena Trágica” en que el embajador de Gran Bretaña ‒Sir Lionel Edward Gresley Carden (Order of St Michael and St George)‒ protestó por los daños causados a intereses extranjeros en la toma del Palacio Nacional, y con varios embajadores llevaron una queja formal esa misma noche del Domingo 9 de febrero de 1913, ante el Ministro de Asuntos Exteriores, sin imaginar que los disturbios se agravarían…

Durante el gobierno de Victoriano Huerta, Carden aseguró que la Gran Bretaña le apoyaría frente a las demandas de los EEUU que exigía su renuncia; ante la protesta del presidente Woodrow Wilson, Sir Lionel Edward Gresley Carden fue llamado a Londres y retirado del cargo. Poco después, vendría la ruptura de relaciones entre Gran Bretaña y los diversos gobiernos revolucionarios, ruptura que no sería enmendada sino hasta 1925 con el arribo de Sir Esmond Ovey.



Para entonces, aunque la casa había sufrido algún deterioro ‒dos de las habitaciones habían sido infestadas por alguna plaga‒ y que el mobiliario aún no había llegado de Londres, el Embajador Ovey se manifestó satisfecho con el estado general del inmueble. A pesar de los disturbios militares, la ciudad había seguido creciendo: arriba, el detalle de un plano de la Ciudad de México fechado en 1930, en que he marcado el predio de la Embajada del Reino Unido; es interesante hacer notar que aún existía la “Estación Colonia” del Ferrocarril Nacional Mexicano (que subsistió hasta 1939), que la Avenida de los Insurgentes aún no existía como tal, y que el Río Consulado ‒que aún llevaba las aguas de los ríos San Joaquín y Morales‒ corría paralelo a la Calzada de la Verónica (en lo que hoy es parte del Circuito Interior/Melchor Ocampo)..

Abajo, en una fotografía aérea y oblicua de la Compañía Mexicana de Aerofoto fechada en 1929, aparece el Paseo de la Reforma bordeando la Colonia Cuauhtémoc y en la parte central he señalado la Legación del Reino Unido en Río Lerma N°71; nótese que al fondo, aún se distinguen la “Estación Colonia” del Ferrocarril Mexicano y la “Fábrica La Teja”…


El embajador Ovey repuso mobiliario y remozó la casa como representación del Reino Unido, pero para 1938 y luego de la expropiación petrolera por parte del Presidente Cárdenas, las relaciones se rompieron nuevamente y no serían reanudadas sino hasta 1941.

Hasta donde entiendo, la casa se mantuvo cerrada y con el personal indispensable para el mantenimiento, aunque se aprovechó el tiempo para hacer algunos arreglos indispensables a la instalación hidráulica.



Para 1941 y con la presencia de Charles Bateman –que en 1944 sería nombrado “Ambassador Extraordinary and Plenipotentiary”‒ la representación reanudó operaciones con el gobierno de Manuel Ávila Camacho y las instalaciones de la casa se remozaron aunque el inmueble se utilizaba ya únicamente como oficinas. El embajador John Taylor, ocupó un departamento amueblado y para 1951, la residencia oficial se trasladó al N° 1145 del Boulevard de los Virreyes, inmueble rentado por varios años a doña Maria Teresa G. de Díaz.

En la Colonia Cuauhtémoc el entorno también había cambiado notablemente, y las nuevas edificaciones respondían a necesidades distintas a las que veinte años antes se debía responder; un buen ejemplo es la casa que justo al otro lado de la calle, edificó desde 1936 para sí el arquitecto Ernesto I. Buenrostro, con acceso por la calle de Sena y N°79 de Río Lerma (Ver).



No solo en 1911 ‒con el fuerte sismo del 7 de junio, conocido generalmente como el “Terremoto Maderista”‒ los ocupantes de la British Mission house se sobresaltaron; esa madrugada unas 250 casas de la capital quedaron destruidas, la mayoría en la nueva colonia Santa María la Ribera. Con el sismo de la madrugada del Domingo 28 de julio de 1957 ‒asociado generalmente con la caída de la Victoria alada de la Columna de la Independencia‒ la casa perdió dos de las urnas que decoraban la parte alta (y por lo mismo se retiraron las demás) y así se pensó en dejar la casa de Río Lerma N°71; no sucedió, pero se autorizó la construcción de una nueva residencia permanente para el Embajador, edificio que se consideraría a partir del año siguiente en el N°1548 del Boulevard de los Virreyes con un diseño a cargo del arquitecto Eric Bedford, del Ministerio de Exteriores; en mazo de 1966 la obra quedó terminada y el embajador de Reino Unido ocupa esa residencia desde entonces…



Así, la “Mission house" de la Colonia Cuauhtémoc debía adecuarse a los nuevos usos de los múltiples y distintos organismos que resguardaba; en 1973 se añadió un nuevo edificio en la sección norte del terreno y en 1980 se adquirió una casa con frente a Río Usumacinta para albergar servicios consulares; además, se retiró la reja perimetral y edificó una barda...

“Patio cubierto” y jardines siguieron siendo frecuentemente aprovechados para muy diversas actividades, y aunque con restricción en el número de visitantes, numerosos eventos culturales han sido programados.





Dedicada exclusivamente a albergar oficinas y eventos, conferencias y ruedas de prensa, algunos espacios del diseño original se trasformaron y en la planta baja –en el frente poniente y hacia el jardín‒ lo que originalmente fueron tres habitaciones –morning and drawing rooms‒ se unificaron a fin de conseguir un salón con mayor capacidad e instalaciones adecuadas a los nuevos usos, aunque con resultados heterogéneos...


Lo curioso, es que a pesar de las nuevas instalaciones e iluminación, siempre aparecían fragmentos de aquella casa de principio del S.XX, con sus curiosos picaportes y decoradas chimeneas.



La casa siguió atareada con una plétora de actividades diversas, hasta que el sismo del 19 de septiembre de 2017 provocó daños estructurales en el edificio que desde 1912 había sido hogar de la Embajada Británica en México. Parece ser que el candil del “Covered Partio” la pasó bastante mal...



Desde hace algún tiempo, el personal del “British Embassy in Mexico City” se han dado a la tarea de averiguar las características legales de una edificación y su predio, registrados como propiedad extraterritorial de la Gran Bretaña. De hecho, ésta investigación fue parte de una consulta que el entonces “Head of Financial Services” me hizo.

No es secreto que el personal que labora en la vieja Mission house de Río Lerma N°71 tiene resquemores en lo referente a su integridad estructural…



Este Blog se ha hecho gracias al apoyo incondicional de Julieta Fierro; está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado y de las que existe poca información publicada. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea mayor información, haga favor de contactarme e indicar el dato que requiere. A menos que se indique lo contrario, las imágenes provienen de mi archivo, que incorpora imágenes originales recopiladas al paso del tiempo, así como el repertorio de mi padre y parte del archivo de don Francisco Diez Barroso y sus imágenes de Kahlo; si utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–.



Conforme haya más entradas (ya hay más de setenta), aparecerán en el índice a la derecha de ésta página…



También se puede encontrar un índice general en: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2016/02/indice-de-grandes-casas-de-mexico.html

Ver






Agregado el 10 de Julio de 2021

El 8 de julio, S. E. la embajadora Corin Robertson daba a conocer una nota en que terminaba:
En unos días estaremos escribiendo una nueva página en la historia de las relaciones diplomáticas entre México y Reino Unido, al iniciar operaciones en nuestras nuevas oficinas ubicadas en Reforma 350, frente al Ángel de la Independencia. Un pedacito de la “vieja” Embajada formará parte de nuestras nuevas oficinas, ya que trasladaremos algunos elementos decorativos para recordar un poco de nuestra historia.
Mientras tanto: adiós, Río Lerma 71, te recordaremos con cariño.


Espero que eso no implique que desaparecerá la casa...




Y por otro lado, una nota de Aaron Ramírez en “Centro Urbano” indicaba el 28 de mayo:
La compañía inmobiliaria internacional CBRE dio a conocer que dio inicio el proceso de venta del emblemático inmueble que, durante varias décadas, ha sido sede de la Embajada del Reino Unido e Irlanda del Norte en la Ciudad de México.

La firma inmobiliaria, destacó que la propiedad tiene un considerable potencial de reurbanización, por lo que se espera que atraiga una alta demanda por parte de inversionistas y desarrolladores locales e internacionales debido a su cercanía con el edificio de la Bolsa Mexicana de Valores y de las principales atracciones turísticas en el centro de la capital.











4 comentarios:

  1. muchas gracias por tus investigaciones que nos dejan ver un rostro de la ciudad
    que apenas se imaginaba, tu archivo es realmente un centro de documentación¡

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  2. Es fascinante conocer la historia de éstas hermosas casonas que le dan a la Ciudad de México una personalidad tan peculiar. Sumamente agradecida por tener la oportunidad de acceder a la investigación. Bravo!!!

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